Hace poco más de un año, David Heinemeier Hansson (también conocido como ‘DHH’), creador del framework de programación Ruby on Rails y cofundador de 37signals, se propuso abandonar macOS (después de haber echado pestes contra las prácticas empresariales de Apple) y allanar su salida creando Omakub, una ‘configuración empaquetada’ de Ubuntu pensada para que otros desarrolladores pudieran aterrizar en Linux sin traumas.
Pero aquella ruta de escape no ha sido más que el prólogo para él: ahora ha dado el salto a Omarchy, su propia distribución Linux, basada en Arch Linux y el gestor de ventanas en mosaico Hyprland, concebida, según explica, para canalizar el impulso actual de Linux y convertirlo en una experiencia refinada, lista para usar desde el primer momento.
¿Por qué ahora?
Según DHH, algo se ha movido en el mundillo tecnológico: más y más desarrolladores muestran curiosidad por probar Linux en el escritorio. No es que Arch sea algo nuevo (existe desde 2003), pero sí lo son los círculos a los que está llegando. En ese giro, Linux vuelve a ser el protagonista: la alternativa libre y abierta que llevaba ahí décadas, esperando a que el desencanto tanto con Apple como con Microsoft hiciera el resto.
De Omakub a Omarchy
Omakub allanó el camino a quienes llegaban desde Mac o Windows, ofreciendo como base la popular distro Ubuntu, complementada con un toque visual cuidado y un entorno de escritorio familiar que hacía la transición más amable. Pero cuando DHH se dejó arrastrar por el combo Arch + Hyprland cambió el rumbo.
Él mismo lo define sin rodeos: «Es Linux en modo duro«. Arch arranca con un ISO que te deja en una terminal casi desnuda (y hasta configurar el Wi-Fi puede requerir pelearse con una utilidad en modo texto como iwctl
); mientras que Hyprland llega «atomizado»: sin pantalla de login, sin barra de menú, sin notificaciones, sin gestor de archivos… tú eliges cada pieza y la encajas usando tus propios ficheros de configuración. El resultado puede ser sublime, pero llegar ahí requiere horas de montaje.
Aun así, el ecosistema actual ha suavizado la curva de entrada: el instalador archinstall acorta el proceso, y el AUR (el inmenso repositorio comunitario de Arch) hace que «parezca que está todo el software de Linux… y casi siempre en su versión más reciente». Esta abundancia evita mucha de la «fontanería» que en Ubuntu exige instalar utilidades modernas a base de scripts y repositorios no oficiales.
Ok, entonces, ¿qué es exactamente Omarchy?
Omarchy no es un «Hola mundo» de Arch, sino una versión muy personalizada de la misma: una selección y configuración cuidadas de Arch Linux + Hyprland basadas en las que DHH usa a diario: una experiencia «enchufar y trabajar» que no obligue a todo el mundo a invertir 10–20 horas iniciales de montaje.
Así, viene con las piezas que Hyprland no trae de serie (pantalla de bloqueo, barra de herramientas, widgets, etc.) y con un criterio estético muy concreto. Quien instale Omarchy sin tocar nada obtendrá exactamente el entorno que DHH usa; y quien quiera ‘tunear’ tendrá un camino asfaltado para hacerlo. Más o menos lo que Omakub ofrecía en Ubuntu… cuando DHH usaba aún Ubuntu.
¿Y para quién es Omarchy?
No es para todos, y DHH lo admite: quienes quieran un «electrodoméstico» informático y pasen de levantar la tapa del capó, seguirán cómodos con los sistemas de Apple o Microsoft. Omarchy está pensado para quienes disfrutan de conocer y reajustar los entresijos de su sistema…
… y además valoran la velocidad, personalización al detalle, estética cuidada y un ecosistema de paquetes descomunal, y prefieren invertir algo de tiempo en subirse a ese tren a cambio de años de trabajo cómodo.
Cómo empezar (sin romper nada)
- Haz una prueba inicial en hardware secundario.
