El creciente fenómeno de emprendedores argentinos que importan productos para revender está generando una inesperada demanda en el sector logístico. Con miles de pequeños y microempresarios trayendo mercadería del exterior, sus hogares se han transformado en improvisados depósitos, invadiendo livings y pasillos, y dando origen a una solución innovadora: los depósitos flexibles.

El auge de las plataformas de e-commerce y las facilidades para importar han democratizado el acceso a productos de todo el mundo. La Secretaría de Comercio reportó que, solo en el primer cuatrimestre de 2025, se registraron más de 402.000 envíos vía courier con fines comerciales, alcanzando los US$59,8 millones. Esta cifra es más del doble de lo importado en todo 2024, destacando el dinamismo en bienes de consumo y capital. Abril marcó un récord mensual con 141.000 envíos, impulsados por la ampliación del régimen de pequeños envíos, que permite importar hasta US$3.000 y 50 kilos sin necesidad de CUIT o domicilio fiscal electrónico, simplificando la operación para emprendedores informales.
Este crecimiento explosivo ha puesto en evidencia un problema práctico: ¿dónde guardar todo ese stock?
«Muchos de nuestros clientes comenzaron importando pequeñas cantidades de productos para revender desde sus casas. Pero cuando el volumen crece, el hogar ya no alcanza, y ahí es donde nuestros espacios modulares marcan la diferencia», explicó una vocera de Working Depot, una de las empresas que lidera esta nueva tendencia.
La respuesta del mercado. Cuáles son las soluciones logísticas a medida
Ante la saturación de los espacios personales, los emprendedores están buscando alternativas. La demanda se concentra en depósitos medianos, ubicados estratégicamente, con contratos adaptables, seguridad 24/7 y acceso sencillo. Esto contrasta con los alquileres comerciales tradicionales, que suelen ser más rígidos y costosos.
Working Depot emerge como un jugador clave en este nicho. La compañía ofrece espacios de almacenamiento que van desde lockers hasta unidades de varios metros cuadrados, con la flexibilidad de contratación por semanas o meses. Los precios inician en $25.000 mensuales para lockers pequeños y pueden superar los $80.000 para unidades tipo box, ideales para grandes volúmenes de mercadería.
«Pensamos Working Depot como un negocio 360 porque no ofrecemos solamente alquilar un depósito: brindamos un entorno seguro, limpio y diseñado para que el emprendedor pueda organizar su mercadería sin estrés y con libertad de acceso todos los días del año», añaden desde la empresa.
Un Ecosistema para el Emprendedor Digital
Ubicado en Villa Maipú, a minutos de CABA y Zona Norte, Working Depot va más allá del simple almacenamiento. Su propuesta incluye depositos de diferentes tamaños, oficinas, salas de reunión y epacios de coworking, estudio fotográfico y servicios de logística y armado de pedidos.
Con tecnología propia, atención personalizada y acceso 24/7, la gestión de toda la operación se simplifica a través de una aplicación móvil, permitiendo a los emprendedores escalar sus negocios sin la carga de estructuras fijas. Actualmente, más de 150 marcas ya confían en este modelo.
El boom de las importaciones emprendedoras no solo está redefiniendo el comercio minorista, sino que también está impulsando un sector logístico innovador y flexible, indispensable para el crecimiento de la nueva economía digital argentina. Para más información ingresá aquí