En un contundente llamado a accionar, diferentes referentes industriales del Norte Grande se reunieron en Salta con la Unión Industrial Argentina (UIA) para poner sobre la mesa la necesidad de políticas que reduzcan la profunda brecha de desarrollo que separa a la región del resto del país. El encuentro, que convocó a líderes industriales del NOA y NEA, no solo visibilizó una preocupante realidad económica, sino que también subrayó cómo la falta de inversión en infraestructura y la presión tributaria están frenando el potencial tecnológico y productivo de una vasta región.

La brecha digital y productiva: Un desafío crucial para la innovación
El diagnóstico fue unánime y alarmante: el Norte Grande alberga nueve de las diez provincias con el PBI per cápita más bajo de Argentina. Lejos de achicarse, esta disparidad con la Pampa Húmeda se ha acentuado en las últimas décadas, impactando directamente en la capacidad de la región para adoptar e impulsar la innovación tecnológica. Menos empresas, menos empleo formal y una infraestructura deficiente —incluyendo la conectividad y el acceso a tecnologías de punta— limitan drásticamente las oportunidades para sus más de 10 millones de habitantes.
Entre los asistentes clave se destacaron figuras como Eduardo Gómez Naar (UI Salta), Jorge Rocchia Ferro (UI Tucumán) y José María Cantos (UI Santiago del Estero) por parte de UNINOA, junto a Martín Rappallini (Presidente de UIA), Eduardo Nougues (Secretario) y Diego Coatz (Director Ejecutivo) de la UIA, marcando la relevancia del cónclave. La discusión no solo giró en torno a los problemas económicos tradicionales, sino que también puso el foco en cómo la falta de un entorno propicio frena la transformación digital y la adopción de la industria 4.0 en la región.
Las propuestas surgidas del encuentro apuntan directamente a crear un ecosistema más favorable para la inversión y el desarrollo tecnológico, generando un estímulo al empleo digital y a la formación técnica, donde se planteó una reducción de las contribuciones patronales, con un beneficio especial para el Norte Grande. Un punto crucial para el sector tech es la articulación de la educación técnica con el sector productivo, fomentando la formación de talento adaptado a las demandas de la industria del software, la electrónica y la biotecnología. También se exige una simplificación tributaria para generar innovación, el impacto de Ingresos Brutos y los regímenes de anticipos y percepciones no solo complican el libre tránsito de mercaderías, sino que también desalientan la inversión en nuevas tecnologías. La exigencia de eliminar estos regímenes, automatizar devoluciones y reducir gradualmente las alícuotas busca generar un marco más previsible para las empresas de base tecnológica.

El pedido se extiende a garantizar una infraestructura adecuada para la conectividad y la logística inteligente y un marco laboral predictivo para startups y empresas tech, donde la adhesión a la Ley de Riesgos del Trabajo y la creación de comisiones médicas forenses buscan reducir la litigiosidad. Esto es fundamental para startups y pymes tecnológicas que necesitan un marco legal claro y previsible para escalar operaciones sin temores a conflictos laborales que frenen su crecimiento.
Un llamado urgente a la inversión en el futuro digital del Norte
El encuentro culminó con un poderoso llamado a la acción. Los industriales son claros: el Norte Grande tiene un inmenso potencial en sectores como la minería (especialmente el litio, vital para las baterías de vehículos eléctricos y dispositivos), el bioetanol y el sector textil (que puede integrar tecnología para la moda inteligente). Sin embargo, advierten que sin políticas activas, una infraestructura robusta (incluyendo conectividad de alta velocidad) y un marco tributario y laboral competitivo, será imposible revertir décadas de desigualdad y posicionar a la región como un polo de innovación y desarrollo tecnológico.