El aeropuerto de Villanubla ha perdido el 60,7% de sus pasajeros en lo que va de 2025, acumulando apenas 59.689 viajeros entre enero y septiembre. La cifra contrasta en gran medida con el resto de aeropuertos de Castilla y León, que crecen a doble dígito, y convierte al aeropuerto de Valladolid en el gran damnificado del pulso entre la aerolínea irlandesa y Aena.
El detonante de la crisis. Ryanair abandonó Valladolid el pasado 28 de marzo tras acusar a Aena de aplicar «tasas excesivas». La aerolínea irlandesa, que venía siendo el principal operador del aeropuerto, confirmó en septiembre que tampoco regresaría durante la temporada de invierno. Sin su presencia, el aeropuerto ha quedado prácticamente desconectado: en septiembre transportó solo 6.037 pasajeros, un 58,5% menos que el mismo mes de 2024.
Un drama en solitario. Mientras Villanubla se desploma, los otros tres aeropuertos de la comunidad suben con fuerza. León aumenta sus pasajeros un 18,6% hasta los 56.925, Salamanca crece un 17,5% hasta los 21.736 y hasta Burgos, con apenas 2.413 viajeros, logra un tímido avance del 1,4%. El aeropuerto de Valladolid, que dependía en gran medida de la afluencia de Ryanair, ha visto cómo el pulso entre esta aerolínea y el gestor aeroportuario ha hecho mella en su tráfico habitual, a diferencia del resto de provincias de la comunidad.
Lo que hay detrás. El conflicto entre Ryanair y Aena lleva años enquistado. La compañía irlandesa lleva un buen tiempo eliminando asientos en multitud de aeropuertos regionales como palanca para negociar descuentos en las tasas aeroportuarias. Aena, por su parte, ha mantenido una posición firme en su política de precios, consciente también de que ceder a las presiones de Ryanair sentaría un precedente que no le convendría ante el resto de aerolíneas. Valladolid ha quedado atrapado en medio de esta batalla.
El impacto en cascada. La caída del 60,7% en pasajeros no solo afecta al aeropuerto, sino que golpea a toda la economía provincial. Menos viajeros significa menos conexiones para empresas locales, menos turismo y una mayor percepción de aislamiento. Las 4.647 operaciones registradas hasta septiembre suponen un 14,1% menos que en 2024, lo que significa que otras aerolíneas no han cubierto el hueco que ha dejado Ryanair como sí ha ocurrido en otros aeropuertos.
La única vía de escape. El regreso de Vueling este mismo mes de octubre podría marcar un punto de inflexión, sobre todo teniendo en cuenta los siete meses de sequía operativa del aeropuerto. Sin embargo, queda por ver si su oferta de rutas y frecuencias será suficiente para revertir el desplome.
Imagen de portada | Lucas da Costa e Silva
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La noticia
En plena batalla entre Ryanair y Aena, hay un aeropuerto español que está sufriendo más que ningún otro: Valladolid
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Xataka
por
Antonio Vallejo
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