La cadena de restaurantes tucumana 24 Street ha inaugurado su cuarta y más ambiciosa sucursal en 25 de Mayo 817, frente a la plaza Urquiza, marcando un hito en el sector gastronómico local. Este nuevo espacio no solo expande su presencia en la capital, sino que redefine la experiencia de cliente al integrar de forma estratégica el entretenimiento y la tecnología en su modelo de negocio.

La propuesta, inspirada en la cultura pop de los años 80, va más allá de un menú tradicional. Según Sebastián Finkelstein, director de marketing y comunicación de la marca, el objetivo es convertir una simple comida en una «experiencia para vivir y compartir». Para lograrlo, la empresa ha invertido en un concepto que incluye zonas interactivas equipadas con PlayStations, una cancha de penales y un pelotero, que apelan tanto a jóvenes como a familias. Este enfoque en la gamificación y la inmersión no solo atrae a un público más amplio, sino que también fomenta la permanencia y el consumo, clave en la economía de la experiencia.
«Este modelo de negocio demuestra que la fusión entre gastronomía y entretenimiento no solo es atractiva para el cliente, sino que es rentable y genera un fuerte impacto en la economía local», afirma Finkelstein. La visión de la marca al apostar por esta fusión es un claro ejemplo de innovación en un mercado cada vez más competitivo. Al ofrecer más que solo comida, 24 Street está generando un nuevo estándar, utilizando la tecnología y el diseño temático para crear un valor agregado que lo diferencia.
La inversión en esta sucursal no solo beneficia a la empresa, sino que también impulsa el ecosistema emprendedor de la región. La creación de empleo y la ampliación de la oferta turística urbana con una propuesta diferencial en el NOA demuestran que las empresas locales pueden innovar y crecer, sirviendo de inspiración para otros emprendedores que buscan fusionar su modelo de negocio con elementos disruptivos.

Con esta apertura, 24 Street se posiciona como un referente en la integración de la experiencia digital y el entretenimiento físico en el sector gastronómico, demostrando que la innovación no se limita a las startups tecnológicas, sino que puede ser el motor de crecimiento en industrias tradicionales.