Se acaba de completar la integración del receptor GPS para el SABIA-Mar, un satélite para estudiar la salud marina en territorio argentino, cuyo lanzamiento está previsto para el primer semestre del 2026. Hasta ahora, este tipo de tecnología debía ser importada. De cumplir las metas con éxito en esta misión de cinco años, se convertirá en la opción principal para futuras misiones satelitales.
El GPS desarrollado en la sede del INVAP es la pieza esencial para localizar el satélite.
El instrumento clave del que hablamos es el GPS AGR-T (Austral GNSS Receiver Technological), una pieza crítica para la navegación y localización precisa del satélite en órbita. Y el SABIA-Mar es el Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar, pensado desde el Plan Nacional Espacial de la CONAE como una misión de observación de la Tierra que será útil para diversas aplicaciones a nivel internacional.
El SABIA-Mar lleva construyéndose desde 2018 con la participación de instituciones públicas y empresas del sistema científico y técnico nacional, como INVAP, VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), IMER y Ascentio, entre otros. El satélite se construye en los laboratorios de INVAP, a las orillas del lago Nahuel Huapi de Bariloche. Actualmente, el modelo de ingeniería se encuentra finalizado y el modelo de vuelo está en la etapa final de integración.
El GPS que rastreará al satélite una vez puesto en órbita
Del GPS se encargó el grupo de Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El modelo fue resultado de superar desafíos técnicos de alta complejidad, como la calificación de componentes electrónicos, la soldadura especializada y el diseño del software de navegación.
El desempeño del AGR-T será validado una vez que el SABIA-Mar esté en órbita. Durante su misión, se compararán sus datos con los del GPS principal para evaluar su confiabilidad. Si todo resulta como lo esperado, Argentina podrá reducir la dependencia externa y fortalecer las capacidades del país en el diseño y fabricación de componentes estratégicos.
Los objetivos del satélite SABIA-Mar
El SABIA-Mar orbitará a 702 km de la Tierra y cubrirá 1.000 km regionales. Pesa 532 kg con combustible y su vida útil es de cinco años. Será una fuente esencial para distintos objetivos, de ahí su importancia científica con impacto también industrial y ecológico.
Se enfoca principalmente en el estudio marino y costeros, y en el proceso involucra el desarrollo de todos los sistemas de tierra, como las antenas, que se van a poner en contacto con el satélite para comandarlo y recibir los datos. Así, una vez en órbita, SABIA-Mar va a:
- generar una base de información sobre el ecosistema oceánico y marino, y estudiar:
- el ciclo de carbono;
- la productividad primaria del mar;
- el cambio climático, ya que el mar es absorbe aproximadamente el 30% del dióxido de carbono;
- la distribución de clorofila, directamente relacionada con la distribución de fitoplancton en el mar;
- el manejo de recursos pesqueros y vigilancia en el mar
- y la calidad del agua (su color) en costas y estuarios.
–
La noticia
El satélite SABIA-Mar casi listo: ya se integró el GPS y está 100% hecho en Argentina. Tendrá la misión de estudiar el color del mar en relación con el cambio climático
fue publicada originalmente en
Xataka Argentina
por
Fernando G. Villalba
.