El escándalo de los motores PureTech de Stellantis todavía resuena en la industria. No es para menos, pues cientos de miles de vehículos del grupo automovilístico quedaron afectados, pasando por todo un frente de averías e indemnizaciones que ha quebrado por completo la reputación de la empresa. Sin embargo, cabe mencionar que la tecnología de correa de distribución húmeda que causó el derrumbe de Stellantis no es exclusiva del grupo franco-italiano: Ford y Volkswagen también utilizaron la maldita correa bañada en aceite, aunque con consecuencias diferentes.
Tecnología revolucionaria, en la teoría. La historia comenzaba con una idea aparentemente brillante: eliminar el costoso mantenimiento de la correa de distribución y creando un sistema que durara toda la vida útil del vehículo. La solución era una correa bañada en aceite que, según los ingenieros, reduciría la fricción y aumentaría la durabilidad hasta los 240.000 kilómetros. El aceite debía proporcionar mayor elasticidad al caucho y proteger el componente del desgaste.
Estado de la correa de distribución de un Peugeot 3004 tras 40.000 km. Imagen: OGS Mechanics
Ford, la pionera que rectificó a tiempo. La marca americana fue la primera en implementar esta tecnología de correa húmeda, incluso antes de que los motores EcoBoost llegaran al mercado. Ford instaló el sistema en el interior del motor en lugar de utilizar una caja lateral tradicional, pero cuando comenzaron a aparecer los primeros problemas, la compañía no se lo pensó dos veces. Sin meterse en grandes líos ni generar escándalos mediáticos, sustituyó la correa por una cadena en sus motores EcoBoost de tres cilindros con desactivación.
La estrategia de Volkswagen. El grupo alemán también adoptó la correa húmeda, principalmente en motores diésel como el tres cilindros 1.6 TDI e incluso en el 2.0 TDI. Sin embargo, su implementación fue menos arriesgada: la correa húmeda no accionaba los árboles de levas, sino únicamente la bomba de aceite. Esta diferencia técnica crucial explica por qué las consecuencias para Volkswagen no han sido tan devastadoras como las que vive Stellantis.
Entre líneas. La diferencia clave radica en que Stellantis convirtió la correa húmeda en el elemento principal del sistema de distribución, el encargado de sincronizar el tren de válvulas. Cuando falla, las consecuencias son catastróficas, suponiendo averías de varios miles de euros que pueden dejar el motor completamente inservible. Ford y Volkswagen, en cambio, limitaron su uso a funciones menos críticas o rectificaron rápidamente cuando detectaron los primeros síntomas.
Por qué el sistema falló. En los motores tricilíndricos, especialmente en uso urbano, gotas de combustible sin quemar se mezclan con el aceite del cárter. Esta mezcla abrasiva degrada prematuramente la correa, y las partículas desprendidas obstruyen filtros y conductos, provocando insuficiencia en la presión del aceite. No parar la avería a tiempo puede acabar destruyendo el motor, por lo que sí, la polémica no fue en vano. El problema se magnificó en Stellantis debido a que el grupo fue más optimista que el resto en incorporar esta tecnología.
Mientras Ford resolvió el problema con relativa discreción y Volkswagen lo mantuvo bajo control (solo faltaría que en aquella época tuviera otro tropiezo como el de sus modelos diesel), Stellantis se ha visto envuelto en un escándalo de proporciones gigantescas. Cientos de miles de vehículos con motores 1.0 y 1.2 PureTech fabricados entre 2012 y 2023 han sido llamados a revisión. La compañía ha tenido que ampliar garantías, crear sistemas de reembolso y hasta cambiar de CEO, con Antonio Filosa bajo el mando tras la destitución de Carlos Tavares.
Cómo saber si tu coche está afectado. Si tienes dudas acerca de si tu coche monta cadena o la problemática correa bañada en aceite que causó toda esta debacle, puedes consultar el código de motor. Los motores 1.2 PureTech con cadena (los seguros) tienen códigos “EB2LTED” o “EB2LTEDH2” y están presentes en modelos como el Peugeot 408, Opel Frontera y Fiat 600.
Los motores problemáticos están principalmente en Citroën C3 y C4, Peugeot 208, 308 y 3008, Opel Corsa y Mokka, y DS 3 y DS 7, fabricados entre 2012 y 2023. Stellantis amplió las garantías y ofrece reembolsos para las reparaciones, pero lo ideal sería que detectaras el fallo a tiempo para ahorrarte un buen disgusto y reclamar a al fabricante.
Imagen de portada | CAT Magazine
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La noticia
Las correas bañadas en aceite hundieron por completo la reputación de Stellantis. Pero no fue la única
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Antonio Vallejo
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