Las acciones de Netflix se disparan un 90% en el último año, superando incluso a gigantes como Nvidia en valuación. Sin embargo, esta meteórica ascensión siembra dudas en el mercado ante la inminente publicación de resultados financieros.

El sector tecnológico no deja de sorprender, y Netflix es un claro ejemplo de ello. La plataforma de streaming, cuyas acciones (y sus Cedears en Argentina) han experimentado una subida estratosférica del 90% en dólares en el último año, y un asombroso 4.560% en pesos desde mayo de 2022, se encuentra en el centro de un debate crucial entre analistas e inversores: ¿está su precio justificado o estamos ante una burbuja a punto de estallar?
Desde julio de 2024, los papeles de Netflix en el Nasdaq acumulan un crecimiento del 92% en dólares, con un 45% solo en lo que va de 2025. Este desempeño excepcional ha llevado a la compañía a una valuación de 45 veces las ganancias proyectadas, una cifra que supera a pesos pesados como Nvidia (32 veces) y al promedio del Nasdaq 100 (27 veces). Esta alta valoración, la más elevada desde el auge de la pandemia en 2021, es el principal motor de la preocupación actual.
La atención del mercado está puesta en la publicación de los resultados financieros del último trimestre el próximo 17 de julio. La pregunta clave es si Netflix podrá cumplir con las expectativas generadas por su actual cotización. Michael Smith, gerente de cartera en Allspring Global Investments, lo resume así: «Me siento muy bien acerca de sus fundamentos… pero las expectativas llegaron al punto en que cualquier decepción sería un riesgo.»
Analistas fueron encuestados y anticipan un crecimiento de ingresos del 14% para Netflix en 2025, una mejora respecto a 2022 (6,5%) pero una desaceleración si se compara con los picos de 2020 y 2021 (24% y 19% respectivamente). Además, la rapidísima escalada del precio de la acción, que hoy cotiza a u$s1.293, ya se encuentra un 10% por encima del objetivo medio de Wall Street, sugiriendo un potencial alcista limitado a corto plazo.
Optimismo infundado o demanda Institucional sólida
A pesar de las señales de alarma, no todos los expertos ven nubarrones. Ken Mahoney, director en Mahoney Asset Management, defiende la inversión en Netflix: «La gente suele pasar por alto grandes empresas porque les preocupa la valoración, y no me importa gastar más en lo que ofrece Netflix». Mahoney argumenta que la compañía está «haciendo todo bien y es como una bola de nieve que se hace más grande a medida que rueda cuesta abajo».
Un factor crucial que juega a favor de Netflix es la creciente apuesta de los inversores institucionales. Bank of America revela que la empresa está presente en el 49% de los fondos de inversión de largo plazo, una cifra que contrasta fuertemente con el 14% de principios de 2016. Esta demanda genuina de grandes capitales proporciona un sólido respaldo a los precios actuales.
La próxima semana será decisiva para Netflix. Los ojos del mercado estarán fijos en sus resultados, que determinarán si la plataforma de streaming puede justificar su vertiginosa ascensión y consolidarse como un gigante indiscutible del sector tecnológico, o si su actual valoración ha creado un terreno fértil para una corrección. ¿Podrá Netflix seguir sorprendiendo al mercado o su meteórico ascenso ha llegado a un punto de inflexión?