
Que Apple anuncie un nuevo iPhone diciendo que es el mejor que han hecho hasta la fecha es tan previsible como evidente. Raro sería que fuese mejor el del año anterior y encima lo dijesen. Sin embargo, en esta ocasión creo que sí se ha dado una evolución necesaria tras varias generaciones en las que, pese a haber mejoras, eran mínimas o poco perceptibles.
Desde que salió el pasado mes de septiembre, el iPhone 17 Pro Max ha sido mi teléfono principal. Para ocio, para trabajo. Para todo. Y aunque no todo es perfecto (nunca habrá un móvil que lo sea), creo que es el año que más contento he estado con la compra. Y eso que el iPhone 13 Pro Max dejó mi listón altísimo.
Hablemos del diseño… no es tan feo
Aún recuerdo cuando los iPhone 17 Pro Max era solo un rumor y en nuestro podcast (‘Las Charlas de Applesfera‘), comentaba con Pedro Aznar los primeros renders conceptuales que salieron. Ambos coincidíamos en que nos parecían horribles. Ese encapsulado ocupando toda la parte superior era «poco propio de Apple». O eso creíamos.
Yo estaba convencido, y así se lo manifestaba a mi compañero, que cuando lo viésemos en persona cambiaríamos de idea. Y así ha sido. No es el iPhone más bonito que ha hecho Apple. Al menos a mi juicio (incluso el iPhone Air entraría en ese podio). Sin embargo, debo decir que uno tarda poco en acostumbrarse.
No puedo valorar tanto las versiones naranjas y azules, pero en plata, que es la que escogí, me parece que tiene un toque distinto a lo anterior y que le sienta muy bien. Es una buena forma de diferenciar un iPhone ‘Pro’ del resto tras años de un diseño muy continuista.
Quizás la única pega que sacaría es que no me acaba de convencer eso de que el cuerpo del terminal sea plateado y la placa de vidrio sea blanca. En general creo que el contraste es bueno y no me desagrada del todo. Sin embargo, hubiese preferido una misma tonalidad, tal como se espera de los futuros iPhone 18 Pro.
Y por supuesto, no puedo obviar la polémica con los rayones de la que se habló tanto durante las primeras semanas. No la niego porque es evidente que no son los iPhone más resistentes y hay pruebas de todo tipo que así lo atestiguan. Sin embargo, en mi unidad no he experimentado nada raro y eso que lo llevo siempre sin funda.
La cámara de vapor y la pantalla son de lo mejor
Durante estos años he podido probar móviles Android equipados con un sistema de cámara de vapor que permite una mejor gestión térmica. No es un invento de Apple y por eso siempre he deseado que lo integrase. Más viendo como los modelos con titanio (iPhone 15 Pro y iPhone 16 Pro) sufrían mucho por esto.
Ahora que por fin lo tenemos, no puedo hacer otra cosa que alabarlo. Tengo pendiente probarlo con calor extremo propio de un mes de julio o agosto, pero en estos meses he estado con temperaturas de alrededor de 30º C, a pleno sol, y pese a estar usando el teléfono, apenas notaba que se calentase. Sí que es perceptible que aumenta la temperatura, aunque nunca en exceso.
El rendimiento por lo demás, es lo esperable: fantástico. Es un iPhone que no te deja tirado para ninguna situación, ya sea en usos intensivos y exigentes (véanse juegos tipo ‘Genshin Impact’) o acciones más cotidianas. De hecho, diría que me hubiese servido hasta con un chip anterior, ya que es excesivo el rendimiento bruto del A19 Pro. Y lo digo para bien, que conste.
Al hilo de eso, la pantalla también me ha asombrado cuando hay sol. Más allá de tener una tasa de brillo de hasta 3.000 nits en exteriores (y que se sostiene durante unos minutos consumiendo contenido HDR), que se haya añadido una película antirreflejos marca la diferencia.
Aparte, sobra decir que la pantalla es espectacular para todo lo demás. Diagonal de 6,9 pulgadas, resolución QHD+, 120 Hz de refresco y una calibración de color exquisita. Nunca ha sido una pega la pantalla en un iPhone, menos aún en un ‘Pro’.
La cámara es tan buena que no la aprovecho toda
No soy experto en fotografía, aunque sí es uno de los apartados que más valoro porque me gusta hacer buenas fotos. Y tras un año con el iPhone 16 Plus, echaba mucho de menos el telefoto. Y al final es que la definición de la cámara del iPhone 17 Pro Max es que es la más versátil gracias a su triple lente trasera a 48 megapíxeles. Incluso para los que no la expriman a tope.
Pero ojo, que en esta ocasión también hay mejora en la cámara selfie. Aunque más allá del aumento de resolución a 18 megapíxeles (ya era hora), lo que más me ha gustado es el nuevo sensor cuadrado y la detección automática de rostros para ampliar el zoom y que quepamos todos en selfies de grupo.
Al final, el juego de cámaras no decepciona. Obtenemos siempre una calidad brutal en cualquier situación, gracias al sistema Pro Fusion de los tres sensores, destacando un con zoom óptico de hasta 8x que reconozco que estoy usando más de lo que me gustaría. Y aunque hay una evidente pérdida de calidad, el procesado es bueno.
También cuando la luz no acompaña, las fotos salen con colores reales y sin ese efecto raro que suelen tener otros móviles en la oscuridad (y que yo mismo percibía en iPhone anteriores).
La batería es tan buena como me la esperaba
La batería del iPhone 17 Pro Max sigue siendo una de sus grandes estrellas. Y aunque en España tengamos idéntica capacidad a la del iPhone 16 Pro Max, se nota una mejoría. Apple dice que gracias al chip A19 Pro y al buen hacer de iOS 26. El caso es que sí se nota.
Después de usarlo todo el día, desde la mañana hasta la noche con redes sociales, fotos, vídeos y alguna llamada, me ha aguantado siempre problemas. Y eso que hay días que lo he exprimido bastante. No he tenido hasta ahora que preocuparme de buscar cargador a mitad del día. Todo un alivio.
Quizás lo más «problemático» sea que la carga no es tan rápida como desearía pese a tener compatibilidad con adaptadores de hasta 45 W. En cualquier caso, como ya explico que me dura todo el día, aprovecho para cargarlo de noche y ni me entero.
El iPhone que más he disfrutado
De todos los iPhone que he tenido, este 17 Pro Max es, sin duda, el que más estoy disfrutado. en los primeros meses. Y como decía al inicio, no es solo porque sea el último modelo o por las mejoras técnicas que trae. Hay un equilibrio entre potencia, diseño y autonomía que lo hace perfecto para mí.
Aunque sé que no es perfecto en realidad, al final pequeños detalles como la pantalla brillante bajo el sol, o que no se caliente cuando le pido mucho, hacen que la experiencia sea mucho más satisfactoria. Y eso, al final, es lo que más valoro en un móvil: que se adapte a mí y no al revés.
Y si alguien está dudando en pedirselo a Papá Noel (o a los Reyes Magos si crees que ya vas tarde), no dudaría en recomendarlo. Para quien quiera un iPhone que funcione bien todo el día, que haga buenas fotos sin complicarse y que aguante el ritmo de trabajo y ocio, este iPhone 17 Pro Max es una apuesta segura.
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La noticia
Llevo tres meses usando el iPhone 17 Pro Max y puedo decir que es el mejor que he tenido nunca. Y no solo porque sea el último
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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