Cinco meses después del gran apagón del 28 de abril, un informe preliminar del Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas ha puesto el foco en una programación insuficiente de generación síncrona en el sur peninsular como “causa fundamental” del cero eléctrico. El documento, encargado por Endesa e Iberdrola y remitido a ENTSO-E, cuestiona además maniobras operativas de Red Eléctrica de España (REE).
Un “colapso por sobretensión”. El informe introduce este concepto inédito en Europa. Un fenómeno en el que la tensión sube de forma incontrolada al desconectarse generación renovable que opera con factor de potencia constante. Según los cálculos del IIT, el margen de seguridad disponible en la red de 220 kV era de 1.019 MW, pero las desconexiones superaron los 1.600 MW.
Llevado a la práctica sería cuando una planta renovable se desconecta, la tensión sube. Esa subida provoca nuevas desconexiones, lo que hace subir más la tensión, en un círculo vicioso que acaba en el colapso.Como detalla la nota de prensa de Comillas, esa reacción en cascada no tiene precedentes en el continente y muestra que la simple comprobación de que la tensión esté dentro de rango “no basta” para garantizar la estabilidad.
Una red frágil y con poca inercia. El debate no es “renovables sí o no”, sino cómo adaptar la red y cómo se opera en escenarios de alta penetración renovable. El IIT identifica cuatro puntos críticos:
- Poca generación síncrona programada: en Andalucía había solo un grupo de ciclo combinado en marcha, cuando lo habitual eran varios.
- Red débil: a las 9:00 de la mañana estaba desconectado un 35% de la red de 400 kV en las áreas centro y sur.
- Bajísima inercia: en Andalucía cayó a 1,3 segundos, un 35% menos de los 2 segundos recomendados por ENTSO-E.
- Maniobras arriesgada: entre las 12:00 y las 12:30, REE conectó once líneas adicionales para tratar de amortiguar las oscilaciones, pero esas operaciones redujeron todavía más el margen de seguridad.
La cronología de un colapso anunciado. El informe del Gobierno ya había descrito una mañana con “volatilidad atípica”. A las 12:03 se registró una primera oscilación de 0,6 Hz; a las 12:19, otra de 0,2 Hz pero con una amplitud tres veces mayor. Para estabilizar, REE redujo exportaciones y conectó líneas que estaban desconectadas. Lejos de mejorar la situación, la tensión del sistema aumentó. A las 12:26, el operador llegó a ordenar el arranque de una central de ciclo combinado en Andalucía, pero el tiempo de acoplamiento era de más de una hora y media: no hubo margen. A partir de las 12:32 comenzó la reacción en cadena. A las 12:33:19, la península quedó completamente a oscuras.
Choque de relatos. Aquí se abre la grieta entre informes. El Gobierno señaló en junio a REE por una programación deficiente y una “insuficiencia de capacidades de control dinámico de tensiones”. REE, en su propio documento, replicó que fueron varias centrales eléctricas las que no cumplieron con su obligación de absorber energía reactiva, lo que agravó la crisis. Las compañías eléctricas, por su parte, negaron cualquier fallo y acusaron al Gobierno y a REE de “opacidad”.
El nuevo informe del IIT se suma al debate reforzando la tesis de que faltó generación síncrona programada y cuestionando las maniobras operativas del operador del sistema, aunque subraya que el análisis cuenta con el aval de expertos internacionales como Goran Anderson y Pier Luigi Mancarella.
¿Y ahora qué? El IIT recomienda revisar la programación de generación síncrona, reforzar el control de tensión, usar métricas más predictivas y coordinar mejor a todos los agentes. El Gobierno intentó en julio aprobar un decreto “antiapagones” con sanciones, mayor control público y más protagonismo para el autoconsumo, pero el texto naufragó en el Congreso.
Además, la Península Ibérica sigue siendo una “isla energética”, con apenas un 3% de interconexión con Francia, lo que amplifica cualquier error operativo. Por ello, España y Portugal han vuelto a presionar a París para acelerar corredores de interconexión, «hartas de promesas sin calendario”.
Cada vez más cerca. El próximo jueves, la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transmisión (ENTSO-E) publicará su informe factual con la cronología detallada y los datos técnicos definitivos del 28A. Ese documento será la base sobre la que Bruselas y los Estados miembros discutan responsabilidades y medidas.
La historia del 28A todavía no está cerrada. Y el informe de Comillas acaba de reabrirla con un mensaje claro: la transición energética no falla por ser rápida, sino por no reforzar la red y las reglas al mismo ritmo.
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La noticia
Cinco meses después seguimos descubriendo cosas sobre el apagón en España. Y cada vez son peores noticias para Europa
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Xataka
por
Alba Otero
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