Una mañana soleada de viernes recibió a los representantes de 958 bibliotecas populares de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), más de doscientas que en 2024, que recorrieron con los clásicos changuitos y cajas los stands de la Feria del Libro inscriptos en el Programa Libro % de la institución creada por Sarmiento en 1870, uno de los orgullos patrios en materia de política cultural. La compra de ejemplares al 50% del valor comercial para renovar los catálogos se extenderá hasta el domingo, “a contraturno” (antes de la apertura de la Feria al público).
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Este año Libro %, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación, celebra su vigésima edición y la Conabip debió imprimir de apuro nuevas credenciales para bibliotecarios y acompañantes llegados desde distintas localidades del país, de Tierra del Fuego a Santiago del Estero, y de Córdoba a Formosa.
En algunos casos, funcionarios municipales o provinciales, como el secretario de Cultura y Turismo de Santa Anita (de dos mil habitantes), en Entre Ríos, Lucas Schmidt, a cargo de la biblioteca Páginas Mías, y la directora de la biblioteca Juan Ramírez de Velasco y del Museo Rosario Vera Peñaloza, de la capital riojana, Claudia Fabiana López, viajaron en persona a comprar libros a La Rural. “Esperamos llevarnos un poco más que el año pasado porque recibimos el doble de dinero”, dijo Schmidt a LA NACION ante el stand de El Gato de Hojalata.
Otras instituciones llegaron con un refuerzo económico brindado por los gobiernos provinciales, como la biblioteca Carlos Guido Spano, de Ituzaingó, en Corrientes, creada en homenaje a los caídos en la guerra de la Triple Alianza, en 1875. En las próximas semanas celebrará su 150° aniversario.
Al igual que sus colegas correntinos, las bibliotecarias de la Mariano Moreno, creada en 1925 en Ingeniero White, en Bahía Blanca, recibieron una distinción otorgada por la Conabip a diecisiete instituciones fundadas hace 150 y 100 años. “Nuestra biblioteca no sufrió daños, pero se perdieron libros que estaban en casas de socios, que se inundaron”, dijo a LA NACION la bibliotecaria Adriana Stibe que agradeció el apoyo de la Secretaría de Cultura a las bibliotecas bahienses afectadas por el temporal.
“Estamos muy contentos con esta primera jornada de Libro % -sostuvo el presidente de la Conabip, Raúl Escandar-. Y orgullosos de esta iniciativa que se logró al optimizar los recursos para que editoriales, autores, bibliotecas y lectores sean beneficiarios de esta acción tan contundente para el sector. Agradezco al secretario de Cultura Leonardo Cifelli [que este viernes concluye su viaje por Venecia y Roma] por el apoyo a este programa en el que más de dos mil bibliotecarios durante tres días recorren la Feria para llevar lectura y fortalecer la cultura hasta el último rincón de nuestro país”.
Con los directores de Conabip Daniela Pantano y Carlos Capella, y la secretaría María Guadalupe Conde, Escandar entregó diplomas a bibliotecas populares centenarias y sesquicentenarias. Todos los bibliotecarios consultados por este diario remarcaron que las instituciones funcionan como centros culturales y educativos para niños, jóvenes y adultos. La cuota mensual del socio de una biblioteca popular, en promedio, es de cinco mil pesos.
La línea de financiamiento del programa (según trascendió, la palabra “subsidio” está proscripta del vocabulario oficialista) duplicó la de 2024 y ascendió a un promedio de un millón y medio de pesos (en suma, $1.518.880.000); según el volumen y la distancia de la ciudad de Buenos Aires, algunas instituciones reciben algo más de dinero. Correo Argentino realiza un descuento del 20% para los envíos nacionales de las bibliotecas.
