¿Alguna vez te habías preguntado en qué juego nació el famoso código Konami? Esa curiosa combinación de botones que te permite conseguir más vidas, niveles secretos, modos de juego, trucos o incluso elementos estéticos en los juegos de la compañía. Pues tuvo su origen en un clásico de las arcades llamado Gradius, un título shoot ‘em up. Y ya que hablamos de este título, en días recientes tuvimos la oportunidad de probar Gradius Origins, la colección con varios juegos de la saga, pero ¿qué tal ha resistido el paso del tiempo? ¿Cuenta con alguna mejora? ¿Vale la pena? Aquí te lo contamos.
La historia detrás del clásico
Para los más jóvenes, Gradius es una saga de videojuegos shoot ‘em up, donde la acción se desarrolla en el espacio. El primer título fue lanzado en 1985 para arcades y luego llegaría también a consolas. En él, el jugador controla la nave Vic Viper y debe luchar contra enemigos alienígenas, mejorando su nave con cápsulas de poder.
En un inicio, la idea era hacer una secuela de Scramble, un título de Konami que trataba sobre infiltrarse en una base alienígena, aunque durante el desarrollo la idea fue cambiando tanto que se optó por hacer algo totalmente nuevo. El juego se destacó por tener una barra que permitía al jugador cambiar entre armas y escoger la de su preferencia.
¿Qué contiene la colección?
Entrando en materia, la colección Gradius Origins cuenta con 7 títulos, bueno en realidad 6, ya que Life Force y el primer Salamander son el mismo juego. Además, incluye versiones de diferentes regiones, respetando los nombres con los que salieron en cada mercado. Por ejemplo: Gradius fue conocido en esta parte del mundo como Nemesis, y también es el caso de Gradius 2, que en algunas regiones se conoce como Volcan Adventure.
Jugabilidad: simple, desafiante y adictiva.
En general, en todos los títulos la jugabilidad consiste en disparar y destruir las naves alienígenas. Te preguntarás: “¿eso es todo? Si eso fuera así, quizás sería muy fácil. El desafío está en que, por momentos, los enemigos llegarán por todos lados; el mismo escenario sirve como obstáculo en muchas ocasiones; y varias naves soltarán pequeñas bombas que puedes perder de vista fácilmente. Esto, sumado a que las batallas contra jefes son constantes.
Recuerda lo divertidos y adictivos que pueden volverse estos juegos
En resumen, este primer título es divertido y perfecto para partidas cortas, aunque se va volviendo bastante adictivo. Mientras más avanzas, empieza a ser más retador, y honestamente tuvimos que recurrir al rebobinado constantemente para seguir avanzando. Aunque, comparado con los demás juegos de esta colección, Gradius peca de simple.
Mejoras de accesibilidad
Si te preocupa la dificultad clásica de los juegos arcade, donde la idea era que el jugador perdiera una y otra vez para gastar más monedas, te agradará saber que esta colección cuenta con muchas mejoras en pos de hacer la experiencia divertida.
Desde el inicio, hay acceso al modo normal, modo fácil y modo difícil. Además, como dijimos anteriormente, existe la opción de rebobinar durante la partida, mecánica similar a los títulos retro de Nintendo Switch Online. Cada vez que mueras, puedes rebobinar justo antes de perder, así podrás evitar volver a pasar por largas secciones. Eso sí, el juego te advierte que una vez usando esta opción, la puntuación no podrá subirse a la clasificación online. pero bueno, es lo justo.
Esta colección también cuenta con un modo de entrenamiento en el que podrás elegir qué armas llevar desde el inicio, para que así se puedan dominar todas. Este modo nos pareció sumamente divertido y adictivo, ya que usar más de un arma a la vez durante toda la partida cambia considerablemente la experiencia.
Y si quieres dejar de jugar mientras estás en medio de un nivel, también hay una opción para ti: el guardado rápido. Está opción te permite crear un archivo y empezar desde cualquier punto. Algo que inyecta más emoción y ganas de seguir jugando.
