Uno de los personajes más importantes en la historia de Nintendo es Donkey Kong. El que en su momento fue el protagonista del primer gran éxito de Shigeru Miyamoto en Nintendo ha tenido aventuras memorables en las consolas de la compañía a lo largo de casi 45 años, pero parece mentira que ya pasó más de una década desde su último juego original y 26 años desde que lo vimos explorando mundos tridimensionales por última vez en Donkey Kong 64.
Ahora no fue a Mario, sino es a Donkey Kong a quien le toca dar banderazo de salida a una generación de consolas que, aunque ha arrancado con fuerza, no está libre de polémicas. Esto es Donkey Kong Bananza: ¿es capaz el simio de Nintendo de darnos una razón para comprar Nintendo Switch 2 con esta exclusiva? ¿Vale la pena? Acompáñanos a descubrirlo.
Primero que nada, Donkey Kong llega con una nueva imagen. Esta nueva representación más juguetona y expresiva del simio de Nintendo responde a un rediseño que el mismo Shigeru Miyamoto anunció cuando lo vimos llegar a la película de Super Mario. En los juegos ya lo vimos con su nueva imagen dentro de Mario Kart World y ¿qué mejor que un título completamente dedicado a Donkey para terminar de dar legitimidad a este rediseño?
El Donkey de Rare siempre tendrá un lugar especial en nuestros corazones, pero tras decenas de horas con los controles de esta nueva versión del chango más querido de los videojuegos, podemos decir con tranquilidad que Nintendo le dio al clavo para refrescar la imagen de un personaje que gana mucho carisma y humor con su presentación renovada. Está lleno de animaciones geniales y detallitos agradables que te aseguramos que te van a encantar; si todavía no te convence, tiene lo suficiente para lograrlo.
¡Todos caminamos, como los gorilas! (Ju-ju-ju-ju)
Ahora sí, a lo que venimos. ¿Qué es Donkey Kong Bananza? La respuesta corta, un juego de aventuras, acción y plataformas en tres dimensiones con un sabor clásico, como aquellos collectathons que cambiaron para siempre la industria y la historia de Nintendo desde el momento en que llegó Super Mario 64.
Con esto en mente, Bananza viene a ser una reinterpretación del collectathon para tiempos modernos y si no sabes exactamente qué es un collectathon debes saber que es un juego de aventuras en 3D en el que hay que explorar extensos niveles para armar una colección de un objeto principal en específico.
A veces te los topas por el camino, otras veces hay que superar un acertijo o una batalla, otras encontrar una sala secreta o cumplir ciertas condiciones… la variedad y adicción que supone este subgénero radica en todas las maneras en las que vas a coleccionar el objeto que sirve como eje central para la aventura. En Mario 64 fueron Estrellas, en Mario Odyssey buscamos Lunas: ahora, Donkey Kong está listo para buscar cientos de Bananas.
En cuanto a la historia, un día como cualquier otro Donkey Kong excava en búsqueda de Bananas cerca de Ingot Isle, cuando un curioso fenómeno sepulta a la isla completa con todo y el preciado botín de bananas. Es así que nuestro querido simio salta al vacío para encontrarse con una peculiar aliada humana de la superficie, la pequeña Pauline, con quien descubre que su objetivo será viajar al centro del planeta para frustrar los planes del malvado Void y su compañía minera que buscan convertir la energía del Banandio en su fuente de riqueza. Te espera un viaje lleno de inesperados mundos subterráneos llenos de coloridos personajes y toneladas sorpresas conforme te acercas más al centro del planeta.
La verdad es que cuando vimos el primer avance de Donkey Kong Bananza y probamos la primera demo, lo primero que vino a nuestra mente fue Super Mario Odyssey y con mucha razón. Es cierto que Donkey Kong Bananza vendría a ser una especie de continuación para esa fórmula, pero también es muy cierto que este juego se desmarca bastante por sus propias mecánicas y ritmo de juego que tienen que ver con que su protagonista es extremadamente distinto a Mario a nivel mecánico.
