La compañía argentina Ambiente y Energía ha revelado una ambiciosa hoja de ruta que la posiciona como un actor clave en la transición energética del país. La estrategia contempla el desarrollo de 400 megavatios (MW) de energía solar entre 2026 y 2027, con el objetivo adicional de alcanzar 100 MW de generación propia en ese mismo período, consolidando su perfil como generadora independiente y referente en servicios de Ingeniería, Procura y Construcción (EPCista).

El CEO de la empresa, Gastón Tzarovsky, explicó que el objetivo es crecer significativamente, aprovechando la década de trayectoria de la firma y su participación activa en programas clave como GenRen, RenovAr y el actual Mercado a Término de Energías Renovables (MATER). «Contamos con la capacidad técnica, operativa y financiera para ejecutar 100 MW en simultáneo», afirmó Tzarovsky, destacando la estructura integral de la empresa que maneja internamente la ingeniería, construcción y operación.
Hitos operacionales y expansión en el norte
Ambiente y Energía ha demostrado su madurez operativa con logros recientes en el competitivo mercado. Uno de los más notables es la adjudicación de 100 MW con prioridad de despacho plena en el MATER, distribuidos en cuatro proyectos ubicados entre las provincias de Formosa y Chaco.
Continuando su expansión, la compañía ha presentado dos proyectos adicionales en la convocatoria Q3 del MATER, ambos en Formosa: el Parque Solar El Sol de Formosa (21,3 MW) y El Sol de Clorinda (51,2 MW), sumando un total de 72,5 MW adicionales a su pipeline de generación. Este volumen subraya el compromiso de la empresa con la descentralización de la generación limpia.
La eficiencia de Ambiente y Energía se sustenta en su modelo Full EPC, que ofrece soluciones llave en mano con un control de alto estándar técnico. Un diferencial clave es su autonomía operativa: la firma ejecuta sus proyectos con recursos humanos altamente especializados y una flota propia de equipos pesados, hincadoras y vehículos, lo que le permite una respuesta rápida y eficiente en la construcción.
Mirando hacia el futuro de la red, la compañía avanza en la incorporación de sistemas de almacenamiento con baterías. Esta tecnología es crucial para superar la intermitencia inherente a la energía solar, permitiendo complementar sus plantas con energía disponible las 24 horas y mejorando la calidad del suministro.
La apuesta por el almacenamiento se alinea con la creciente demanda de una matriz energética más exigente y la necesidad de soluciones de respaldo eficientes para integrar grandes volúmenes de renovables.
Desafíos y visión de largo plazo
A pesar del panorama favorable para el crecimiento de la demanda—impulsada por la expansión del MATER y la emergencia de la electromovilidad y la inteligencia artificial—Tzarovsky advirtió sobre desafíos estructurales. Entre ellos, mencionó las limitaciones en la capacidad de transporte eléctrico (SADI), la necesidad de estabilidad macroeconómica y la urgencia de mejorar las regulaciones para atraer financiamiento competitivo.
No obstante, la visión de Ambiente y Energía es clara: afianzar su rol como generador independiente y acelerar la transición tecnológica. «El desafío no es solo crecer en megavatios, sino hacerlo de manera eficiente, sustentable y con visión de largo plazo», concluyó Tzarovsky, confirmando el liderazgo de la empresa para ser protagonista en la transformación energética de Argentina.