Bien dicen que cuando juegas, el tiempo vuela. Y quizá por eso cuesta trabajo creer que han pasado casi cinco años desde que la PlayStation 5 y la Xbox Series X (y su hermana menor, la Series S) llegaron al mercado con la promesa de una nueva era. La llamada novena generación de consolas fue presentada con palabras rimbombantes: un salto técnico sin precedentes, velocidades de carga que borrarían las pantallas de espera del pasado y experiencias gráficas dignas del cine. Sin embargo, si somos honestos, la emoción del lanzamiento no tardó en mezclarse con una sensación extraña: la de estar en una especie de transición interminable.
Hoy, en pleno 2025, cuando por fin empezamos a ver lanzamientos diseñados con la potencia de esta generación en mente —y no como versiones con esteroides de títulos pensados originalmente para PS4 o Xbox One—, tanto PlayStation como Xbox ya han comenzado a hablar de su próxima generación. De forma casi irónica, justo cuando parecía que la generación actual había arrancado por completo, los recursos y miras de las marcas ya están puestas en lo que viene.
Xbox y PlayStation ponen miras a una nueva generación
El problema, claro, no es el paso del tiempo. Cinco años es un periodo razonable en la vida útil de una consola, considerando que las generaciones anteriores solían extenderse entre siete y ocho años, bien podríamos decir que estamos un poco más allá de la mitad del camino. El verdadero dilema es que esa promesa de un “gran salto” se sintió más como un brinco contenido por las propias decisiones estratégicas de ambas marcas.
Durante los primeros tres años, tanto Sony como Microsoft apostaron fuerte por seguir nutriendo a sus usuarios de PS4 y Xbox One. Las razones eran evidentes: la escasez global de chips, los estragos logísticos de la pandemia y el deseo de no dejar atrás a una base de usuarios enorme. Pero eso también tuvo consecuencias: los grandes juegos que debían marcar un antes y un después en términos técnicos se vieron obligados a adaptarse a máquinas con más de una década de vida.
Sí, tuvimos propuestas como Ratchet & Clank: Rift Apart o Returnal que intentaban apuntar al futuro. Pero la mayoría de los lanzamientos importantes como Horizon Forbidden West, God of War Ragnarok o Halo Infinite, salieron para ambas generaciones. Incluso el esperadísimo Starfield, llamado a ser el estandarte de Xbox Series X, llegó en 2023 con un rendimiento técnico que dejó opiniones divididas.
Fue apenas en los últimos dos años cuando la balanza comenzó a inclinarse de verdad hacia la novena generación. Juegos como Final Fantasy XVI, Final Fantasy VII Rebirth, Spider-Man 2, Hellblade II, Alan Wake II, Black Myth: Wukong o Astro Bot por poner algunos ejemplos, comenzaron a mostrar lo que podían hacer estas consolas sin las ataduras de generaciones pasadas. Y justo cuando empezábamos a vislumbrar el verdadero potencial, llega la noticia: tanto PlayStation como Xbox ya trabajan activamente en sus sucesoras.
Desde PlayStation, Hideaki Nishino, CEO de la empresa, confirmó este enfoque de la marca en comenzar a desarrollar la nueva consola de la compañía:
«Ahora contamos con un gran ecosistema de jugadores altamente comprometidos en ambas generaciones, tanto PS5 como PS4. Por lo tanto, naturalmente, hay un enorme interés en nuestra estrategia para la próxima generación de consolas. Aunque no podemos compartir más detalles en esta etapa, el futuro de la plataforma es una prioridad. Estamos comprometidos a explorar una forma nueva y mejorada para que los jugadores interactúen con nuestro contenido y nuestros servicios”
Por su perta, desde Xbox la respuesta no tardo en llegar, a través de un video en su canal oficial de YouTube, Sarah Bond, lider de juegos en la marca verde, expresó que de la mano de AMD ya preparan su próximo hardware:
“Hemos establecido un acuerdo estratégico plurianual con AMD para co-diseñar silicio en una cartera de dispositivos, incluyendo nuestras consolas Xbox de próxima generación. Juntos, ofreceremos una calidad visual más profunda, una experiencia de juego inmersiva y experiencias impulsadas por IA, basadas en una plataforma diseñada para jugadores, sin estar vinculada a una sola tienda o dispositivo, y totalmente compatible con tu biblioteca de juegos de Xbox”
La novena generación y una transción modesta
¿Nos saltamos la generación sin darnos cuenta? ¿O simplemente llegó demasiado tarde? La sensación es amarga. Por un lado, entendemos que la tecnología no se detiene, y que en una industria tan competitiva como la del gaming, quien se duerme se queda fuera. Pero por otro, hay una frustración palpable entre los jugadores que invirtieron en consolas next-gen solo para recibir, durante años, experiencias de octava generación maquilladas.
Y no hablamos solo de juegos: ni el sistema operativo de PS5 ha evolucionado demasiado, ni la interfaz de Xbox Series ha traído cambios sustanciales respecto a One. Todo ha sido una continuidad algo gris. Incluso los modelos “Pro” llegan con más dudas que entusiasmo.
Quizá el futuro nos depare consolas aún más potentes, streaming nativo, y mundos abiertos con inteligencia artificial compleja. Pero sería bueno detenernos un momento y preguntarnos si de verdad aprovechamos lo que teníamos entre manos. Porque si esta generación fue un aperitivo, el plato fuerte nunca llegó. Y tanto en Xbox como en PlayStation, ya están comenzando a recoger la mesa.
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La noticia
La novena generación de consolas apenas despertó y ya está quedando atrás: PlayStation y Xbox confirman que las sucesoras de PS5 y Series X están en camino
fue publicada originalmente en
3DJuegos LATAM
por
Ayax Bellido
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