En los ochenta se vivió el boom de las películas de acción con actores como: Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Harrison Ford. Por sólo mencionar, durante esa época se estrenaron clásicos del cine como: Rambo: First Blood, The Terminator, Die Hard, e Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark. Aunque los tiempos han cambiado, son producciones inolvidables y de vez en cuando, los actores sueltan una curiosidad sobre el rodaje en el que participaron.
Entre las cintas que también definieron al séptimo arte en esos tiempos se encuentra Predator, la cual nos transportó a la selva centroamericana, mientras un grupo de soldados de élite es cazado por una amenaza extraterrestre. Del reparto recordamos al mismo Schwarzenegger y Carl Weathers de la saga Rocky. Pero, lo que la mayoría olvida, es que también se involucró Jean-Claude Van Damme, hasta cierto punto.
Todo o nada para un novato
A mediados de los ochentas, Jean-Claude Van Damme no era la celebridad del cine por la cual se le conoce. Antes de ser una estrella, llevaba una carrera irregular con papeles sin relevancia en películas de bajo perfil. Sin embargo, su destino cambió cuando se le informó que fue seleccionado para estar en este filme de ciencia ficción y acción.
El escenario es el siguiente: básicamente un «don nadie» en el cine compartiría minutos de pantalla con figuras ya consagradas como Arnold Schwarzenegger. Además, sería la primera producción de un presupuesto millonario en su trayectoria en la que estaría participando, lo que podría ponerlo en el radar de otros estudios cinematográficos.
Por supuesto que el actor esperaba tener algún rol secundario o al menos una aparición notable con la cual demostrar su talento artístico ante las esferas de Hollywood. No obstante, la producción lo convocó; sí para un papel estelar, pero como el villano principal de la película, es decir, para encarnar al Depredador. Esto fue el inicio de la desgracia.
Van Damme vs. Depredador
Con lo que no contaba Van Damme es que el traje prostético del alienígena (que se diseño especialmente para él) era incómodo, se calentaba por mucho dentro y limitaba sus movimientos. En una entrevista para The Hollywood Reporter, el artemarcialista confesó que en ocasiones le faltaba el aire, ya que cubrían las prótesis con yeso, y después colocaban un tubo para que pudiera respirar.
«Tenía la cabeza en el cuello. Mis manos estaban en los antebrazos y había cables conectados a mis dedos para mover la cabeza y las mandíbulas de la criatura. Mis pies estaban en sus pantorrillas, así que estaba sobre zancos. Era un traje horrible». – The Hollywood Reporter.
Hay que resaltar que el diseño original del Depredador para Van Damme dista mucho de la versión que todos conocemos. De hecho, era más similar a los xenomorfos de Alien y de un color rojo llamativo, con el objetivo de facilitar los efectos especiales en post-producción.
Como era el principiante en el set, algunos de sus compañeros se burlaron de la situación, y en combinación con el malestar de usar el traje, el asunto no acabó bien. Finalmente, el actor belga llegó hasta la frustración, discutió con el productor Joel Silver, con quien también tuvo diferencias creativas y al no negociar nada, decidió abandonar el proyecto. Aunque, no todo fueron malas noticias.
Después de que Van Damme se fuera enojado del rodaje de Predator, la producción le cedió el papel Kevin Peter Hall, pero tuvieron que rediseñar el vestuario desde cero. Sin embargo, poco después le ofrecieron a Jean-Claude la oportunidad de protagonizar Bloodsport, la película que lo lanzó a la fama y lo consolidó como un ícono del género de artes marciales. Aunque dudamos que el actor olvide una experiencia tan insatisfactoria.
¡Qué regresen los ochenta!
Sin duda, se podría considerar a los ochenta como una de las eras del oro para Hollywood, en cuanto a ciencia ficción, aventura y acción. El impacto del cine de esos tiempos supera al imaginario colectivo, hasta tal punto que, hace poco, pensamos que se dio el nacimiento de Skynet, cuando una IA animó a otras máquinas a terminar su turno de trabajo. En pocas palabras, las historias de los ochentas serán por siempre atemporales.
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La noticia
El día que Jean-Claude Van Damme abandonó una de las mejores películas de ciencia ficción: los ochenta serían muy diferentes con su Depredador
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3DJuegos LATAM
por
Irvin Escalona
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