Mientras que Mario se caracteriza por sus saltos perfectos que se aprovechan en retos plataformeros, podríamos decir que Donkey tiene dos acciones insignia: golpes para demoler casi todo lo que sea que se pone a su paso y la capacidad de escalar con muchísima libertad y facilidad en la verticalidad de los niveles. Dicho esto, aunque Bananza tiene algunos elementos de platforming, realmente los retos van más enfocados a las características mecánicas del protagonista
Las nueva mecánicas de juego hacen que DK sea más ágil y divertido de controlar
De esta manera, Donkey Kong Bananza es un juego en el que la mayor parte del tiempo vas a estar destruyendo cosas. En la base del nivel y parte de su estructura te toparás con materiales indestructibles para no romper totalmente con el diseño de los desafíos, pero la constante es que la mayoría de lo que alcanzas a ver puede demolerse, casi los escenarios completos.
Esto en un inicio puede sentirse desconcertante y un poco abrumador. Quien les habla pasó mucho tiempo en los primeros niveles haciendo túneles por todos lados para ver qué encontraba. Cuando me topaba con cofres y pepitas de oro llegué a pensar que si quería todo iba a ser casi imposible ponerse a excavar en todos los niveles por todos lados, pero después supe que eso no era precisamente necesario. Los cofres no son un coleccionable único, sino que aparecen de forma aleatoria mientras excavas y hasta hay forma de que aparezcan más seguido usando una corbata especial para Donkey.
Así que te sugerimos que no te claves tanto con esto de que puedes romper todo o excavar para todos lados, pues no siempre eso será necesario para buscar todos los coleccionables que te aguardan en la aventura. Además, la cámara puede llegar a ser un poco conflictiva en espacios muy reducidos; incluso hay quienes en sus primeras impresiones llegaban a hablar de que los mareaba un poco este caos de andar destruyendo sin parar sin rumbo fijo.
Después de varias horas de jugar y entender de mejor manera el sentido de poder excavar o escalar casi cualquier lugar, Bananza también nos recordó un poquito en su estructura a Zelda Breath of The Wild y Tears of The Kingdom. Estas capacidades se traducen en una inmensa libertad para explorar: es agradable poder llegar casi a cualquier lugar que llame tu atención y encontrar ahí algo interesante por ver, hacer y coleccionar. A veces, incluso, puede ser que llegues a un coleccionable de una manera distinta a como el juego te lo hubiera sugerido con sus propias pistas y estas soluciones, aunque llegan a ser un tanto obtusas, caóticas y desordenadas, también tienen su magia en cuanto a la sensación de descubrimiento.
Ingot Isle necesita a un salvado fuerte, agresivo… y peludo
Pero vámonos por partes, pues hay mucho de qué hablar en cuanto a lo que hay que hacer y ver en tu viaje al centro de la Tierra. Del lado de la jugabilidad además de que Donkey puede golpear arriba, abajo y al centro, rodar y saltar, destaca que hay un sistema de progresión en el que las bananas que vayas coleccionando harán que ganes puntos de habilidad con los que Donkey Kong se hará más fuerte. Puedes incrementar su número de corazones para que resista más al daño, la capacidad de carga de ítems para recuperarse, la fuerza de sus puños y un montón de mejoras relacionadas con las Bananzas. Pasando a este tema, precisamente, las Bananzas son una especie de súper poderes por tiempo limitado que hacen que Donkey se transforme en otros animales para cambiar un poco la jugabilidad, todo esto gracias al poder del canto de su compañera Pauline.
Las habilidades Bananza y Pauline: la dupla perfecta en esta aventura
Bananza Kong es un gorila gigante que potencia las habilidades propias del gorila: al ser más grande y más fuerte es ideal para romper materiales que no podría demoler Donkey en su versión ordinaria, lo que lo hacen una opción interesante para las batallas y para cavar túneles amplios. Bananza Cebra ofrecen a Donkey Kong la capacidad de correr a gran velocidad, lo que lo hacen ideal para recorrer distancias largas y, gracias a su ligereza, puede correr sobre materiales frágiles que se romperían de inmediato cuando Donkey pone un pie encima, ¡incluso sobre el agua!
Bananza Avestruz te ofrece la oportunidad de flotar un poco con su aleteo y planear para recorrer distancias medias por los aires. No te vamos a adelantar elementos específicos para no arruinar todas las sorpresas, pero podemos comentarte que hay más Bananzas por desbloquear además de las que mencionamos, lo que hace que el gameplay sea todavía más variado y flexible conforme progresas en la campaña.
