La provincia de San Juan se está consolidando como un hub productivo de pistacho, albergando un impresionante 90% de la superficie cultivada de este fruto seco en toda Sudamérica. Este crecimiento no es solo agrícola; es un claro reflejo de inversión tecnológica y visión emprendedora que está redefiniendo el panorama del sector agroindustrial en la región.

Con más de 7.000 hectáreas plantadas, San Juan se prepara para un salto cualitativo en los próximos cinco años, aunque la mayor parte de estos cultivos —menos del 14%— aún no ha alcanzado su madurez productiva. Marcelo Nemirovski, vocal de la Cámara de Productores de Pistacho, subraya la naturaleza de esta inversión: «Recién a los 5 o 6 años las plantas entran en producción y se alcanza un nivel óptimo a los 10 años». Esto posiciona a los inversores sanjuaninos como ejemplos de paciencia y estrategia a largo plazo en el mundo empresarial.
Tecnología de vanguardia impulsa la producción y proyección global
Las variedades predominantes, como Kerman, Golden Hills, Lost Hills y Sirora, son las elegidas por su adaptación fuera del mercado asiático. Aunque Argentina produce actualmente entre 1.000 y 1.200 toneladas anuales (con un 60% destinado a exportación), el crecimiento de la demanda es innegable. Nemirovski recuerda cómo el pistacho pasó de ser un producto casi desconocido hace tres décadas a ganar enorme popularidad post-pandemia, impulsado por su uso en helados, alfajores y postres.
La clave de este desarrollo reside en la alta tecnificación del proceso. Desde avanzados sistemas de riego por goteo hasta la cosecha mecánica y modernas plantas procesadoras, la inversión en tecnología es una constante. «Todo el proceso está tecnificado… se requiere maquinaria, capacitación y certificaciones en cada etapa», explica Nemirovski. Este enfoque atrae a una nueva generación de emprendedores jóvenes que ven en el pistacho una oportunidad de negocio sostenible y tecnológicamente avanzado.
El «Efecto TikTok» y el impacto en el e-commerce argentino
El reciente «boom del pistacho» en el consumo masivo se desató a fines de 2023 gracias a una barra de chocolate viral de Dubái, que acumuló más de 120 millones de visualizaciones en TikTok. Este fenómeno global tuvo un impacto directo en Argentina, donde marcas como Havanna y Lucciano’s lanzaron rápidamente sus propias versiones de productos con pistacho, agotando stock en horas y generando ventas récord. Christian Otero, CEO de Lucciano’s, destacó que su alfajor de pistacho superó las 100.000 unidades vendidas en el primer fin de semana, evidenciando la capacidad de adaptación y respuesta del empresariado local.
El impacto trascendió al mundo digital. Datos de Tiendanube revelan un crecimiento exponencial en el e-commerce argentino: la facturación de productos relacionados con el pistacho aumentó un 105% en el último mes, las ventas un 84% y las órdenes de compra un 81%, con un ticket promedio de $31.230. Esta tendencia incluso se extendió a segmentos inesperados como la indumentaria.
Con una clara proyección de abastecer el consumo interno en los próximos años y la consolidación de sus procesos tecnológicos, San Juan no solo lidera la producción de pistacho en Sudamérica, sino que se posiciona como un modelo de emprendedurismo agro-tecnológico con visión de futuro.