La historia de un jefe de obra en Parma (Italia) ha saltado a los medios locales por haber perdido un lujoso reloj Rolex Daytona valorado en unos 16.000 euros mientras trabajaba en una de las obras de construcción que debía supervisar como parte de su trabajo.
Por si no fuera suficientemente llamativo que un albañil (por muy jefe de obra que fuera) tuviera un Rolex, y que lo llevara como si nada a un entorno tan hostil como una obra en desarrollo, el empleado decidió darle una vuelta de tuerca al dramatismo de la historia: demandar a la empresa acusándola de ser la responsable de la pérdida del valioso reloj. Dos tribunales tuvieron que mostrarle lo que parecía evidente.
Encofrados de lujo
En mayo de 2016, el responsable de una obra en la ciudad italiana de Parma realizaba las verificaciones habituales previas al vertido de hormigón necesario para construir los cimientos de un edificio. Aparentemente nada fuera de lo común en la realidad de miles de obras en cualquier lugar del mundo, excepto por el detalle de que, este empleado lucía un Rolex Daytona en su muñeca.
En una de esas verificaciones, el responsable detectó que una de las bombas encargadas de bombear el hormigón al hueco previsto no funcionaba adecuadamente, lo que le impulsó a tomar el mando él mismo en ese preciso instante y manipular personalmente la boquilla de una de las máquinas para instruir a sus compañeros sobre cómo realizar el vertido de forma correcta.
Mientras sostenía una cadena metálica anclada al extremo del conducto de la hormigonera para controlar la dirección en la que se debía realizar el vertido del material, esperó a que el personal reactivara la bomba. Fue entonces cuando, al reanudarse el vertido, sucedía algo que desencadenó la pérdida.
Según los testigos llamados a declarar en el juicio: «A los pocos minutos de reanudarse el vertido de hormigón, mientras aún sujetaba la tubería de suministro como se ha descrito, se produjo otro bloqueo repentino. Sin darle tiempo a soltarse y alejarse, la tubería se movió con una sacudida repentina y violenta, con tanta fuerza que lo levantó del suelo y lo arrojó a varios metros de distancia».
Tras el incidente, el jefe de obra se recompuso y advirtió que su Rolex Daytona había desaparecido de su muñeca: todo indicaba que el valioso reloj suizo había desaparecido en medio del hormigón de fraguado rápido. En ese mismo momento se iniciaron búsquedas exhaustivas, incluso dentro de la mezcla, pero el reloj jamás fue recuperado.
Indignado por el percance, el empleado responsabilizó tanto a la empresa como a la maquinaria del siniestro y presentó una demanda solicitando la compensación íntegra del reloj extraviado a causa del mal funcionamiento del sistema de bombeado de hormigón. Según recoge el diario italiano Corriere di Bologna, en su alegato declaró textualmente: «Me debes mi Rolex Daytona de 16.000 euros; es culpa vuestra y de la máquina».
El sentido común dos tribunales
La justicia italiana fue clara, y lo fue hasta en dos ocasiones: la responsabilidad recaía en el jefe de obra por no ser lo suficientemente precavido.
Tras perder la demanda en primera instancia, el jefe de obra elevó la primera sentencia al Tribunal de Apelación de Bolonia que determinó –por segunda vez— que «es seriamente insostenible que dirigir el tronco de una hormigonera para dirigir el vertido de hormigón sobre unos cimientos en construcción sea una actividad que se pueda realizar llevando un reloj de 16.000 euros», según recoge literalmente la sentencia firmada por los jueces Rossi, Gaudioso y Mazze que formaron el tribunal.
En su resolución, los magistrados concluyeron que el empleado no adoptó las medidas de «pericia y diligencia» indispensables, lo que hacía improcedente cualquier reclamación contra la empresa. Por ello, el empleado no solo perdió el valioso reloj, sino que también fue obligado a abonar 2.500 euros adicionales en costas judiciales. El Rolex le costó dinero incluso después de haberlo perdido.
Imagen | Rolex, Unsplash (Troy Mortier)
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La noticia
En 2016 un jefe de obra perdió su Rolex de 16.000 euros en un vertido de hormigón. Así que denunció a su empresa
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
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