Extras: galería, logros y enemigos
Complicado, al grado de que en ciertos momentos quedamos arrinconados sin poder movernos
En cuanto a los demás agregados, el título cuenta con una galería digital que incluye artes y bocetos separados por juego. No esperes montones de ilustraciones vistosas como en Capcom Fighting Collection 2; aquí son menos y se limitan a portadas, carteles de instrucciones, bocetos de enemigos, diseños descartados de naves, y el arte visto en las recreativas. Aunque no es una galería espectacular, sí es un buen añadido que apoya a la conservación del videojuego y nos da un vistazo de cómo los jugadores gozaron estos títulos en su época.
También contamos con un sistema de logros, ideal para quienes quieran sacarle todo el jugo a estos títulos retro, y una guía para ver a los diferentes enemigos, otra razón por la que el juego destacó en su momento.
Títulos antiguos pero muy divertidos
Gradius 2 es una secuela mucho más cómoda desde el minuto uno, ya que puedes escoger entre distintos builds de forma más sencilla. Puedes cambiar el disparo de la nave, el escudo y hasta el ataque secundario, como tirar bombas o disparar en otra dirección. También puedes conseguir mejoras durante la partida. Los escenarios son muy dinámicos y terminan siendo otro enemigo del que hay que tener cuidado.
Gradius 3: Muy parecido al juego anterior, pero bastante más complicado, al grado de que en ciertos momentos quedamos arrinconados sin poder movernos demasiado, concentrados únicamente en esquivar a los enemigos y los proyectiles que llegan por todos lados. En cuanto a animaciones y efectos, sentimos que es bastante similar.
Salamander / Life Force: Aquí se empieza a notar el primer gran salto gráfico, con estilo similar al de Mega Man X. Ahora contamos con más vidas desde el inicio, así que puedes dejar de lado el rebobinado en algunos momentos. También tienes acceso a más armas y los escenarios ya no son solo horizontales; hay secciones donde tendrás que subir o bajar para avanzar.
Los únicos cambios que encontramos entre estas 2 versiones fueron el diseño de algunos enemigos, donde en Life force tienen un diseño más orgánico como si fueran monstruos espaciales y no robots.
Salamander 2: Aquí se notan controles más refinados, con respuestas precisas al disparar y esquivar. El ritmo es equilibrado, ya que alterna entre secciones horizontales y verticales, y da espacios de “calma” para recuperarnos después de una batalla. Otro apartado que nos agradó fue la música. En general, todos los títulos están bien acompañados por sus arreglos musicales, pero en Salamander 2 notamos algunas canciones muy pegajosas.
Salamander 3: La incorporación más curiosa de esta colección, ya que este título no había salido al mercado con anterioridad. También es el más difícil de todos, no cuenta con opciones de rebobinado y, en ocasiones, los fondos renderizados pueden confundir al jugador.
Otra diferencia notable está en el ritmo de juego: todo es más rápido, los enemigos aparecen en mayor número y los proyectiles en pantalla llegan tan rápido que se siente injusto.
Vale la pena?
Gradius Origins nos ha sorprendido, ya que nos recuerda lo divertidos y adictivos que pueden volverse estos juegos a los que el mercado actual ya no nos tiene tan acostumbrados. Siempre aplaudiremos cuando una empresa hace bien las cosas y ofrece colecciones hechas con cariño, que respetan cómo salieron los juegos en su tiempo, pero también ofrecen las mejoras necesarias para que los nuevos usuarios puedan disfrutarlos.
Dicho lo anterior, sentimos que Gradius Origins no es para todos. Esto se debe a la brecha generacional: es probable que jugadores acostumbrados a títulos con modo historia o battle royale no estén interesados en esta parte de la historia del gaming.
El juego es para ti si alguna vez jugaste Gradius o alguno de estos títulos y quieres revivir glorias pasadas, o si los shoot ‘em up son lo tuyo y buscas nuevas experiencias con esencia retro.
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La noticia
Este juego me hizo viajar 40 años al pasado, y no esperaba divertirme tanto: Reseña de Gradius Origins
fue publicada originalmente en
3DJuegos LATAM
por
Guillermo Pérez Verduzco Zopfy
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