No podemos comenzar esta reseña sin señalar lo obvio. En 2025, y luego de años de histórica rivalidad y decenas de similitudes, los nuevos juegos de Digimon y Pokémon se encontrarán en las tiendas con apenas un par de semanas de diferencia. Digimon Story: Time Stranger y Pokémon Legends: Z-A tendrán una batalla en la que, sea como sea, todos los que crecimos en los noventa salimos ganando. En esta ocasión toca adentrarnos al Digimundo, con uno de los juegos más ambiciosos de la icónica saga de Bandai Namco, una propuesta atrevida y emocionante, con una buena dosis de nostalgia. ¿Vale la pena cruzar la puerta al mundo digital? Aquí te lo decimos.
¡De regreso al Digimundo!
Casi 10 años después de su histórico lanzamiento en occidente, Digimon Story regresa a las consolas para dar un paso firme entre los fanáticos de las mascotas virtuales. Digimon Story: Time Stranger es una carta de amor a todos los que pasamos nuestras tardes frente a la televisión viendo las aventuras de los niños elegidos; un viaje fantástico por lugares extraordinarios, con un toque de drama que nos recuerda lo hermoso que es el anime. Y no, esto no es una conclusión, pero es lo que necesitan escuchar los fans de Digimon.
Sin adentrarse en la siniestra narrativa de Digimon Survive, y apostando por dinámicas de juego simples y entretenidas, Time Stranger es el punto de partida perfecto para adentrarse a la franquicia, conocer a sus personajes más emblemáticos y encontrarse con un mundo que, históricamente, ha sido relegado por culpa de la enorme huella que dejan Pikachu y compañía. No estamos ante la revolución del género, pero sí ante un juego que deja en claro todo lo que Digimon significa para una generación.
La nueva historia de Digimon Story nos coloca en medio de un Japón que ha sido devastado por un evento conocido como el Infierno de Shinjuku, una catástrofe con repercusiones tanto en el mundo real como en el Digimundo. Los jugadores tomaremos el control de un agente secreto que ha sido desplazado ocho años al pasado, y aunque todo parece indicar que nos encontramos en una típica misión para prevenir el gran desastre, la realidad es que cada movimiento altera más y más el futuro que creemos conocer.
Digimon Story: Time Stranger es un viaje de nostalgia para los que crecimos con Agumon y compañía en la televisión
Aunque en apariencia la aventura es un pretexto para explorar el mundo digital y atrapar criaturas, lo que hace especial a Digimon Story es la sinergia entre la ciencia ficción y el drama adolescente. Típico de Japón, el héroe o heroína de la historia, no ha terminado la prepa, pero tiene que estar listo para todo tipo de situaciones extraordinarias. Desde enfrentar la crudeza de una guerra, seguir la vida tras perder a un ser querido o asombrarse por las similitudes, buenas y malas, de Digimon y humanos.
El vehículo de la historia es un personaje sin nombre y cuya identidad puede cambiar en cualquier momento, con tres respuestas para todo y ni un solo diálogo. Una idea que funciona por el compromiso que podemos tener con la historia, pero que pierde la oportunidad perfecta para presentar un personaje original, justo como los que vimos en Survive.
De cualquier forma, los personajes secundarios aportan lo necesario para mantener nuestro interés, entre historias de amor y venganza, hasta conflictos más realistas que pueden ir de la aceptación personal a superar la pérdida de un ser querido. Siempre lo olvidamos, pero Digimon es más maduro de lo que seguro recuerdas, y este juego aprovecha esa libertad.
Si quieres un RPG con una historia emocionante, estás en el lugar correcto. Y aunque no es el RPG más importante del año, sí que tiene lo suyo para disfrutar entre cada cinemática del mega dramón adolescente. Eso sí, nos parece que las comparaciones con Persona fueron demasiado, y aunque lo intenta, estamos lejos de la exquisitez de Atlus. Sea como sea, hay dos cosas que debes tener en cuenta: vas a necesitar mucho tiempo libre para disfrutarlo al máximo, y en el gameplay hay cambios importantes respecto a Cyber Sleuth y Hacker’s Memory.
Digimon: cerca de Persona, lejos de Pokémon
En su momento, lo que más disfrutamos del viaje por Digimon Story en PS4 y PS Vita fue el sistema de crianza, entrenamiento y evolución de los Digimon. La comparación, aunque molesta, es obvia: Pokémon. Pero ojo, porque lo que Game Freak hace tedioso y agotador, en Media Vision lo han trabajado de forma simple y ágil… aunque con un grado más de dificultad en relación a los juegos anteriores.
En Digimon la evolución no es lineal, así que tienes varias opciones disponibles por criatura, y es posible ir y venir entre evoluciones, con el fin de alterar las estadísticas bases de un Digimon. Es así como Agumon puede convertirse en el clásico Greymon o terminar como un extraño pero poderoso Tyrannomon. En Time Stranger las evoluciones dependen de las estadísticas, personalidad y atributos del agente, y todas estas opciones se pueden visualizar en tu Digivice. Claro que no podrás ver algunas transformaciones y tendrás que apostar por el misterio… o cargar una partida si no te convenció el cambio.