Naturalmente, cada escenario donde desbloqueas una nueva Bananza tiene un diseño enfocado a sacar partido del gameplay de cada transformación con sus retos principales. En ese sentido el diseño de niveles está hecho a la medida para que aprendas a jugar, pero cuando verdaderamente empieza a brillar con fuerza es cuando ya has desbloqueado todo y hay retos que te exigen que tomes la decisión de qué Bananza es la que te conviene usar para resolver un acertijo en específico o superar un reto concreto. Incluso puedes combinarlas, pues mientras estás transformado basta pulsar el D-Pad para cambiar entre las transformaciones según lo requieras.
Sin duda, las Bananzas y la progresión del juego conforme vas fortaleciendo a Donkey Kong con nuevas habilidades son elementos fundamentales sobre los que se construye el juego, pero no son el único ingrediente de la fórmula. Nos parece que una de sus claves son los terrenos mismos que dan forma a estos escenarios destructibles.
En tus primeros pasos en el juego descubrirás que es muy diferente interactuar o golpear materiales como la roca, la tierra, el lodo y la arena, pero aunque la sensación en los controles y en el gameplay es agradable, teníamos el temor y cierta incertidumbre de que esto no fuera suficiente para crear una experiencia variada o entretenida. Afortunadamente, conforme avanzas en tu viaje al centro de la Tierra te irás encontrando con cosas más interesantes. Por ejemplo: en el bosque de las avestruces, los islotes están rodeados de veneno, por lo que si se te pasa la mano excavando podrías recibir mucho daño.
En el mundo helado de las cebras hay lava de chocolate incandescente que solo se enfría si le arrojas nieve. Más adelante en la aventura hay materiales rarísimos tanto por la forma en la que surgen como por la manera en la que funcionan y aunque no te vamos a adelantar mucho para que lo descubras por tu cuenta, te podemos decir que hay propuestas inmensamente creativas en cuanto a materiales que reaccionan entre sí o con el medio ambiente.
Si sientes que el juego tarda en arrancar un poco, ten paciencia, todo se va poniendo mejor conforme avanzas a los bizarros estratos más cercanos al centro del planeta. Todo esto, aplicado al gameplay, te volará la cabeza de la manera tan creativa en que todo funciona, de esa manera en la que solo los mejores juegos de Nintendo son capaces de hacerlo.
Donkey Kong Bananza tiene muchos retos que se traducen en horas de diversión
Y bueno, ¿qué hay de las actividades y retos que te encontrarás para obtener Bananas? Naturalmente, muchas de ellas se encuentran escondidas en escenarios gigantescos que cuentan con varios niveles en su profundidad, solo déjate llevar y ve a cualquier lugar que llame tu atención y es muy posible que encuentres algo. Donkey tiene una especie de radar, pues al aplaudir revela como un flashazo los objetos que están enterrados o tras alguna parte del escenario. También hay un montón de NPCs recurrentes en todos los niveles –que nos recuerdan mucho el trabajo de Rare con la franquicia– que te ofrecen pruebas que al ser completadas te recompensan con Bananas.
¿Eres completista y te abruma el tamaño de estos mapas para encontrarlo todo? No te preocupes, pues en los cofres enterrados muchas veces vas a encontrar mapas que revelan tanto la ubicación tanto de Fósiles –que son coleccionables únicos que se usan para comprar ropa y accesorios– como de las Bananas sobre el mapa general. Si no quieres buscar estos mapas excavando, también tienes la opción de canjear pepitas de oro en la tienda por ellos, algo que es muy útil cuando te faltan pocos coleccionables de cada uno en alguno de los escenarios.
Para desplazarte en estos escenarios masivos podrás surfear sobre un bloque de material o aprovechar tanto barriles cañón como vagonetas mineras que se heredan de juegos anteriores de la serie. También hay muchos puntos de viaje rápido, para que no tengas problemas de ir inmediatamente a donde lo requieras. También tendrás refugios que puedes construir en varios puntos para dormir y recuperar tus corazones –que funcionan de manera muy similar a los de The Legend of Zelda. Ahí podrás encontrar también armarios para cambiar tu ropa o el color de Donkey. Ojo que más que ser un mero cambio de apariencia, las distintas prendas también te dan ventajas especiales para tu aventura.
