Las billeteras digitales, que se han convertido en una herramienta masiva para millones de argentinos, enfrentan un nuevo y complejo desafío. Un endurecimiento en las regulaciones del Banco Central (BCRA) ha alterado el equilibrio de liquidez en el sistema bancario, afectando indirectamente el funcionamiento y los rendimientos de los fondos de inversión que dan vida a los saldos remunerados de plataformas como Mercado Pago.

El cambio, implementado a través de nuevas normas para los encajes bancarios, busca «secar» la plaza de pesos para contener la inflación y frenar la suba del dólar. Esta medida, que se aceleró tras el fin de las letras del Tesoro (LEFI), generó una volatilidad inesperada en las tasas de interés y puso en el centro de la escena a los fondos comunes de inversión (money market), los principales vehículos que ofrecen rendimientos automáticos a los usuarios de las billeteras.
Reducción de horarios y volatilidad en las tasas
La nueva regulación ha obligado a los bancos a tener un control más estricto de su liquidez al final del día. Como resultado, la operatoria de los fondos se vio afectada, con algunos administradores limitando los horarios de suscripción y rescate a las 16:30 o 17:00, lo que impacta directamente en el servicio 24/7 que muchos usuarios daban por sentado.
Aunque las grandes billeteras como Mercado Pago han logrado mantener su servicio sin cambios visibles para el usuario minorista, el panorama es complejo. La falta de una tasa de referencia clara, tras el fin de las LEFI, generó una volatilidad extrema en el mercado. En un solo día, las tasas de caución a un día (una referencia clave en el sector) pasaron de un 2% a casi un 150% anual, lo que demuestra la tensión en el sistema.
Cómo es el panorama que viene
El sector de los administradores de fondos está pidiendo al Banco Central que brinde una solución más estable, como una ventanilla de liquidez que permita gestionar los excedentes de dinero de manera eficiente fuera del horario bancario. Además, se observa una tendencia del gobierno a promover la migración hacia liquidaciones en 24 horas (T+1), lo que cambiaría radicalmente la promesa de «rescate inmediato» que hizo tan populares a estos instrumentos.
El informe de la consultora 1816 resalta la magnitud del problema: el encaje efectivo mínimo en cuentas corrientes ha alcanzado el 50%, el nivel más alto en más de tres décadas. La situación pone de manifiesto cómo una decisión macroeconómica puede tener un impacto directo en las herramientas financieras más cotidianas de la gente. El futuro de las billeteras digitales y los fondos remunerados dependerá de si el mercado logra adaptarse al nuevo rompecabezas regulatorio o si el BCRA decide intervenir para estabilizar el sistema.