Llevamos viéndolo toda la vida. Bares que llenan sus terrazas de sombrillas, servilleteros, mesas, sillas, aparadores y demás mobiliario que promociona marcas de cerveza. Durante décadas ese apoyo publicitario fue un maná para los negocios. Ahora la hostelería teme que se convierta en un regalo envenenado. El motivo: la nueva ley sobre alcohol y menores impulsada por el Gobierno y que ya tiene el aval del Consejo de Ministros quiere dar un tijeretazo a esa clase de promoción.
Los locales calculan que la pérdida de ese apoyo publicitario les costará millones.
¿Golpe a la hostelería? Eso es lo que parece temer el sector a raíz de la ley impulsada por el Gobierno para prevenir el consumo de alcohol entre los jóvenes. Aunque la norma todavía no ha finalizado su tramitación, el colectivo maneja ya un estudio que advierte que afectará gravemente a las finanzas de los bares, restaurantes, cafeterías pubs y demás locales hosteleros de España.
El motivo: el proyecto de ley de Sanidad restringe seriamente cualquier patrocinio publicitario relacionado con el alcohol. Y eso es un problema para los negocios que llevan años llenándose de toldos, mesas, sillas, ceniceros, sombrillas, servilleteros, neveras y mobiliario en general en el que se anuncian marcas de cervezas.
¿Qué dice exactamente la norma? El proyecto de ley, que puede consultarse en el boletín oficial del Congreso y recibió en marzo el aval del Gobierno, fija algunos límites a la publicidad del sector. Su artículo 26 es claro al respecto:
«Se prohíbe cualquier forma directa, indirecta o encubierta de comunicación comercial de bebidas alcohólicas, o de productos que imiten o simulen ser una, o de bebidas sin alcohol que compartan su marca y rasgos diferenciales con los de bebidas alcohólicas, incluyendo el nombre comercial, la denominación social, símbolos o marcas de las personas o empresas productoras de dichas bebidas, así como de sus distribuidoras cuando se asocian de forma exclusiva a bebidas alcohólicas en la vía pública, o lugares visibles desde la misma».
¿Aclara algo más? Sí. La ley diferencia entre dos clases de espacios: los ‘más sensibles’ y el resto, donde la restricción publicitaria será algo más flexible.
«No obstante, podrá permitirse la publicidad limitada al nombre comercial, denominación social y marcas o símbolos identificativos de las empresas productoras en un perímetro que diste más de 150 metros lineales de los accesos a centros educativos que impartan enseñanzas de educación infantil, educación básica, educación secundaria postobligatoria y enseñanzas elementales artísticas, centros sanitarios, de servicios sociales y sociosanitarios, parques y lugares de ocio infantil».
¿Cómo se aplicará? En el comunicado de marzo en el que informa del OK del Consejo de Ministros al Proyecto de Ley, el Ministerio de Sanidad aclara, eso sí, que permitirá la publicidad de bebidas fermentadas con menos de 0,5% de alcohol. El equipo de Mónica García señala además que el veto no será inmediato: entrará en vigor doce meses después de la publicación de la ley en el BOE y no afectará a «aquellas situaciones ya existentes antes de ese momento», lo que sugiere que no afectará al mobiliario que ya existe. Cosa distinta es cuando toque renovarlo.
¿Tanto afectará al sector? Eso parece. Al menos así lo indica un informe de Análisis Económico Integral (AEI) adelantado por El Economista. El análisis, elaborado para las asociaciones Hostelería de España y Cerveceros y que está teniendo una repercusión notable, asegura que la pérdida de patrocinios de las marcas de alcohol le saldrá bastante cara a los bares y restaurantes.
Para ser más precisos, AEI calcula que le costará al sector hasta 1.700 millones de euros. La estimación parte de dos cifras: un coste directo de alrededor de 600 millones de euros y una caída en las ventas de entre 1.080 y 1.680 millones.
El informe de AEI no se queda ahí. Advierte también que la medida golpeará a entre 8.000 y 10.200 empleos y se dejará sentir más allá de los bares y cafeterías, con una merma en la contribución del PIB nacional que estima entre 900 y 1.176 millones de euros. El estudio desliza además que el dinero que los fabricantes de alcohol dejarán de invertir en mobiliario publicitario se dirigirá probablemente hacia otros canales, alejándolo de los pequeños hosteleros y sus negocios.
¿Por qué ese recelo? Aunque Sanidad ha aclarado que la medida aún tardaría tiempo en entrar en vigor y no afectará a las instalaciones «existentes», el informe de AEI señala que su redacción deja poco márgenes para dudas: «En la práctica implica la retirada de logotipos, rótulos, sillas, mesas, sombrillas o servilleteros con marcas de cerveza de miles de bares y restaurantes del país».
Su estimación se completa con otra de Hostelería de España que da una idea del alcance de la medida. Según sus datos, de un total de 130.000 bares y cafeterías del país, entre el 70 y 80% incorporan elementos patrocinados por cerveceras.
¿Afectará a todos por igual? «De aprobarse, la nueva ley eliminará en la práctica todo este apoyo, obligando a retirar la publicidad de la marca, lo que tendrá un coste estimado de 12.000 euros por local», remarca el estudio.
La penalización que podría sentirse con especial contundencia en las zonas de España en las que los hosteleros trabajan en mercados más reducidos y con menor margen de maniobra. El Economista desliza que cerca del 20% de los municipios que ahora tienen un solo bar (235) podrían ver como cierran sus puertas.
Imágenes | Guillaume Flament (Flickr) y Ccalm Film Festival-María del Mar López Morales (Flickr)
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La noticia
La nueva ley del alcohol limita a los bares poner sillas o sombrillas de cerveza. Y ahora temen pérdidas millonarios
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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