Febrero de este mismo año, 2025, es pleno invierno, pero algunas zonas en el archipiélago de Svalbard no parecen estar al tanto: hielo derretido y brotes verdes asomando entre las rocas llaman la atención de un grupo de científicos que trabajan en estas islas noruegas en pleno círculo polar ártico.
Algo no encaja.
Un febrero demasiado cálido. El equipo de investigadores llamaba recientemente la atención sobre este hecho, y lo hacía a través de un artículo publicado en la revista Nature Communications. En esta pieza se señala que, durante varios días en febrero de 2025, las temperaturas registradas en este área superaron los 0º Celsius, la temperatura de congelación del agua.
Un archipiélago en el ojo del huracán. El aumento de las temperaturas que asociamos al cambio climático no es un fenómeno uniforme: mientras algunas zonas del globo se enfrían, a unos cientos de kilómetros otras se calientan mucho más rápido que la media. Es el caso del archipiélago de Svalbard.
Este conjunto de islas pertenece a Noruega y se ubica en pleno círculo polar ártico. El archipiélago de Svalbard es el lugar donde podemos encontrar el asentamiento civil habitado más septentrional del planeta, Ny-Ålesund.
Del blanco al verde. El excepcional calentamiento en estas islas resultó aparente al equipo más allá de las mediciones captadas por los termómetros. La nieve en el área había retrocedido dejando no solo enormes charcos de agua líquida, también dejando entrever la superficie rocosa de las islas y la vegetación propia de la tundra en verano.
“Estar sobre piscinas de agua en la punta del glaciar sobre tundra verde, desnuda, fue impactante y surrealista”, describía en una nota de prensa James Bradley. “La gruesa capa de nieve que cubría el paisaje se desvaneció en días. El equipo que llevé se sentía como una reliquia de otro clima”.
Lluvia, no nieve. Estos cambios hicieron casi imposible que el equipo desempeñara su trabajo. En primer lugar porque su objetivo era el de recoger muestras de la nieve que se precipitaba en este entorno polar.
En palabras de la investigadora Laura Molares Moncayo, “el objetivo de nuestra campaña de trabajo de campo fue estudiar nieve recién caída. Pero durante un periodo de dos semanas, solo fuimos capaces de recolectar nieve recién caída una vez, ya que la mayor parte de la precipitación caía en forma de lluvia.”
El cambio también implicó dificultades añadidas, entre ellas más riesgos derivados de la actividad. El deshielo dificultaba el tránsito de los vehículos, dificultando el acceso a determinadas áreas, pero también haciendo más complicada la tarea de regresar al campamento ante peligros inesperados, peligros que incluyen, por ejemplo, el encuentro con osos polares.
Retroalimentación. Según destaca el equipo, las implicaciones de estos cambios pueden ser muy relevantes más allá de las dificultades que entrañan para los científicos que trabajan en el entorno. Según el propio equipo, los eventos cálidos como el registrado en febrero pueden afectar a muy diversos sistemas, “desde el ciclo de carbono microbiano hasta la supervivencia de la fauna ártica”.
Por si no fuera poco, estos eventos también pueden generar un bucle: al derretirse el permafrost, suelo que permanece congelado todo el año, se liberan gases de efecto invernadero que agravan a su vez el calentamiento.
En Xataka | Qué es el calentamiento global, cuáles son sus causas y cómo estamos intentando combatirlo
Imagen | Bradley, Molares Moncayo, et al. (2025), Nature Communications
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La noticia
Algo extraño está pasando este año en el archipiélago de Svalbard
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Pablo Martínez-Juarez
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