A pesar de lo anterior, la gran diferencia con Pokémon es que, tanto los atributos de cada criatura, así como su personalidad, pueden ser modificados de forma puntual. Para la naturaleza o personalidad tenemos la posibilidad de entablar pequeñas conversaciones con los Digimon en donde una pregunta cambiará su identidad, lo que se traduce en beneficios para ciertos atributos en combate. Por otro lado, tenemos la Digi Granja, un espacio virtual en el que podemos entrenar estadísticas particulares en lapsos de tiempo determinados por la máquina.
La Granja ofrece menos libertad para transformar los Digimon, pues ahora solo es un espacio dedicado a todos los stats, con un control más estricto para no romper el juego. Aún así, es mucho más simple enfocar un entrenamiento en crecer Ataque o Defensa, que esperar a enfrentar decenas de enemigos para subir un nivel. Y, lo mejor de todo, es que puedes dejar a los Digimon en la granja y continuar con la aventura. Eso sí, llegar a la granja no es tan sencillo como lo era en PS4, pero no tardarás mucho en recordar estos puntos clave en el mapa.
Igual que en los juegos anteriores, la captura de Digimon se realiza a través de la recolección de datos, o sea, enfrentado en múltiples ocasiones a la criatura que deseas sumar al equipo hasta conseguir un 100% de información o hasta un 200% si queremos una bestia más fuerte. Y aunque podemos querer mucho a los Digimon, en el juego son solo información digital, así que parte del proceso de crecimiento incluye “sacrificar” criaturas materializadas para darle más fuerza a un Digimon en específico.
Vinculado a los puntos anteriores, Time Stranger presenta un árbol de habilidades dedicado al protagonista, mismo que nos llevará por una serie de atributos que dan más fuerza, vitalidad y potencia a los Digimon de cierta personalidad o a los ataques especiales. Los puntos de habilidad se consiguen a través de las misiones principales y secundarias, y aunque las ramificaciones no son muy extensas, es obligatorio pasar por éste árbol para acceder a ciertas evoluciones.
Hasta pasadas las primeras 15 horas, el juego nos dejó disfrutar con más libertad la experiencia
Una vez que entiendes cómo conseguir a ese Digimon que siempre soñaste, es momento de enfrascarse en los combates por turnos. Nada del otro mundo si juegas RPGs, pero hay un par de cosas que debes tener en cuenta. Aquí tienes seis criaturas listas para la pelea, tres que inician y tres de respaldo, además hay espacio para tres aliados, que se pueden sumar según avanza la trama. La dificultad no es una locura, pero si pierdes tendrás que reintentar hasta ganar, bajar la intensidad o regresar a tu último punto de guardado.
Siguiendo la misma línea de la crianza, Digimon agiliza las cosas más tediosas en favor de un gameplay más dinámico y menos aburrido. La velocidad de la batalla se puede incrementar hasta x5 con el fin de no ver todas las animaciones de ataque una y otra vez, lo que es especialmente bueno en combates largos contra jefes de nivel. También puedes dejar el piloto automático en las batallas, pero eso sí le quita el encanto… a menos que estés leveleando. Y al explorar las zonas con Digimon puedes desde evitar encuentros al moverte con cautela, hasta atacar por sorpresa antes de que inicie el combate, y garantizar una ventaja inicial.
Las peleas, son más vistosas que en otros juegos con monstruos de bolsillo, pero pueden sentirse tediosas con el paso del tiempo. En nuestro caso, sentimos que hasta pasadas las primeras 15 horas, el juego nos dejó disfrutar con más libertad la experiencia, y por fin pudimos experimentar con más criaturas en combate. Sin embargo, el diseño del juego está construido en favor de la historia, por lo que cuesta más trabajo armar un equipo de ensueño o avanzar niveles de ventaja respecto a los enemigos. No fue nuestra decisión favorita, pero son más las cosas buenas.
Hablando de los combates, nos encontramos con un juego de estrategia que puedes enfrentar de dos formas: poniendo atención hasta al más mínimo detalle para realizar ataques contundentes y efectivos, o poniendo toda tu fe en ese Digimon que amas desde los 6 años y que vas a desarrollar hasta que no pueda subir un nivel más. Recomendamos ambos modos para una experiencia que vaya de la nostalgia a la maestría Digimon, aunque rápidamente te darás cuenta de lo que te conviene hacer en una batalla.
Enfocándonos en la parte con más estrategia, debes considerar el clásico piedra, papel y tijera entre los Digimon virus, datos y vacuna, así como las debilidades elementales de cada criatura. En una batalla, basta con presionar el gatillo izquierdo para analizar estos datos en el rival y seleccionar al mejor Digimon de tu equipo para el combate. Igual que en otros juegos del género, debes considerar si el ataque es físico o mágico, así como las estadísticas de cada Digimon y las del rival. Si eres nuevo en la saga, el prueba y error será crucial, pero rápidamente identificarás cómo funciona cada Digimon o que suele hacer mejor tu criatura favorita.