Además de las Bananas que yacen en algún punto concreto de cada escenario, también hay Batallas y Desafíos por completar, que nos recuerdan a esos pequeños niveles ocultos que hay en los juegos de Mario desde Super Mario Sunshine, o incluso también a los santuarios que estaban por todos lados en Breath of The Wild y Tears of The Kingdom. Las batallas son pruebas sencillas de combate contra reloj y podemos decir que en los primeros escenarios hasta se sienten un poco repetitivas, pero se van poniendo mejor conforme progresa la aventura y el juego tiene más recursos para que estos retos vayan ganando variedad.
Por su parte, en los retos encontramos de todo, desde rutas plataformeras hasta acertijos súper interesantes que pondrán a prueba todo lo que has aprendido del gameplay mientras exploras los escenarios. En estos pequeños ‘santuarios de retos’ hay tres Bananas por obtener en cada uno, un par de ellas son bastante obvias, pero siempre hay una tercera que te dará dolores de cabeza y te hará revisar con lupa cada rincón. Si has seguido la historia de Donkey Kong y sus juegos, también encontrarás por aquí tributos increíbles al pasado.
La verdad es que en cuanto al volumen de contenidos y duración de la campaña poco puede reprocharse a Donkey Kong Bananza. Calculamos que habrá quienes en unas 20 horas o un poquito más lleguen a los créditos si deciden irse casi directamente a los objetivos principales, pero a nosotros, sin afán completista, nos tomó poco más de 40 horas llegar a ese punto con apenas tres de los escenarios completados al 100%. No te vamos adelantar qué te espera tras los créditos, pero se deja entrever que hay más de lo que imaginamos y que también esperan algunos de los mejores desafíos para quienes buscan buenos retos que aplique todo lo aprendido durante la campaña.
Ya que hablamos del desafío, podemos decir que Donkey Kong Bananza no es un juego muy complicado en una franquicia que nos tiene acostumbrados a juegos difíciles. De hecho, es una pena que haya batallas contra jefes súper vistosos, sean excesivamente sencillas en el reto y se acaben tan rápido. Como muchos de los juegos de Nintendo, el desafío básico de la campaña está en un nivel accesible casi para cualquier público y cada quién decide qué tan lejos quiere llevarlo al completar otro tipo de actividades complementarias, que es donde están los mejores retos. El primer par de escenarios mantiene un nivel bastante sencillo y hasta un tanto monótono; es poco después cuando el juego empieza a mostrar sus verdaderos encantos.
¿Donkey Kong Bananza es la primera gran joya de Nintendo Switch 2?
En cuanto a su presentación, Donkey Kong Bananza es un juego muy colorido, lleno de detalles increíbles y con una dirección de arte que cumple con los altos estándares de las exclusivas más preciadas para la compañía japonesa. Se nota el salto gráfico y técnico de Switch 1 a Switch 2 con todo lo que se llega a desplegar en pantalla aunque sí que hay momentos donde se llegan a percibir algunas caídas en los cuadros, sobre todo cuando hay mucha destrucción en campaña.
Podríamos seguir hablando mucho de Donkey Kong Bananza, pero es momento de que tú tomes los controles y de que nosotros respondamos a la pregunta, ¿vale la pena? La principal conclusión que tenemos con Donkey Kong Bananza es que es un juego muy fresco por lo que propone. Si bien en su estructura hay herencias de los mejores juegos de plataformas y acción en 3D de Nintendo –que permiten hacer ciertas comparativas–, realmente la compañía hizo algo muy distinto en esta ocasión que se construye alrededor de lo que significa ser Donkey Kong.
Estamos ante un juego en el que puede demoler casi todo y en medio de ello se las ingeniaron para crear una experiencia divertida, variada y muy creativa por lo distinto que va siendo encontrarse con distintas transformaciones para Donkey y un gran abanico de materiales que construyen, literalmente, estos paraísos de la destrucción.
Donkey Kong Bananza le cae como anillo al dedo a una consola que busca posicionarse con identidad propia frente al titán que fue su predecesora y nos deja tranquilos de que Nintendo todavía tiene el toque especial que hace distintos a sus juegos. Bananza se siente como una evolución para el género con identidad propia y eso es positivo en todos sentidos. Bananza es magia nintendera pura y si tienes una Nintendo Switch 2 no puedes perdértelo. Vale la pena.
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La noticia
¿El mejor collectathon desde Mario Odyssey y un nuevo candidato al GOTY 2025? Reseña de Donkey Kong Bananza, la nueva exclusiva de Switch 2
fue publicada originalmente en
3DJuegos LATAM
por
Juanem Reyes
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