La industria publicitaria argentina está en plena ebullición. Ariel, la reconocida marca de cuidado del hogar, ha encendido el debate con su nueva campaña «Evolución de las Manchas», un proyecto creado de manera íntegra con inteligencia artificial. Esta primicia no solo redefine las fronteras del marketing digital en el país, sino que también nos obliga a reflexionar sobre el impacto de la IA en el futuro del trabajo creativo.

Un hito publicitario impulsado por la IA
La campaña de Ariel, gestada por Anita&Vega, con la producción de Lost Dog (especializada en IA) y la estrategia de medios de Super (@meetsuper), nació de una necesidad clara: resaltar la evolución de las manchas y la eficacia del producto. Lo verdaderamente revolucionario es que ni los ocho personajes principales ni las nueve locaciones del comercial son reales; todo fue generado por IA.
«Trabajar con Inteligencia Artificial para el armado de esta campaña nos permitió poder jugar en tiempo récord con la cantidad de actores, locaciones y tipos de manchas que necesitábamos», comentó Anita Rios de Anita&Vega. Esta agilidad y flexibilidad son innegables ventajas que la IA ofrece, permitiendo una producción más rápida y a menor costo, y abriendo un abanzo de posibilidades creativas antes impensadas.
¿Ventajas para la industria, desafíos para los empleos?
Este paso audaz de Ariel se enmarca en un contexto donde, según la MMA, solo el 25% de la publicidad actual utiliza IA. Es evidente que la adopción masiva está en sus fases iniciales, pero la pregunta clave es: ¿ qué implicaciones tiene esto para los profesionales del sector?
Por un lado, la IA libera a los creativos de tareas repetitivas y de bajo valor, permitiéndoles enfocarse en la ideación y la estrategia de alto nivel. La posibilidad de «iterar durante la filmación» y «crear más», como menciona Carola Garibaldi, Gerente de Marketing de Dreamco, sugiere una optimización y un aumento en la productividad. La IA no solo automatiza, sino que también puede ser una potente herramienta de asistencia, amplificando las capacidades humanas.
Sin embargo, no podemos ignorar la preocupación latente sobre el desplazamiento laboral. Si bien la IA no reemplaza la creatividad humana ni la capacidad de contar historias con empatía, sí puede ejecutar tareas que antes requerían horas de trabajo manual en producción, edición o diseño. ¿Significa esto que se necesitarán menos artistas 3D, menos escenógrafos o menos directores de arte en el futuro?
El futuro colaborativo: La adaptación es la clave
La realidad es que la IA no busca erradicar la creatividad humana, sino complementarla. Aquellos que aprendan a utilizar estas herramientas de forma efectiva y a integrar la inteligencia artificial en sus flujos de trabajo estarán en una posición ventajosa. Esto implica una recalificación profesional constante y una mentalidad de adaptación.
La campaña «Evolución de las Manchas» es un testimonio del poder de la IA en la publicidad. Nos muestra un futuro donde la tecnología puede ser una aliada para la creatividad y la eficiencia. La pregunta no es si la IA va a reemplazar a los trabajadores, sino cómo los trabajadores vamos a colaborar con la IA para crear algo aún más grande y sorprendente. La era de la simbiosis entre el intelecto humano y la inteligencia artificial apenas comienza, y Ariel ya está limpiando el camino.