«Lloré 152 veces en 2025»: la Generación Z enumera sus crisis emocionales y las convierte en infografías

"Lloré 152 veces en 2025": la Generación Z enumera sus crisis emocionales y las convierte en infografías

Hace poco calificamos los Wrapped que han ido naciendo a la sombra del de Spotify como auténticos monstruos, y no es para menos: empresas en principio tan escasamente vinculadas al uso lúdico que le damos a Spotify, como Linkedin o Wetransfer, recordándonos que durante el año, esencialmente, hemos trabajado más de la cuenta. Pero los resúmenes del año, hechos por personas individuales y vistos con un poco de ironía y crítica constructiva, pueden estar muy bien. Y así llegamos a los Crying Wrapped o resúmenes de lloreras del año.

#llanterawrapped. En TikTok, miles de usuarias (mayoritariamente chicas de la Generación Z) están documentando todos los berrinches que han tenido durante el año. El hashtag #cryingwrapped, y también #crywrapped acumulan millones de visualizaciones con vídeos que presentan, en formato de presentación tipo PowerPoint o infografías al estilo de Spotify, estadísticas personales sobre cuántas veces lloraron en 2025 (y también el año anterior), dónde lo hicieron, a qué horas del día, qué lo provocó y cuáles fueron sus «episodios de llanto destacados del año».

Gloriosamente detalladas. Las categorías incluyen «llantos por relaciones personales», «llantos en el baño de la oficina», «llantos mientras conducía», «llantos provocados por episodios de series», o incluso rankings de canciones que más lágrimas generaron, porque (y esto es lo importante) no estamos ante una enumeración de desgracias, sino ante una forma divertida y original de sobreexposición emocional. Hay gráficos de barras con la evolución mensual de las crisis, otras identifican su «mes pico de llanto»… Siguiendo la estela del mítico vídeo viral de la usuaria @rachel_ginter, esta tendencia convierte el sufrimiento en contenido gamificado, haciendo que la vulnerabilidad se escude tras el lenguaje corporativo y mecánico de los vídeos virales y los power points.

El fenómeno Wrapped. En 2016, Spotify lanzó su primer Wrapped, un experimento que terminaría redefiniendo cómo las marcas digitales interactúan con sus usuarios. La plataforma de streaming tomó los millones de datos de escucha de cada usuario (artistas, canciones, géneros, minutos totales) y los transformó en una narrativa visual, diseñada para funcionar como contenido en redes sociales. El resultado fue notable: en 2024 más de 2 millones de personas ya expresar el deseo de que llegara la función a principios de noviembre, casi dos semanas antes de su lanzamiento oficial. 

La clave del éxito, tal y como cuenta Sprinklr, reside en haber convertido información individual en «entretenimiento compartible basado en datos personales». Wrapped no solo refleja los gustos musicales: es una declaración de identidad, y Spotify entendió que, al mismo tiempo que le daba la estocada a los formatos físicos, entendía que compartir música siempre ha sido un acto social.

Epidemia Wrapped. El éxito de Spotify generó un efecto dominó que ha transformado a diciembre en el mes de los resúmenes digitales personalizados. Letterboxd, Duolingo, Reddit, Hulu, todos los servicios de streaming en bloque… hasta que los propios usuarios decidieron empezar a creer ellos sus propios resúmenes. Con Google Sheets, plantillas de Canva para diseñar las infografías y apps como Notion para documentar cada episodio de llanto, estas usuarias han construido sistemas de monitoreo emocional. Y con ello, han convertido los Wrapped en lenguaje viral.

La realidad tras el berrinche. Detrás de esta epidemia de llantos (divertida porque ellas mismas se lo toman a chufla, claro), hay una realidad no tan graciosa: estamos ante una generación atravesada por una crisis de salud mental sin precedentes históricos. El estudio global del McKinsey Health Institute con más de 42.000 encuestados en 26 países reveló que el 18% de la Generación Z califica su salud mental como pobre o muy pobre. 

Y a esto se suma que la relación de Gen Z con las redes sociales es profundamente paradójica: el mismo estudio habla de que esta generación es la más propensa a reportar efectos negativos del uso de plataformas digitales, pero simultáneamente más de la mitad identifica beneficios como la autoexpresión y la conectividad social. Las mismas apps que alimentan la toxicidad y la ansiedad también son espacios de construcción identitaria y comunidad.

El humor como terapia. Es interesante este análisis de la UCLA sobre humor negro en TikTok, que analizó centenares de comentarios en videos sobre traumas, duelos y crisis existenciales, y llegó a la conclusión de que para la Generación Z estos chistes funcionan como «lenguaje de solidaridad». No trivializan el sufrimiento: lo hacen soportable al reírse de él. Mientras los millennials usan el sarcasmo para crear distancia, la Gen Z mezcla ironía con sinceridad, adoptando un estilo confesional que abraza la vulnerabilidad. Pero hay un lado oscuro en este mecanismo: este análisis explica que existe una línea muy fina que separa el humor como catarsis y la normalización de patrones de pensamiento destructivos. Cry Wrapped opera exactamente en esa ambigüedad: ¿procesamiento emocional o transformación del sufrimiento en capital social?

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«Lloré 152 veces en 2025»: la Generación Z enumera sus crisis emocionales y las convierte en infografías

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Xataka

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John Tones

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