Si hay algo que marcó a toda una generación de fans de Dragon Ball fue el Super Saiyajin 4. La transformación emblemática de Goku durante Dragon Ball GT fue tan impactante como polémica, no solo por su estética completamente distinta al resto de las fases, sino por su origen alejado de lo que conocíamos como “canon”. Pero lo que pocos saben es que Akira Toriyama, el creador de la franquicia, no tuvo nada que ver con su diseño.
El origen del Super Saiyajin 4
Para entender esto, hay que remontarnos al contexto de Dragon Ball GT. La serie fue una continuación directa de Dragon Ball Z, producida por Toei Animation, pero sin la participación directa de Toriyama. De hecho, es bien sabido que el mangaka no estaba muy convencido de hacer una nueva serie en ese momento y dejó en manos del estudio la dirección creativa de la historia y sus personajes.
Es ahí donde entra Katsuyoshi Nakatsuru, uno de los diseñadores de personajes más importantes en el universo de Dragon Ball. Nakatsuru fue el responsable de concebir la fase 4 del Super Saiyajin. Lejos de la imagen que vimos en la televisión, su diseño original tenía un enfoque completamente distinto: mucho más serio, más sobrio y, sobre todo, con una paleta de colores diferente.
El Super Saiyajin 4 que imaginó Nakatsuru no vestía la piel rojiza tan característica que todos recordamos. En su lugar, el diseñador optó por un tono gris oscuro, una decisión que le daba un aire más maduro y dramático al personaje. Los detalles eran más sobrios: ojos con un delineado más agresivo, cabello con matices más naturales y una postura mucho más imponente, casi felina. Era un Goku que había evolucionado desde lo salvaje del Oozaru dorado, pero que mantenía un aura de contención más que de explosividad.
Sin embargo, como suele suceder en producciones con múltiples niveles de decisión, el diseño original de Nakatsuru fue modificado. Toei decidió cambiar los colores, suavizar algunos rasgos y darle un toque más espectacular, acorde con el tono general de la serie. Así nació el Super Saiyajin 4 que finalmente conocimos: rojo, musculoso y llamativo, pero menos enigmático que su versión conceptual.
El regreso del Super Saiyajin 4 en Dragon Ball Daima
Décadas después, con el estreno de Dragon Ball Daima, el diseño de Nakatsuru finalmente se volvió canon. La transformación que vemos en el último anime de Akira Toriyama retoma la esencia del Super Saiyajin 4 original: la paleta de colores, la mirada profunda y ese aire de poder exepcional y slavaje que pudimos ver en GT.
Esta recuperación del diseño de personaje de Nakatsuru es, de alguna forma, un acto de justicia estética. El Super Saiyajin 4 siempre fue una transformación divisiva: amada por unos, rechazada por otros. Pero con Daima ha encontrado una segunda vida, ahora de forma canonica. No es la versión de Toriyama, porque Toriyama nunca quiso hacerla, pero sí es una de las interpretaciones más fascinantes dentro del extenso multiverso de Dragon Ball.
Así, el Super Saiyajin 4 pasa de ser un simple “nivel más” en la escala de poder, a convertirse en una pieza clave del legado visual y narrativo de la franquicia. Irónicamente, su creador no fue quien todos pensábamos. Y quizá por eso mismo, sigue siendo una de las transformaciones más intrigantes y comentadas de toda la saga.
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Dragon Ball GT: Akira Toriyama no diseñó al Super Saiyajin 4 y su versión original era muy distinta a la actual
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3DJuegos LATAM
por
Ayax Bellido
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