Hubo coincidencia entre bibliotecarios de Chaco (biblioteca Juan Martín de Pueyrredón, de Charata), Santa Fe (la Cervantes, de Empalme Villa Constitución), Buenos Aires (la Sarmiento, de Carlos Salas, pueblo de doscientos habitantes) y Misiones (la Bartolomé Mitre, de Concepción de la Sierra, fundada en 1911) sobre la “lista de compras” encargada por los socios: novelas románticas y de terror, literatura infantil, novedades de autores argentinos (Hernán Ronsino, Diego Angelino, Gabriela Margall, Florencia Canale, Martín Kohan, Claudia Piñeiro), autoayuda, filosofía, historia, ESI, sagas juveniles (“están muy caras”, observó la bibliotecaria de Sueños de Papel, de Cañada del Ucle, en Santa Fe) y, por supuesto, el género vedette de 2025, la historieta, gracias al estreno en Netflix de la serie El Eternauta. También hubo consenso sobre el elevado precio de los libros (que, cabe advertir, volverán a aumentar después de la Feria).
La compra de los bibliotecarios era muy esperada por los expositores comerciales, en una edición en que las ventas siguen por debajo de las expectativas. El impulso de la Conabip podría arrojar, para algunos, un saldo positivo respecto de 2024 y equilibrar la balanza (aunque aún estaría lejos de los resultados de 2023).
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Mientras que los cajeros de Penguin Random House, Grupo Planeta, El Ateneo, VR, Urano y Riverside, en el Pabellón Verde, trabajaban sin descanso, atendiendo a filas de bibliotecarios, los stands de otros sectores permanecían semivacíos. “Este año, en que se agregó pedido anticipado, tuvimos que hacer dos filas para la venta; mañana también va a venir gente, pero la mayoría quiere venir hoy por miedo de que se agote algún libro”, dijo Raúl Robledo, gerente comercial de Planeta. En opinión de Alejandro Schmied, editor de Tren en Movimiento, los editores independientes tienen que fortalecer sus lazos con la red de Conabip que “se expande por todo el país, en lugares muy chicos donde no hay librerías”, estimó.
Gala en el Palacio Libertad con un reconocimiento a Gabriel Rolón
Mañana, a las 18, en el Palacio Libertad, se realizará una gala para celebrar los primeros veinte años del Programa Libro %. Habrá un espectáculo tributo al dúo Pimpinela interpretado por la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto” y el Coro Nacional de Música Argentina, con dirección de Gaby Goldman.
Y se hará entrega de la distinción Amigo de las Bibliotecas Populares 2025 al reconocido psicólogo y escritor Gabriel Rolón, best seller en esta y en otras ediciones de la Feria desde hace años. La nominación, que surgió de una activa participación de las bibliotecas, destaca la profunda conexión del autor con estas instituciones y la gran acogida de su obra, centrada en la confluencia de la psicología y el psicoanálisis con la ficción y la no ficción.
“Recibo esta distinción con genuina emoción -dice Rolón a LA NACION-. Los libros me cambiaron la vida. La cultura es una herramienta que tienen a mano quienes, como yo en la infancia, solo contábamos con nuestro esfuerzo. Pude estudiar gracias a las bibliotecas populares. Saber que hoy, en todo el país la gente puede acercarse a mi obra es algo que no terminaré de agradecer nunca a las bibliotecas populares. Y que este año me hayan elegido merecedor de esta distinción me conmueve».
Para el autor de La voz ausente e Historias de diván, que asistirá mañana al acto en el Palacio Libertad, los libros y las humanidades importan. “En los tiempos de X, de la opinión descarnada y desmesurada, de la inteligencia artificial, el pensamiento aparece como la única manera de dar batalla en defensa de lo humano -reflexiona-. De la emoción, del compromiso. Se piensa con palabras. Cuantas más palabras tengamos, más ancha será nuestra posibilidad de pensar. Por eso los libros. Para esquivar la síntesis indeseada. Para habitar mundos diferentes a los de la cotidianidad. Para entender que vale la pena el desafío de la tolerancia y la comprensión».
Vive el éxito de sus libros con “humildad extrema”, indica. “Y como una experiencia maravillosa que me une a los lectores y me obliga a mejorar en cada obra. Hay gente que me ha dicho que renunció a algunas cosas para poder comprar alguno de mis libros. No deja de emocionarme. Y espero estar a la altura de semejante privilegio. Al menos, lo intento cada día».