Este año, miles de estudiantes de 2º de Bachillerato se enfrentan a una Selectividad histórica. Por primera vez, la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) tendrá la misma estructura en todo el país, marcando un antes y un después en la prueba de acceso.
Esos cambios están generando mucha expectación y ansiedad entre el alumnado, extendiéndose la opinión de que los cambios han incrementado la dificultad con respecto a convocatorias anteriores, en una prueba ya de por sí exigente.
La incertidumbre sobre cómo se va a desarrollar la nueva estructura de la PAU es una de las principales preocupaciones entre los estudiantes, y el temor a lo desconocido se ha convertido en el principal protagonista de las aulas a pocos días de la convocatoria.
Unificación y temores ante el nuevo modelo de examen
La PAU 2025 supone un cambio de estructura en la prueba de acceso que busca unificar el modelo de examen en todas las comunidades autónomas, con el objetivo de hacer más justo el acceso a la universidad, independientemente de la comunidad donde se realice la prueba.
Según Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades «es más ágil, moderna y se adapta a la sociedad con el máximo rigor académico y garantizando la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes de España».
Los profesores han expresado su preocupación por que, aunque se ha homogeneizado el formato del examen, no se ha abordado la cuestión de la dificultad según la comunidad autónoma, lo que podría seguir generando desigualdades.
«Las competencias están transferidas a las comunidades autónomas, y cada comunidad fija una parte de su propio temario. Esto hace que un modelo único sea muy difícil de implementar. […] la prueba se organiza de forma descentralizada, mientras que la admisión es única. Aunque tengas que pedir plaza en cada distrito universitario, tu nota sirve para entrar en cualquier universidad de España», señalaba Javier Oubiña, Vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid.
Sin embargo, uno de los principales temores del alumnado es que este nuevo formato incremente la dificultad de la prueba y provoque una bajada generalizada en las notas. Eso podría dificultar el acceso a las carreras con mayor nota de corte y dejarlos en desventajas con los alumnos del año pasado.
«Si las notas bajan mucho, nos puede poner en desventaja para entrar en las carreras más demandadas, ya que es probable que los que se presentaron los años anteriores tengan notas más altas que las que vamos a tener nosotros. Eso, y el aumento de la dificultad de las preguntas, es lo que más nos agobia a las personas de mi curso que tengo alrededor y a mí», aseguraba a El País Julia, una de Bachillerato que se prepara para la PAU.
Como señalaba Carla Mora, estudiante de 2º de Bachillerato en Almería al Diario de Almería «los cambios los deberían de haber hecho ya para los alumnos que este año están en 1º de Bachillerato y no para nosotros que hasta ahora hemos estado trabajando de una forma diferente la prueba, es decir, con el modelo anterior. Las novedades se nos han introducido de golpe».
Principales cambios en la PAU 2025
Una de las principales novedades de la PAU 2025 es la desaparición de la posibilidad de elegir entre varias preguntas opcionales. Ahora, todas las preguntas incluidas en la prueba son obligatorias, aunque sí será posible escoger algunas preguntas o apartados dentro del propio ejercicio.
Desde el Ministerio de Educación se advierte que esta «opcionalidad no implicará poder estudiar menos temario», lo que obliga a los estudiantes a prepararse el contenido completo de cada asignatura, y no prescindir de parte de él como permitía el modelo anterior.
Otra de las novedades que está preocupando a los alumnos es el cambio de formato de las preguntas. El nuevo examen combinará ejercicios con respuestas cerradas tipo test, preguntas semiconstruidas (como rellenar espacios) y, las más polémicas, respuestas abiertas en las que el alumno deberá desarrollar el proceso de resolución.
En estas últimas se ha buscado un enfoque más competencial. Es decir, que el alumno haya comprendido el concepto y no solo memorizado. Con ellas se busca evaluar la creatividad, la capacidad de pensamiento crítico, la reflexión y la madurez en la resolución.
Con la llegada del formato abierto de las preguntas también se modifican los criterios de corrección. En ellas no solo se valorará la corrección o no de la respuesta, sino también la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica, así como la presentación. Los fallos ortográficos supondrán una penalización del 10% de la puntuación, según las nuevas directrices.
Tanto el hecho de obligar a los alumnos a preparar todo el temario al completo como el cambio de criterio al valorar las respuestas, son los factores que más han contribuido a que los estudiantes perciban la PAU de 2025 como una de las más difíciles de los últimos años.
Lo que no ha cambiado en la PAU de 2025
A pesar de los cambios, algunos aspectos fundamentales de la PAU en 2025 se mantienen igual que en convocatorias anteriores. La prueba sigue dividiéndose en dos partes: una básica y obligatoria, en la que es necesario obtener al menos un 5 para poder acceder a la universidad; y otra voluntaria, que permite sumar hasta 4 puntos adicionales para intentar mejorar la nota final.
De acuerdo a lo indicado por el Ministerio, las asignaturas de la parte obligatoria son Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera II, Historia de España o Filosofía (a elegir), y Lengua Cooficial y Literatura II en las comunidades con idioma propio.
La parte voluntaria incluye al menos dos asignaturas del temario de Bachillerato, Historia o Filosofía (la que no escogiera para la fase obligatoria), y una segunda lengua extranjera (inglés, francés, alemán, italiano o portugués).
El sistema de cálculo de la nota final tampoco ha cambiado: el 60% de la nota final corresponde a la nota media de Bachillerato y el 40% restante lo aporta la nota obtenida en la PAU. Es decir, si en Bachillerato se ha obtenido una nota media de 7,5 y en la PAU un 8, la nota final de acceso será un 7,7 (Nota de Bachillerato x 0,6 + Nota de PAU x 0,4).
El tiempo para realizar cada examen se mantiene en 90 minutos, con 30 minutos de descanso entre pruebas. Los estudiantes con necesidades de apoyo educativo dispondrán de más tiempo.
Imagen | Flickr (Universidad de Sevilla)
–
La noticia
La Selectividad de 2025 prometía ser más justa que nunca: los alumnos sienten que la PAU es todo lo contrario
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
.
