
Comprar algo barato por internet se ha convertido en un gesto casi automático para para muchos. Un par de camisetas, un accesorio para el móvil o un pequeño gadget que cuesta poco más que un café llegan a casa en pocos días, muchas veces desde plataformas como Shein, AliExpress o Temu. No es una percepción aislada. Los propios reportes de cumplimiento bajo la Ley de Servicios Digitales muestran hasta qué punto estas plataformas se han integrado en el día a día del consumo digital en el Viejo Continente.
Ese cambio de hábitos tiene una traducción muy concreta en cifras y logística. En 2024, la Unión Europea recibió 4.600 millones de envíos de bajo valor, lo que equivale a más de doce millones al día. Según la Comisión Europea, el 91% de esos envíos procedía de China, un flujo constante que no solo ha crecido de forma exponencial en los últimos años, sino que ha puesto bajo una presión inédita a los sistemas aduaneros y de control, pensados para otro volumen y otra realidad del comercio internacional.
Qué cambios llegan y cuándo. La respuesta de Bruselas a este escenario tiene calendario y medidas concretas. Se ha acordado aplicar un arancel fijo de tres euros a ítems contenidos en pequeños envíos que entren en la Unión Europea y tengan un valor inferior a 150 euros. Estamos ante una solución transitoria que empezará a aplicarse el 1 de julio de 2026 y que servirá de puente hasta la entrada en funcionamiento del nuevo sistema aduanero europeo, con un gran nodo de datos para centralizar información y mejorar la gestión del riesgo, y con una autoridad comunitaria para coordinar y homogenizar la aplicación de las normas.
La UE lleva tiempo trabajando en una reforma estructural de su unión aduanera para unificar datos, agilizar procedimientos y reforzar la supervisión a escala comunitaria. La creación de un sistema común de información y de una autoridad aduanera europea busca corregir la fragmentación entre Estados miembros, un problema que el aumento masivo de pequeños envíos ha hecho evidente. Frente a un comercio cada vez más atomizado y de bajo valor, Bruselas aspira a un modelo distinto, con más coordinación y una aplicación más homogénea de las reglas en todo el mercado interior.
El detrás de escena de la medida. El impulso político detrás de esta reforma responde a varios frentes abiertos al mismo tiempo. Por un lado, las autoridades europeas llevan años alertando de prácticas de infravaloración que distorsionan la competencia y penalizan a los comercios que sí cumplen las reglas. A ello se suman “riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores, altos niveles de fraude y preocupaciones ambientales”.
¿Cuándo se paga la tasa? La clave de esta medida está en el momento en que se activa el gravamen. El arancel de tres euros se aplica cuando la mercancía entra en la Unión Europea, es decir, en el acto de importación. Esto implica una diferencia fundamental para nuestras compras. Si el producto se envía directamente desde fuera de la UE, el envío queda sujeto a esa tasa. Las cosas cambian cuando el pedido sale de un almacén situado dentro del mercado único, el paquete no vuelve a cruzar una frontera aduanera y el gravamen no se activa en este caso porque la importación debió producirse antes.
El documento aprobado por la UE no dice en ningún momento que el consumidor vaya a pagar directamente este arancel. La norma se limita a establecer que el gravamen se aplicará sobre los bienes en el momento de su importación. A partir de ahí, la lógica del mercado apunta a que serán las plataformas, los vendedores o los operadores logísticos quienes gestionen el pago ante la autoridad aduanera y decidan después cómo integrar ese coste. En la práctica, lo más habitual es que termine reflejándose en el precio final o en los gastos del pedido, es decir, que lo veríamos reflejado en el momento del “checkout” de nuestra compra.
¿Tres euros por producto o por ítem? El documento del Consejo es preciso en un matiz clave. El arancel se define como un gravamen fijo de tres euros sobre los ítems contenidos en pequeños envíos, y no como una tasa plana por paquete ni como un recargo por cada unidad individual. Esa elección de palabras apunta a que el cálculo se vincula al contenido declarado del envío, y no únicamente a la caja en la que viaja.
A falta de una guía operativa más detallada por parte de las autoridades, y siguiendo la lógica habitual de las aduanas, esto permite interpretar que varios productos iguales se agruparían bajo un mismo ítem. Por ejemplo, si un pedido incluye tres pares de zapatillas y tres relojes, el gravamen no se aplicaría seis veces, sino una por las zapatillas y otra por los relojes. Es decir, tres euros por cada tipo de producto incluido en el envío, y no por cada unidad comprada.
Temu se adelanta al cambio. Ante este nuevo escenario, Temu lleva tiempo ajustando su modelo en Europa. La plataforma ha reforzado acuerdos con operadores logísticos locales para ampliar opciones de entrega y apoyar su programa de vendedores locales, con una apuesta por servir más pedidos desde dentro del mercado comunitario. En sus comunicaciones oficiales, la compañía señala que espera que los vendedores locales y el cumplimiento logístico dentro de la UE lleguen a representar hasta el 80% de sus ventas europeas, una estrategia que busca ganar agilidad, acortar plazos y adaptarse a un entorno regulatorio más exigente.
La pregunta clave es si este modelo compensa. Centralizar stock en la UE aporta control y velocidad, pero obliga a seleccionar mejor qué productos se ofrecen y en qué cantidades. El calendario, en cualquier caso, ya está definido y la cuenta atrás para que entren en vigor los cambios en el sistema aduanero comunitario está en marcha. Al mismo tiempo, las plataformas de comercio electrónico están empezando a responder. Todo apunta a que parte de ese ajuste acabará reflejándose en precios más altos para algunos productos procedentes de China, aunque su alcance real dependerá de cómo se reordene la logística en los próximos meses.
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La noticia
La UE ya tiene fecha para cobrar, al menos, tres euros por paquete a plataformas chinas. Temu llevaba tiempo preparándose
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Xataka
por
Javier Marquez
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