El agregado más importante en las batallas, al menos en la dinámica principal, tiene que ver con el Arte X, una jugada especial que ejecuta el agente en beneficio de sus compañeros Digimon en batalla. La ejecución nos recuerda a los clásicos supers de los juegos de pelea, por lo que tienes que acumular varios ataques específicos contra el rival para cargarla y usarla en el momento indicado. Dicha acción dependerá del arte ejecutado, las cuales se pueden desbloquear por medio del árbol de habilidades. Igual que los ataques normales de cada criatura, debes usarla con inteligencia o puede que no tenga un efecto considerable en la batalla.
Por más interesante que sea la historia, la magia está en ver crecer a los monstruos que vimos en el anime
En una dificultad intermedia, las batallas no fueron difíciles, pero sí largas y, en algunos casos, bastante tediosas. Un típico ida y vuelta que se podía extender con ayuda de objetos para recuperar vida y revivir monstruos. Se nota que el juego quiere ir a su ritmo, lo que podría ser cansado después de unas horas. Una vieja queja del género, pero que, a nuestro parecer, se resolvía mejor bajo las reglas de Cyber Sleuth.
Y siguiendo con las quejas, hay varios puntos que destacar. El ritmo de la historia, aunque aceptable, repite escenarios constantemente y abusa un poco de su premisa con viajes en el tiempo para extender algunos capítulos. Pero, lo peor, es nuestro colega de ADAMAS, que expone argumentos de forma tendenciosa, nos recuerda nuestras penas e interrumpe el avance con información que no aporta nada.
A la repetición de eventos narrativos se le suma un mundo que, definitivamente, no está a la altura de la generación. Aunque el juego luce bien, es imposible no pensar que estamos ante un título que parece sacado de PS3: animaciones acartonadas, NPC sin rostros, calles con poca vida y nula atención a la iluminación, sombras y reflejos. Las peleas son lo que mejor se ve en todo el juego, pero hay muchas áreas de oportunidad en el apartado técnico.
Y quizá lo más importante: le falta mucha atención a la interfaz de usuario. Digimon Story es un juego con pocas opciones de personalización. Se sufre un poco con los fondos de los subtítulos, así como con la nula posibilidad de modificar los atajos predeterminados. Pero donde más se necesita un cambio urgente es en los menús de los Digimon, es absurdo que tengamos que salir de una pantalla a otra para una evolución, colocar un objeto o agregar datos a una criatura.
La interfaz de la granja no solo se ve vieja, desplazarse por ella es lento y poco intuitivo. Incluso el árbol de habilidades no es del todo claro y en batallas nunca pudimos cambiar un monstruo debilitado por otro en un turno diferente al que lo perdimos. Las mejoras en la calidad de vida no le quitan peso a la dificultad, y deben ser una prioridad para los desarrolladores… incluso para después del lanzamiento.
Así se ve el Digimundo… en PS3
A nivel técnico estamos ante un juego cumplidor, pero lejos de los estándares más altos de PS5 o Xbox Series. Gráficos que se ven bien para imitar un anime y música que acompaña de forma efectiva las batallas y momentos de tensión. Todo tiene un amplio margen de mejora, pero al menos el desempeño es estable. Eso sí, la armonía entre el protagonista y el escenario no existe, y mejor lo hicieron intangible para los NPC, lo que rompe un poco con la recreación de Japón. Por otro lado, los paisajes con Digimon, que pueden estar llenos de referencias, se pierden cuando nuestros acompañantes irrumpen la toma con sus enormes cuerpos.
Time Stranger incluye voces en inglés y japonés, con subtítulos en español neutro, los cuales heredan el buen trabajo de Digimon Survive en el nombre de los ataques especiales que escuchamos en la animación. Hay pocos diálogos en general y, por alguna razón, el protagonista suele mover la boca aunque nunca habla. Nos quedamos con las ganas de ver un juego más cinemático, pero con Digimon se avanza poco a poquito.
¿Vale la pena Digimon Story: Time Stranger?
Digimon Story: Time Stranger es un viaje de nostalgia para los que crecimos con Agumon y compañía en la televisión. Y eso es lo que busca evocar el juego en cada uno de sus capítulos y con sus más de 400 criaturas. Por más interesante que sea la historia y sus modos de juego, la magia está en ver crecer a los monstruos que vimos en el anime. Si eres fan de Digimon, Time Stranger vale la pena por completo, y no te vas a arrepentir de darle una oportunidad. Si estás buscando el RPG del año, hay otras opciones allá afuera, pero con un buen descuento o por mera curiosidad, Digimon Story tiene mucho que ofrecer, y da un paso seguro en relación con su enorme rival.
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La noticia
Digimon Story Time Stranger no es un clon de Persona, pero hace lo suficiente para superar a Pokémon en su propio juego. Reseña del nuevo Digimon para PS5, Xbox Series y PC
fue publicada originalmente en
3DJuegos LATAM
por
César Ovando
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