
La Xbox original se trató del primer intento de Microsoft por entrar al mercado de los videojuegos. ¿Cómo resultó todo? Fue un éxito moderado con un poco más 24 millones de unidades vendidas. Sin embargo, esta consola introdujo funciones que, en la actualidad, son estándar de la industria, como el juego en línea y los discos duros internos.
Otra cosa más que identificó a la primera Xbox fue su enorme control, al que los fans apodaron de cariño como «The Duke«. Aunque con el tiempo se fue haciendo más pequeño, este gigante incluía muchas funciones, unas para bien y otras para mal. En ese sentido, este mando contaba unos puertos visibles que muy pocos aprovecharon y los cuales tenían diferentes utilidades.
La función de los puertos del control de la primera Xbox
Estas entradas se encontraban en parte superior del control, justo entre los gatillos y los botones y un poco arriba del cable conector. En general, estos puertos servían para para conectar accesorios externos, siendo el más popular los audífonos con micrófono para comunicarse al jugar títulos con Xbox Live.
Por otro lado, los puertos de control de la primera Xbox también funcionaban con una memoria especial. Gracias a esta tarjeta, cada usuario podía ir a jugar a la casa de alguien más, ya que podía conectar la memoria en la ranura de otro mando que almacenaban sus partidas, su progreso y su perfil.
Xbox pensó en más funciones
Microsoft quería que los puertos en su primer control fueran una especie de USB con compatibilidad universal. La compañía puso sobre la mesa algunas ideas que nunca llegaron como: módulos de vibración avanzados, adaptadores para simular resistencia mecánica en los gatillos o una mini pantalla LCD extraíble, como en la Dreamcast.
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La noticia
El control del Xbox original era horrible y tenía dos puertos que nadie usaba: tenían una función muy valiosa
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3DJuegos LATAM
por
Irvin Escalona
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