Los móviles Android se han convertido durante la última década en dispositivos ultra poderosos para tareas informáticas, tanto simples como, en muchos casos, complejas. Desde hace muchos años decimos que llevamos ‘ordenadores’ en el bolsillo. ¿Pero cuán factible es la idea de usar el móvil como un ordenador?
Hoy en día, he podido comprobar que es completamente posible. Android cuenta con un ‘modo escritorio‘ que permite transformar el dispositivo en un ordenador con solo conectarlo a una pantalla externa, y fabricantes como Samsung y Motorola cuentan con sus propias versiones de esta experiencia. Me propuse a utilizar mi móvil como un ordenador para trabajar y para mi día a día durante una semana completa, y ésta ha sido mi experiencia.
Incluso este artículo ha sido escrito de este modo.
Usando modo escritorio de Android y Samsung DeX
Como ya mencionamos, el hardware de los smartphones actuales es sorprendente, en especial si hablamos de dispositivos de gama alta de los últimos años. Este año uno de los chips más potentes, el Snapdragon 8 Elite, es un procesador de 3 nanómetros con ocho núcleos de hasta 4.32 GHz y con una GPU muy capaz. Además, los móviles que tienen este chip cuentan con entre 12 y 16 GB de RAM, su rendimiento es ‘top’.
Para mi experimento utilicé un móvil Galaxy S, que incluye una función que Samsung ha llamado ‘Samsung DeX’. Básicamente, este es su modo escritorio, y lleva existiendo desde hace varios años, pero ha mejorado notablemente en los últimos tiempos. La experiencia es ‘plug and play’, es decir, solamente es necesario conectar el móvil a una pantalla externa, y al detectarla te invita a iniciar Samsung DeX. Una vez que lo hacemos, la pantalla externa muestra una interfaz similar a un PC con Windows, con una barra de tareas en la parte inferior y aplicaciones en el escritorio.
No todas las apps ofrecen una experiencia inspirada en el escritorio, pero sí muchas de ellas. Chrome y el propio navegador de Samsung se adaptan a esta versión mostrando las pestañas de una forma similar a como las veríamos en un PC. Otras como Telegram y Slack se ven como una versión agrandada de la misma app del móvil. No obstante, al usar DeX es posible ver las apps como ventanas, por lo que podemos tener varias en pantalla al mismo tiempo y aprovechar el espacio.
Por supuesto, es posible usar periféricos de ordenador de este modo. En mi caso, usé el mismo ratón ergonómico que uso en mi ordenador, y un teclado Bluetooth. De este modo, la experiencia es muy similar a la de un PC tradicional. Sin embargo, Samsung DeX permite usar el propio móvil como si fuera un Touchpad, un panel táctil, para controlar el cursor en la pantalla, lo cual puede ser muy útil si no tenemos disponible un ratón.
Pero la mejor experiencia es usando un ratón y un teclado con el móvil. Solo así logramos la ‘transformación’ completa en ordenador.
El móvil se puede usar como ‘Touchpad’ para controlar el cursor en Samsung DeX.
Mi experiencia usando el móvil como PC, lo bueno y lo malo
En mi día a día uso un MacBook Pro conectado a una pantalla externa, un teclado y un ratón. Justamente estos mismos elementos han sido los que usé con mi móvil, y me he acostumbrado rápidamente a la experiencia en la interfaz y el propio sistema del dispositivo. Diría que DeX me recuerda mucho más a Windows que a macOS, pero aún así es bastante intuitivo aunque vengas de un ordenador de Apple.
El modo escritorio de Android es fantástico para trabajar e incluso para jugar, pero tiene límites importantes. En mi día a día me dedico a escribir artículos como éste, realizando investigaciones, recopilando información y apuntes, y luego llevando todo a Xataka Android. Al usar el modo escritorio de mi móvil pude, sin ningún problema, abrir múltiples ventanas, incontables pestañas en el navegador, abrir un blog de notas (la app Notas de Samsung, en este caso) para escribir y mantenerme comunicado con mi equipo, e incluso escuchar música en streaming.
El móvil puede calentar un poco, sobre todo al estar recibiendo carga mientras lo utilizaba de este modo. Lo he usado conectado a un adaptador que al mismo tiempo me permite conectarlo a la pantalla externa, conectarlo al cargador y tener un puerto USB disponible para transferir archivos en mi unidad de almacenamiento externa. Este sería uno de sus límites, la temperatura, pero mi habitación siempre ha estado muy fresca, lo que ha ayudado.
¿Cuál es su mayor límite e inconveniente? Las aplicaciones específicas. Si utilizas un producto de software muy específico, es muy probable que no lo tengas disponible en Android, o al menos no del mismo modo que en tu ordenador tradicional. Existen alternativas, pero puede que no sean lo mismo, y esto va a suponer una nueva curva de aprendizaje al acostumbrarnos a un nuevo software. En mi caso, mi mayor obstáculo fue no tener disponible la misma aplicación que uso para editar imágenes en el MacBook.
¿Reemplazaría mi ordenador por un móvil? No, pero esa nunca fue mi idea. En cambio, este experimento me ha dejado claro que hoy en día los móviles sí se pueden usar como ordenadores, sobre todo para usos relativamente básicos y para gaming, y perfectamente lo puedo usar como un ordenador secundario cuando estoy fuera de casa o al viajar. Y probablemente un estudiante de secundaria o alguien que no necesite apps especializadas, podría usar su smartphone en el día a día como móvil y como ordenador.
Foto de portada | Xataka (con edición)
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La noticia
He pasado una semana usando mi móvil como un ordenador, y les tengo una noticia: ahora sí es posible
fue publicada originalmente en
Xataka Android
por
Eduardo Marín
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