En el condado de Essex, al suroeste de Inglaterra, no solo cultivan maría los delincuentes que se dedican a traficar con ella. Desde hace un tiempo lo hace también la policía. De hecho a lo largo de los últimos tres años las autoridades han invertido miles de euros en plantaciones y hay media docena de agentes que se han especializado en la tarea. Tan bien se les da que el inspector jefe asegura que son capaces de cuidar los cultivos igual que los auténticos narcotraficantes.
Suena disparatado, pero tiene todo el sentido.
¿Policías cultivando cannabis? La pregunta no es nuestra, sino The Economist, que hace unas semanas publicó un artículo con un titular cuanto menos sugerente: «Por qué las fuerzas policiales británicas han comenzado a cultivar cannabis». La frase no tiene nada de clickbait ni dobles sentidos.
Como explica el semanario en su crónica, en la que cita al inspector jefe de la comisaría, en Essex hay un grupo de agentes que se dedican ni más ni menos que a eso: cuidar con paciencia esmero de plantaciones de marihuana. De hecho durante los últimos tres años la policía ha invertido miles de libras en cultivos.
Una palabra: POCA. Lo de que haya policías británicos metidos a horticultores de cannabis quizás suene extraño, pero se explica con una sola palabra: POCA, el acrónico de Proceeds of Crime Act, una ley de 2002 y que regula las confiscaciones y recuperación de botines, además de marcar pautas contra el blanqueo.
Entre otras cuestiones, POCA establece que la policía puede confiscar bienes comprados gracias a beneficios ilegales y quedarse con hasta la mitad del dinero. Cuando lo que «cazan» los agentes no son coches, lujosos relojes o mansiones, sino droga, los agentes pueden hacer otra cosa: calculan el valor que alcanzaría si se vendiera en la calle y deducen el valor de las propiedades del traficante.
Hecha la ley… hecha la trampa, que dice el refrán. A las autoridades no siempre les resulta fácil demostrar que una mansión, un reloj o un coche incautados se han adquirido con dinero ilícito. Si hablamos de drogas hay además otro «tecnicismo» que puede facilitar que los narcotraficantes vean reducido su castigo, como relata The Economist. Durante las redadas es habitual que los policías descubran cultivos con plantaciones que aún no están maduras, lo que afecta a su grado de humedad, peso y contenido de THC, el principal componente psicoactivo del cannabis.
Quizás parezca una cuestión menor, pero eso deja una rendija a la que se aferran los abogados de los acusados para argumentar que los cultivos carecen de valor o que sencillamente no se ha valorado bien el rendimiento final de las plantaciones. El matiz es pequeño, pero fundamental porque de él depende (entre otras cosas) las ganancias que generarían en el mercado negro. En la comisaría de Essex lo saben y hace un tiempo tuvieron una idea para esquivar argucias legales.
De agentes a granjeros. Si a lo que se aferran los delincuentes es al mal estado de las plantaciones o su mayor o menor rendimiento, ¿por qué no permitir que esos cultivos de cannabis salgan adelante y comprobar su alcance real? Eso es a lo que se dedica ahora un equipo de seis agentes de Essex que, presume el inspector Ian Hughes, han aprendido a cuidar de las plantas igual que los narcotraficantes.
¿Cuál es el resultado? Cuando la policía de Essex detecta una plantación de marihuana se dedica al cultivo y secado de sus plantas para conservarlas como pruebas en una «instalación a medida». Todo en un lugar seguro, con incineradora y vigilancia para garantizar su seguridad. La experiencia no ha debido de ser del todo mala porque The Economist desliza que «se rumorea» que otras fuerzas han seguido su ejemplo y ve factible que, dado su «éxito», acaben sumándose más.
¿Compensa el esfuerzo? Según los datos que maneja la cadena BBC, solo entre 2022 y 2023 en Inglaterra y Gales la policía descubrió más de 500.000 plantas de cannabis. Hace solo unas semanas de hecho la propia Policía de Essex informó de que había detenido a un hombre que cultivaba grandes cantidades de maría en una casa. En total tenía algo más de 6.000 plantas, ventiladores, temporizadores para la iluminación, placas aislantes y radiadores, además de productos de jardinería. Los expertos le atribuyeron un valor estimado de alrededor de 70.000 libras.
Gracias a la aplicación de las leyes sobre incautaciones, la policía ha logrado recuperar millones de libras en manos de delincuentes. El dinero recaudado se dedica luego a la lucha contra la delincuencia o en proyectos comunitarios.
Imágenes | King’s Church International (Unsplash), Crystalweed Cannabis (Unsplash) y Essex Police
Vía | The Economist
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La noticia
En Inglaterra hay policías que se están dedicando al cultivo de marihuana. Su objetivo es simple: que se cumpla la ley
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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