Jugué The Outer Worlds 2 antes que nadie y algo me queda claro: Obsidian es el único que podría hacer un RPG clásico con todas las mejoras de 2025

Jugué The Outer Worlds 2 antes que nadie y algo me queda claro: Obsidian es el único que podría hacer un RPG clásico con todas las mejoras de 2025

El acceso temprano a un videojuego no siempre es un pasaporte al futuro, pero en ocasiones, esas primeras horas tienen la capacidad de dibujar un boceto de lo que está por venir. En el caso de The Outer Worlds 2, lo vivido ha sido una mezcla de sorpresa y confianza renovada en un estudio que ha pasado las últimas dos décadas cimentando su reputación como uno de los guardianes más importantes del rol clásico.

He jugado ya unas cuantas horas de esta nueva entrega y la sensación es clara: Obsidian no quiere entregar simplemente una secuela, sino un manifiesto de lo que significa ser un RPG en pleno 2025. La experiencia no se limita a expandir lo que ya funcionaba en 2019, sino que busca evolucionar cada capa, decisión y mecánica, con un nivel de ambición que nos muestra a un equipo con hambre de trascender.

Durante esta versión previa de The Outer Worlds 2 solo tuve acceso a la personalización del personaje y al capítulo de introducción, el cual dura aproximadamente entre 20 y 30 minutos. Este mismo, lo jugué en tres dificultades diferentes, comenzando por la normal, siguiéndome por la difícil y culminando con el modo extremo, el cual pone a pruebas todas nuestras habilidades, tanto de disparo como de gestión.

El legado de un estudio que respira rol

Lo primero que hay que entender es que la sorpresa no radica en que Obsidian sea capaz de hacer las cosas bien. Lo han hecho antes: desde Knights of the Old Republic II hasta el famoso Fallout: New Vegas, pasando por experimentos más recientes como Pillars of Eternity o el aún cercano Avowed. Lo suyo siempre ha sido el rol, con sus decisiones morales, personajes complejos y esos sistemas que convierten cada partida en una narrativa propia.

Pero The Outer Worlds 2 tiene un reto adicional. Su ambición es construir un gran RPG, pero también ofrecer una experiencia de shooter en primera persona que esté a la altura de los mejores. Ese equilibrio es endiabladamente difícil: muchos han fracasado en el intento, cayendo en el error de ofrecer diálogos profundos con armas que se sienten como de juguete, o tiroteos vibrantes acompañados de un guion que se queda en lo superficial. En lo jugado hasta ahora, se nota que Obsidian ha tomado nota de esa dificultad y ha decidido afrontarla de frente.

Más que un simple sistema de creación de personajes

Un vistazo rápido a los menús es suficiente para entender que estamos ante un RPG con ganas de ofrecer profundidad. Un buen número de ventajas, una gama amplia de defectos y rasgos, y una flexibilidad que convierte la creación de personaje en una declaración de intenciones. El formato es clásico: se trata de elegir una clase predeterminada que delimite tu contexto, al menos de inicio, porque después cada paso del camino está abierto a ramificaciones, experimentos y a la posibilidad de moldear al protagonista como un reflejo de tus propias contradicciones.

El sistema de defectos otorga profundidad y es una forma de dar textura a la experiencia. Tener miedo a un tipo de enemigo, sufrir penalizaciones en determinadas condiciones o cargar con desventajas físicas genera la sensación de que estamos manejando a un ser vivo, con fortalezas y debilidades que afectan la forma en que habitamos Arcadia, ese planeta extraño que se presenta como escenario principal.

Y hablando de Arcadia, estamos ante un mundo extraño. No tuvimos la oportunidad de explorar los paisajes abiertos en estas primeras horas, pero sí los entornos claustrofóbicos, con rutas alternativas y secretos escondidos. Es un lugar que invita a la curiosidad, a explorar no solo lo que tienes frente a ti, sino lo que se oculta en la esquina menos evidente. Cada camino, puerta cerrada o ducto de ventilación sugiere que siempre hay otra manera de enfrentar lo que viene.

El sigilo ha recibido un tratamiento especial. Ya no se siente como una opción anecdótica, sino como una alternativa tan válida como entrar disparando. La misma lógica se aplica al sistema de diálogos, que se percibe más dinámico y natural que en el primer juego, y claramente heredero de lo trabajado en Avowed. Cada conversación tiene peso, y la posibilidad de salir airoso con palabras en lugar de con balas es tan real como gratificante.

Un RPG que también quiere ser un shooter

En medio de tanta complejidad narrativa y de sistemas que invitan a la reflexión, me encontré con un juego que también quiere destacar en el terreno de los shooter. Es justo ahí donde radica uno de los logros más llamativos de The Outer Worlds 2, al menos en lo que son sus primeras horas de juego.

Las mecánicas de disparo se sienten bien: poderosas y precisas. Los enfrentamientos son más que un trámite, y mientras exploraba entornos llenos de caminos ramificados, puertas cerradas y sistemas de ventilación que invitaban a pensar en soluciones alternativas, lo único en lo que pensaba era en lanzarme a los combates con arma en mano.

En ese sentido, podemos decir que el apartado de acción no es flojo, como tantas veces ocurre en los RPGs enfocados a los disparos, sino una parte integral de la experiencia. Obsidian busca un equilibrio en el que tanto la diplomacia como la violencia tienen el mismo atractivo, dependiendo de cómo quieras enfrentar la partida.

Pero la ambición de The Outer Worlds 2 se extiende más allá de sus sistemas. Se percibe en el tono narrativo, en la mezcla de humor negro con reflexión social, y en ese aire satírico que nos recuerda constantemente que, aunque estemos explorando mundos extraños, lo que en realidad estamos viendo es un espejo deformado del nuestro.

Las corporaciones que dominan, personajes que intentan sobrevivir, decisiones que parecen pequeñas pero terminan teniendo un eco enorme: todo forma parte de un tapiz narrativo que busca ir más allá del entretenimiento para provocar reflexión. Y eso es, al final, lo que ha distinguido siempre a los grandes RPGs.

¿Cuándo sale The Outer Worlds 2?

The Outer Worlds 2 llegará el 29 de octubre de 2025 a PC, PS5 y Xbox Series X/S. Y aunque es imposible predecir si cumplirá con todas las expectativas, lo que sí puedo decir es que, tras tres sesiones cortas me encuentro deseando regresar.

Quiero descubrir hasta dónde llegan sus sistemas, qué tan profundas son sus decisiones y si esa escopeta seguirá siendo tan irresistible como lo fue en mis primeras horas. Quiero ver si Obsidian logra consolidar el equilibrio entre shooter y RPG que tantos han intentado alcanzar y tan pocos han conseguido. Si lo logra, estaremos no solo frente a la secuela de un buen juego, sino ante una entrega que podría definir a Obsidian en esta generación.


La noticia

Jugué The Outer Worlds 2 antes que nadie y algo me queda claro: Obsidian es el único que podría hacer un RPG clásico con todas las mejoras de 2025

fue publicada originalmente en

3DJuegos LATAM

por
Ayax Bellido

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