Las empresas argumentan que, uno de sus principales problemas a la hora de cubrir vacantes de empleo es el de encontrar trabajadores cualificados. Sin embargo, los datos apuntan a que esos perfiles cualificados se ven obligados a abandonar el país para encontrar mejores oportunidades laborales fuera de España.
De hecho, un reciente estudio elaborado por Artizarra Fundazioa y Deusto Business School pone cifras precisas a ese desajuste entre la situación del talento cualificado y su realidad. Miles de profesionales formados en universidades españolas y con carreras consolidadas fuera del país estarían dispuestos a regresar, pero el sistema no termina de ofrecerles un escenario atractivo al que volver.
El talento que se fue. Según el informe, más de 42.000 jóvenes de entre 25 y 40 años, formados en universidades y centros educativos superiores de País Vasco y Navarra, trabajan actualmente fuera de su territorio de origen. No se trata de perfiles en transición: son profesionales altamente cualificados, con formación en ingenierías, disciplinas STEM, gestión empresarial o investigación.
No obstante, el dato clave de ese informe es la intención de retorno de esos profesionales. Más del 85% de los participantes en el estudio afirma que le gustaría volver si encontrara condiciones laborales y vitales comparables a las que ha conseguido en el extranjero. De materializarse ese escenario, el estudio estima que podrían recuperarse hasta 35.700 profesionales cualificados.
Una carrera desarrollada en el extranjero. Seis de cada diez profesionales consultados acumulan ya más de seis años trabajando en otros países, lo que implica que ya tienen trayectorias profesionales consolidadas allí, salarios competitivos y una experiencia de trabajo internacional difícil de replicar a corto plazo.
Desde el punto de vista económico, su impacto es relevante. No hablamos de talento en formación, sino de personal ya cualificado, con altos conocimientos técnicos y capacidad productiva que se ha formado en las escuelas y universidades públicas en España, pero que las empresas españolas no han sabido retener. Esa falta de oportunidades laborales es la clave de su marcha.
Capacidad para formar talento, no para retenerlo. El contraste aparece al cruzar los datos del informe de Deusto Business School con el Mapa del Talento de la Fundación Cotec, que analiza 55 indicadores sobre creación, atracción y retención de talento. En su última edición de 2023, y manteniéndonos en el mismo marco territorial del estudio de Deusto, el País Vasco alcanza 66,4 puntos, muy por encima de la media nacional (49,1 puntos) y solo por detrás de Madrid (67,7 puntos).
Las conclusiones que dejan estos datos son claras. El País Vasco destaca por la calidad de su educación superior, cualificación técnica y entorno productivo. El sistema educativo funciona bien formando talento. El problema llega cuando termina ese periodo formativo y ese talento compara lo que encuentra en su país con lo que se le ofrece fuera.
No regresan por el mismo motivo que se marcharon. Los motivos para la fuga de talento son recurrentes: mejores salarios, mayor proyección profesional, acceso a proyectos punteros y, en el caso de perfiles científicos, más oportunidades para desarrollar una carrera investigadora estable.
Tal y como apuntan los autores del informe de Deusto Business School, esos factores no desaparecen cuando se plantea el retorno de ese talento. Al contrario. La experiencia acumulada eleva las expectativas y hacen más visibles esos motivos. El estudio de Artizarra y Deusto identifica barreras que van más allá del empleo y conectan con problemas estructurales comunes a toda una generación.
Volver sí, pero a dónde. El precio y las condiciones de la vivienda es uno de los principales motivos que frenan el regreso de ese talento. Volver implica asumir precios elevados, tanto por alquiler como por compra de vivienda, y afrontarlo con salarios que no siempre compensan la diferencia respecto a otros mercados europeos. Para quienes ya han construido una vida fuera, el coste de oportunidad es alto.
La segunda gran barrera para el retorno es la calidad del empleo. No tanto la ausencia de trabajo para estos perfiles cualificados, sino la dificultad de las empresas locales para igualar salarios, autonomía profesional y reconocimiento del talento. La comparación con mercados internacionales es inevitable.
Una paradoja que sigue abierta. Los datos del estudio sostienen el ánimo de ese talento a regresar porque no se ha desvinculado de su territorio y mantiene su arraigo. La mayoría quiere volver.
Sin embargo, tal y como señalan los autores del estudio, el mayor problema es un entorno que permita hacerlo sin renunciar a expectativas profesionales y vitales. Desde el punto de vista económico, recuperar parte de esos 35.700 perfiles sería una inversión difícil de igualar para un mercado laboral que afirma que la escasez de mano de obra cualificada es la piedra que les impide avanzar. Como dijo Joe Biden en su día: «Pay Them More«.
Imagen | Unsplash (Philipp Hubert)
–
La noticia
El País Vasco y Navarra exportaron 35.700 profesionales cualificados a los que le gustaría volver. El problema es cómo y a dónde
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
.





