- Instala con archinstall para no «gastar la tarde» en la base. Luego, instala Omarchy encima para tener un escritorio Hyprland completo en minutos.
- Si te quedas, tocará aprender. La recompensa es un entorno exactamente a tu medida, con un flujo de trabajo ágil y cómodo.
Una anécdota: ¿su propio navegador?
David Heinemeier Hansson (DHH) quería que, cuando en Omarchy se cambiase de tema visual, todas las aplicaciones se actualizaran de inmediato con los nuevos colores. Eso ya funcionaba bien en casi todas las aplicaciones, pero había una excepción bastante notable: Chrome/Chromium.
En Chromium puedes cambiar manualmente los colores para adaptarlos al tema GTK de Linux, pero el proceso es lento y tosco: hay que ir a la configuración, aplicar cambios y, si ya tenías ventanas abiertas, cerrarlas y volver a abrirlas. Obviamente, nada de eso encajaba con la idea de un cambio de tema rápido y fluido en Omarchy. ¿Qué hizo DHH?
- Ofreció una recompensa de 5.000 dólares (pagada por 37signals) a quien lograra resolver el problema de forma técnica y que pudiera llegar al propio proyecto Chromium.
- Un colaborador de Chromium, Helmud Yanuka, aceptó el reto y en apenas cuatro días desarrolló un parche que añade justo esa capacidad: cambiar el tema de Chrome desde la terminal y aplicarlo de inmediato a todas las ventanas abiertas.
- Para no esperar a que Google decida aceptar el cambio en la versión oficial, crearon un ‘micro-fork’ de Chromium llamado
Omarchy-Chromium-BIN
, ya disponible en el AUR (el mencionado repositorio comunitario de Arch). - Este micro-fork no es un «nuevo navegador», sino Chromium con un parche mínimo que añade esa función: se mantiene actualizado automáticamente cada noche, incorporando todas las mejoras de seguridad y cambios de la rama principal.
La apuesta corporativa: 37signals a tope con Omarchy
La relevancia de Omarchy, sin embargo, no se limitará al escritorio personal de DHH (ni al tuyo, si te convence): ha anunciado que 37signals, la empresa que dirige y que desarrolla productos como Basecamp, irá migrando en los próximos tres años a Omarchy a todo su equipo de Operaciones y de desarrollo en Ruby, conforme el ciclo natural de renovación de equipos lo permita.
Esto, ojo, ocurre poco más de un año después de que la compañía anunciara que empezaría a dejar de lado Mac en favor de los PC con Windows.
El razonamiento es simple: con Linux controlas tu destino mejor que con un sistema comercial cerrado. Además, en el día a día de 37signals tendrá un impacto clave: según afirma DHH, Docker nativo en Linux acelera los tests de Rails.
Por otro lado, el cambio trae bajo el brazo decisiones que también afectan al hardware: decir adiós a MacBook, y hola a Framework (portátiles y sobremesa modulares) y Beelink (mini-PCs). DHH ha observado que, en su aplicación HEY, incluso el Mac más rápido (un M4 Max) es casi el doble de lento que un Framework Desktop con Linux.
Más allá del nicho: ¿un cambio de era?
DHH no promete «el Año de Linux en el Escritorio» (concepto devenido en meme a estas alturas), pero sí percibe que las condiciones están alineándose: Valve apostando por Linux (Steam Deck ejecuta Arch), muchos creadores de contenidos populares mudándose a Linux, y proyectos como Hyprland que no se limitan a copiar a macOS o Windows, sino que ofrecen algo distinto.
Entre los desarrolladores, como mínimo, DHH ve espacio para un salto significativo. Aunque, pase lo que pase en el futuro con la adopción masiva, él ya se declara enamorado de Linux.
Imagen | Captura de pantalla de DHH + Marcos Merino mediante IA
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La noticia
«Linux en modo duro listo para usar»: El creador de Ruby on Rails ha lanzado su propia «distro» sólo un año después de pasarse a Linux
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Genbeta
por
Marcos Merino
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