Es una calurosa tarde de verano y disfruto de un chapuzón en la piscina. Estoy pasándolo tan bien que me encantaría inmortalizar el momento, pero en vez de pedir a alguien que me haga una foto, recuerdo que mi iPhone es «resistente» al agua. Así que doy por buena la idea de hacer yo mismo esa foto e incluso hacerla debajo del agua.
No ocurre nada raro en el momento, pero dos días después estoy en una Apple Store suplicando que la reparación no sea muy cara. En realidad, el agua había llegado al interior del dispositivo y aunque de primeras no hubiese síntomas, aparecieron horas después. No fue hasta que acudí al servicio técnico que descubrí el truco para saber si el agua ha llegado a su interior. No hay más que mirar la bandeja SIM.
La bandeja de la SIM indica si el iPhone se ha mojado por dentro
Todos los iPhone e incluso algunos iPod, tienen desde siempre un distintivo que se pone de color rojo si ha entrado agua en su interior. Apple lo llama LCI, siglas en inglés de Indicador de Contacto con Líquidos. En los modelos más antiguos se encuentra en puertos como el de auriculares o el de carga, pero desde los iPhone 5 en adelante, esto se aprecia sacando la bandeja de la SIM.
Si se moja el iPhone, pero no sabes si lo suficiente como para que haya entrado agua en su interior, deberás retirar esa bandeja. De forma normal no deberías ver nada, pero si le ha entrado agua, verás claramente el LCI en color rojo y será momento de actuar y llevar a cabo estos consejos que, por desgracia, a mi no me dio tiempo a aplicar tan rápido por desconocer este elemento:
- Haz una copia de seguridad de tus datos mediante iCloud, de forma que puedas tenerlos a salvo si tu iPhone «muere».
- Pide cita inmediatamente en el servicio técnico para que puedan revisarlo.
- Trata de secar el iPhone por tu cuenta, pero no lo metas en arroz, aplica los consejos habituales para su correcto secado.
Puedes consultar cómo se mira este distintivo en cada modelo de iPhone a través de esta web de Apple.
Tu iPhone no será resistente al agua para siempre
Esa anécdota introductoria del artículo me sucedió en 2017 con un iPhone 7 que, por aquel entonces, pertenecía a la primera generación IP67 que lo hacía resistente al agua y al polvo. Desde aquel entonces he sabido que la resistencia al agua no es eterna.
Con el paso del tiempo, el sellado que protegen el interior del móvil del agua se deteriora y el calor, los golpes, el uso diario e incluso abrir la bandeja SIM con demasiada frecuencia pueden debilitarlo. Aunque el dispositivo conserve su certificación IP, eso no garantiza que siga siendo igual de eficaz años después. Por eso, confiarse solo en lo que promete la ficha técnica puede acabar en un disgusto.
La garantía de Apple no cubre los daños por agua
Por mucho que Apple promocione esta resistencia al agua, no cubrirá daños relacionados
Pese a que tengan certificación, prácticamente ningún fabricante cubre los daños por agua de un smartphone. Apple tampoco. Da igual si el dispositivo está en su plazo de garantía legal o si tienes AppleCare+. Con este último podrás obtener una reparación más barata, pero tendrás que abonarla al fin y al cabo.
La reparación exige de cambiar el iPhone al completo y obtener uno reacondicionado. El precio de esta sustitución va desde 338,99 euros para el iPhone SE 2020 hasta los 899 euros del iPhone 16 Pro Max.
Así pues, la resistencia al agua es una ayuda, no una invitación a mojar el móvil como si nada. Si quieres evitar disgustos, será mejor que no lo mojes y estés atento del LCI que aparece en la bandeja de la tarjeta SIM.
Imagen de portada | PixaHive
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La noticia
La diferencia entre llevar o no tu iPhone mojado al servicio técnico pasa por este pequeño truco que aprendí a la fuerza
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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