El sector minero argentino se perfila como un motor de crecimiento y abre sus puertas a las PYMEs del país. Con proyecciones que ilusionan exportaciones multimillonarias y la creación de decenas de miles de nuevos empleos, la industria minera está lanzando un llamado claro a la industria local para sumarse a esta ola de expansión.

Según Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), ya son cerca de 2.500 PyMEs las que colaboran activamente con el sector. «Para maximizar el impacto, debemos priorizar a las industrias locales, especialmente en las provincias», afirmó Cacciola. Sin embargo, no todo es un camino de rosas. El directivo enfatizó la necesidad de que las PyMEs argentinas se preparen para cumplir con tres demandas clave: competitividad, calidad y cumplimiento en los plazos de entrega. Esto subraya la importancia de que las empresas locales eleven sus estándares para aprovechar esta coyuntura.
Un sector en plena expansión en búsqueda de la sostenibilidad
La minería actual dista mucho de la imagen que se tenía hace décadas, especialmente en materia ambiental. Cacciola destacó que la industria opera bajo una estricta Ley Ambiental que rige desde la presentación de un proyecto hasta su cierre, garantizando condiciones sostenibles. Esta evolución es crucial en un contexto global donde la demanda de litio y cobre es exponencial, impulsada por la transición energética, la proliferación de autos eléctricos y la búsqueda de una menor huella de carbono. Estos minerales posicionan a la minería argentina como un pilar estratégico para el futuro energético mundial. El desafío está en buscar opciones más sostenibles y generar un verdadero desarrollo económico en la sociedad que no nos expropie de nuestros recursos naturales.

Las proyecciones de CAEM son ambiciosas y optimistas. Para el año 2032, se estima que la minería podría generar exportaciones por 18 mil millones de dólares, un salto significativo desde los 4.600 millones actuales, gracias a proyectos ya identificados. Además, se anticipa que el sector podría duplicar los empleos directos, alcanzando los 80 mil puestos para ese mismo año, impulsado por seis proyectos de clase mundial. Cacciola comparó el potencial argentino con Chile, un líder en la producción de cobre, subrayando que con estabilidad económica y seguridad jurídica, Argentina puede capitalizar sus vastos recursos. En este escenario, el cobre emerge como un motor clave para diversificar la matriz exportadora del país.
No obstante, Cacciola también abordó los «cuellos de botella» estructurales del país, especialmente en infraestructura logística. «Necesitamos mejorar la logística para posicionar a Argentina como un canal de salida hacia el Atlántico», propuso. Este desarrollo no solo beneficiaría al sector minero, sino que generaría un efecto multiplicador en toda la economía nacional. La oportunidad, según el titular de CAEM, es «millonaria» y no debe desaprovecharse, siempre y cuando se trabaje en conjunto para superar los desafíos y potenciar las capacidades de las PyMEs y del país en su conjunto