En un avance crucial para la seguridad financiera digital, Argentina se posiciona a la vanguardia con el lanzamiento de una innovadora red interbancaria equipada con Inteligencia Artificial (IA) conductual. Esta tecnología de última generación promete un cambio radical en la lucha contra el fraude, al ser capaz de identificar y neutralizar posibles estafas antes de que el dinero cambie de manos, protegiendo a los usuarios de una manera que las soluciones tradicionales no podían.

Esta nueva estrategia, denominada «BioCatch Trust Argentina», representa un salto cualitativo al abandonar el enfoque reactivo por uno proactivo y preventivo. Su esencia radica en el análisis en tiempo real del comportamiento digital del usuario y la interacción con sus dispositivos, creando un escudo inteligente que se fortalece con cada operación.
El cerebro detrás de la detección: Patrones que revelan el engaño
El corazón de «BioCatch Trust Argentina» es un modelo de IA que combina más de 3.000 indicadores de comportamiento digital. Esto incluye desde la velocidad y presión al escribir, hasta los movimientos del mouse o la pantalla táctil, los tiempos de respuesta entre clics y las secuencias atípicas de interacción con una aplicación bancaria. Estos datos, aparentemente insignificantes de forma aislada, se tejen para construir un perfil de comportamiento único para cada usuario.
El sistema opera analizando en tiempo real cómo un usuario interactúa con su dispositivo durante una operación bancaria, ya sea desde una computadora o un móvil. Si detecta que una sesión difiere significativamente de los patrones habituales del usuario –por ejemplo, si el mouse se mueve de forma errática o el tiempo de respuesta es inusualmente lento, lo que podría indicar que una persona está siendo manipulada remotamente o que un estafador opera la cuenta—, o si la cuenta receptora de una transferencia comparte características con otras cuentas previamente asociadas a fraudes, se dispara una alerta.
Esta señal de riesgo se comparte de inmediato entre las entidades bancarias participantes en la red, lo que les permite bloquear la transacción y comenzar una revisión exhaustiva antes de que los fondos sean retirados por los delincuentes.

Una de las funciones más destacadas de esta tecnología es su capacidad para combatir las llamadas «cuentas mulas». Estas cuentas, utilizadas por redes de ciberdelincuencia para recibir y mover dinero producto de estafas, son nodos cruciales en esquemas distribuidos que históricamente han dificultado el rastreo y la recuperación de fondos. Al analizar el comportamiento tanto de la cuenta emisora como de la receptora dentro de la red, el sistema puede detectar vínculos y patrones de actividad sospechosos que no serían visibles en operaciones aisladas.
Además, «BioCatch Trust Argentina» está diseñado para actuar incluso cuando el fraude se origina fuera del entorno bancario. Muchas estafas contemporáneas –como falsas inversiones, correos electrónicos comprometidos o engaños sentimentales– manipulan al cliente para que realice una operación, convencido de su legitimidad. En estos escenarios, aunque las credenciales de acceso sean correctas y el dispositivo sea reconocido, la tecnología conductual es capaz de detectar incongruencias sutiles en la interacción del usuario que revelan una manipulación externa.
Seguridad robusta, privacidad respetada y aprendizaje continuo
Un aspecto crucial de esta tecnología es su estricto respeto por la privacidad del usuario. «BioCatch Trust» no accede a datos personales ni a contenidos sensibles. La información que circula dentro de la red está completamente anonimizada y se limita a indicadores técnicos que permiten evaluar el riesgo sin comprometer la identidad o la privacidad individual. La decisión final sobre autorizar o bloquear una operación siempre recae en los motores de decisión de cada banco.
Esta plataforma no se basa en reglas estáticas; por el contrario, aprende continuamente. A medida que se recopilan más señales de diversas operaciones de las instituciones bancarias integradas, el sistema se vuelve más preciso en su capacidad para detectar amenazas emergentes y patrones de fraude desconocidos. En un escenario donde los atacantes modifican sus tácticas con rapidez y combinan la ingeniería social con técnicas automatizadas, esta capacidad de adaptación y mejora constante es fundamental.

Actualmente, bancos líderes en Argentina como Galicia, Santander y Naranja X ya forman parte de esta red pionera. Aunque la iniciativa es reciente en el país, se alinea con una tendencia global que busca reemplazar los enfoques fragmentados contra el fraude por una arquitectura de colaboración entre instituciones. La misma tecnología ya ha demostrado su efectividad en mercados como Australia y se proyecta su expansión a otras regiones con alta actividad digital, consolidando a la IA conductual como una herramienta indispensable en la defensa de nuestra seguridad financiera.