Día de playa. La arena quema, el sol aprieta y mientras buscas una canción en Apple Music compruebas que algo va mal. El móvil va algo más lento de lo habitual y al final se acaba apagando. No sería algo normal en otras circunstancias, pero sí en un ambiente playero.
Y de ese modo, lo que empezó como un día de disfrute acaba siendo una pesadilla. Aunque puede que el iPhone no esté roto (o no del todo), sí conviene prestar atención al uso que hacemos de él. Aplicando unas sencillas recomendaciones podrás evitar cualquier susto.
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Nada de tenerlo al sol durante horas
Imagen generada con DALL-E 3
Suena obvio, pero a veces tendemos a olvidarlo. Es muy tentador eso de estar tirado en la arena mientras leemos algo en el iPhone o simplemente dejamos que el algoritmo de la red social de turno nos vaya dando entretenimiento. Sin embargo, el calor es el mayor enemigo del iPhone y puede apagarse e impedir que sigamos usándolo.
Si ya el calor de por sí hace que no sea recomendable tenerlo al sol, aunque sea sin usarlo, cuando encima estamos haciendo uso de él la cosa empeora. Por bajo que sea el consumo que hagamos, el procesador está trabajando y requiriendo recursos a la batería. Con ello ya tenemos activos los dos componentes que más se calientan. Así que si puedes, evita usarlo, salvo casos excepcionales.
Olvídate de cargarlo en estas circunstancias
Todos podemos despistarnos, no haber cargado el iPhone, salir de casa y llegar a la playa con un 10% de batería. En esta tesitura, salvo que de verdad necesitas tenerlo encendido, conviene no cargarlo para evitar que se sobrecaliente en exceso.
Siguiendo lo que ya comentábamos en el anterior apartado, el calor puede ser muy perjudicial para el iPhone. Y si ya de por sí el ambiente es cálido y encima le sumas un extra de calor que viene de una powerbank, el resultado puede ser desastroso.
No lo uses con las manos mojadas o llenas de arena
Quizás estés en un chiringuito o bajo una sombrilla y el calor no sea un problema para el iPhone. Y sí, en esa circunstancia el uso podría no ser perjudicial, pero aquí las culpables podrían ser tus manos. La arena se impregna con suma facilidad a nuestras manos y también en el iPhone.
Por ínfimo que sea, cualquier grano de arena puede colarse al interior del iPhone a través del puerto de carga o los altavoces. Sobra decir que en esa circunstancia se podría estropear la circuitería interna y obligarte a reparar el iPhone. Y no, no lo cubriría la garantía. Y lo mismo sucede con el agua si tienes las manos mojadas o estás muy cerca de la orilla.
No lo mojes o utiliza una funda especial
Hace años que los iPhone cuentan con certificación que les protege frente al agua, pero hay letra pequeña. Esa protección no es eterna y hay circunstancias en las que podría entrar agua en el interior y estropear el iPhone. Para colmo, la garantía de Apple no cubrirá ese tipo de reparaciones.
Por tanto, el mejor consejo es que no solo no lo introduzcas dentro del mar, sino que tampoco lo toques con las manos mojadas o lo acerques a la orilla, ya que la humedad podría también entrar dentro y estropear la circuitería. Usar una funda protectora especial podría ser lo más adecuada. Sirven esas que son una especie de bolso hermético.
Cómo limpiarlo cuando vuelvas a casa
Si a pesar de todas las precauciones tu iPhone ha estado expuesto a arena o agua, es importante limpiarlo correctamente nada más llegar a casa. Para ello conviene que sepas cómo NO debes limpiarlo: no uses aire comprimido, ni secadores, ni productos de limpieza agresivos. Tampoco lo sumerjas en agua para quitarle la arena o la sal, aunque sea resistente al agua.
Lo más recomendable es utilizar un paño suave ligeramente humedecido con agua o un producto especial y así eliminar restos de sal o humedad. Si crees que ha entrado algo de arena en el puerto de carga o los altavoces, no intentes rascar, ni meter objetos como palillos o agujas, dado que podrían dañarse componentes internos.
Basta con agitar suavemente el dispositivo con la abertura mirando hacia abajo para intentar expulsar los restos. Para el secado completo, déjalo en una zona bien ventilada y a temperatura ambiente, sin exponerlo al sol ni colocarlo cerca de fuentes de calor. Si se ha mojado, Apple recomienda esperar al menos 30 minutos antes de cargarlo y hasta 24 horas si crees que aún queda humedad interna.
El mejor consejo: no lo lleves a la playa
Por todo lo comentado, lo mejor es evitar llevar el iPhone a la playa. Y si no quieres dejarlo en casa, dejarlo en el coche, aunque con seguridad. No lo pongas a la vista de los transeuntes para evitar que puedan romper el cristal para robarlo.
Puedes introducirlo en la guantera u otro compartimento en el que no le de el sol directamente para así evitar que se caliente. De ese modo podrás también despreocuparte de meterte en el agua con miedo a que alguien se acerque a tu toalla y se lleve el iPhone.
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La noticia
Cómo llevar el iPhone a la playa y que no acabe lleno de sal y arena o apagado por el calor extremo
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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