No solemos pensar en el avión cuando compramos un billete. Pensamos en el destino, en el presupuesto, en la hora de salida. Pero dentro de unos años, algo podría hacerte detenerte un segundo más en el modelo que aparece junto al número de vuelo. Porque ese trayecto podría hacerse a bordo del nuevo Boeing 777X (en una de sus variantes, 777-8 o 777-9), una aeronave diseñada para marcar el futuro del largo radio: más eficiente para las aerolíneas, más cómoda para quienes viajan.
El 777X no llega en un momento cualquiera. Boeing lo desarrolla con un objetivo muy claro: reforzar su posición en un segmento estratégico que durante años dominó sin discusión. El resultado no es una ruptura con el pasado, sino una evolución calculada sobre uno de sus mayores aciertos. Con esta nueva generación del 777, la compañía busca responder a una demanda creciente de eficiencia, alcance y capacidad sin renunciar a lo que ya funcionaba.
Ficha técnica del Boeing 777X
Boeing 777-8 |
Boeing 777-9 |
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Lanzamiento del programa |
Noviembre de 2013 |
Noviembre de 2013 |
Plazas (configuración típica de dos clases) |
395 |
426 |
Alcance |
16.190 km |
13.500 km |
Longitud |
70,86 m |
76,72 m |
Envergadura |
Extendido: 71,75 m En tierra: 64,85 m |
Extendido: 1,75 m En tierra: 64,85 m |
Cabina |
Más ancha; nueva arquitectura personalizable; incorpora innovaciones de confort del 787 Dreamliner |
Más ancha; nueva arquitectura personalizable; incorpora innovaciones de confort del 787 Dreamliner |
Configuración |
Doble pasillo (widebody) |
Doble pasillo (widebody) |
Motor |
GE9X |
GE9X |
Precio aproximado |
Desde 410 millones de dólares (eplaneai) |
Desde 442 millones de dólares (eplaneai) |
El diseño del 777X no solo es nuevo: responde a una idea muy clara de eficiencia y escala
Desde la distancia, el 777X parece familiar. Su silueta recuerda a la de otros aviones de fuselaje ancho. Pero basta con acercarse para notar las diferencias. Las alas, más largas de lo habitual, se curvan con elegancia hasta terminar en unas puntas plegadas que llaman la atención incluso antes del despegue. Los motores, enormes, dominan la vista lateral del avión.
Las alas del 777X no solo son las más largas que Boeing haya montado jamás en un avión comercial. También son las más novedosas. Están fabricadas en material compuesto, como las del 787 Dreamliner, y se extienden hasta superar los 71 metros de envergadura. Para evitar problemas en los aeropuertos, sus extremos se pliegan cuando el avión está en tierra. Es un gesto sutil, pero que esconde una de las decisiones más complejas del diseño: cómo ganar eficiencia sin limitar su acceso a puertas de embarque.
Es imposible mirar el 777X sin fijarse en sus motores. Los GE9X no solo son los más grandes que se han instalado en un avión comercial: también están entre los más eficientes. Con un ventilador de 3,4 metros de diámetro y álabes de fibra de carbono, cada uno de ellos concentra más de una década de desarrollo tecnológico. El resultado es un motor que consume un 10% menos que el GE90-115B, reduce el ruido y cumple de sobra los límites de emisiones establecidos para su clase.
Una de las grandes promesas del 777X está en su interior. Aunque el fuselaje mantiene el mismo ancho exterior que sus predecesores, Boeing ha rediseñado la estructura interna para ganar espacio útil. El techo es más alto, la iluminación más suave y el ruido de fondo sensiblemente más bajo. También se ha mejorado la humedad del ambiente y se ha reducido la altitud de cabina, dos factores que no se ven pero que pueden marcar la diferencia en vuelos de muchas horas.
El cambio no se limita a lo que ven los pasajeros. En la cabina de mando, el 777X introduce por primera vez en la aviación comercial pantallas táctiles integradas, un sistema que reemplaza parte de los controles físicos tradicionales por una interfaz más limpia y flexible. El entorno recuerda al del 787 y mantiene muchas similitudes con el del 777, lo que facilita la transición para las tripulaciones.
Nada de todo esto ha ocurrido rápido. Cuando Boeing presentó el 777X en 2013, la primera entrega estaba prevista para 2020. Años después, ese horizonte sigue sin materializarse. Las pruebas de vuelo continúan, los procesos de certificación se han endurecido y las primeras entregas no se esperan antes de 2026, con márgenes cada vez más estrechos. Para Boeing, este no es un simple proyecto: es una oportunidad que no puede permitirse desaprovechar.
Mientras que la legendaria compañía estadounidense apura los plazos del 777X, Airbus gana terreno en el mundo. En China, por ejemplo, está a punto de cerrar un pedido masivo. Según SCMP, podrían ser hasta 500 aviones. Y estamos hablando del mayor mercado de aviación del mundo. En ese contexto, como decimos, el 777X no es solo un nuevo avión: es una apuesta estratégica con la que Boeing está jugándose parte de su futuro.
Imágenes | Boeing (1, 2, 3, 4, 5) | Palácio do Planalto/Alan Santos (CC BY 2.0) | lamblukas (1, 2, 3, 4)
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La noticia
El 777X es la gran apuesta de Boeing para volver a la cima: alas plegables, cabina rediseñada y el motor más grande del mundo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
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