El reciente State of Play dejó una de las sorpresas más comentadas de los últimos meses: el primer vistazo al gameplay del esperado Wolverine de Insomniac Games. Han pasado ya cuatro años desde que se anunciara el proyecto, y aunque el tráiler confirmó que llegará en otoño de 2026, todavía nos queda un año de espera.
Para quienes siguen de cerca el trabajo del estudio estadounidense, la anticipación es enorme, pero también puede convertirse en una oportunidad: explorar uno de los juegos que demostró, desde hace más de una década, el talento y la personalidad de este equipo. Hablamos de Sunset Overdrive, un exclusivo de Xbox que actualmente se encuentra disponible en Game Pass y que, a pesar de haber sido lanzado en 2014, se mantiene como una experiencia fresca, divertida y sorprendentemente actual.
Un apocalipsis de colores
Mientras que la mayoría de juegos post-apocalípticos suelen apoyarse en tonos grises y atmósferas sombrías, Sunset Overdrive decidió recorrer el camino contrario. La historia se sitúa en 2027, en Sunset City, donde una bebida energética contaminada ha convertido a la mayoría de la población en mutantes sedientos de destrucción. Lo que podría sonar a tragedia mundial se transforma, en este caso, en una fiesta de caos, humor y adrenalina.
El protagonista, un ex empleado de FizzCo, pasa de tener una vida monótona a convertirse en héroe accidental. De repente, los problemas no son los jefes molestos o las rutinas de oficina, sino hordas de criaturas psicóticas. Es un apocalipsis, sí, pero reinterpretado con un tono irreverente y lleno de sátira.
Pero el corazón de Sunset Overdrive está en su jugabilidad. Insomniac no se limitó a crear un shooter tradicional: construyó un sistema de movimiento tan ágil y dinámico que casi obliga al jugador a reinventar la forma de jugar. Aquí, tocar el suelo demasiado tiempo significa perder. La clave es encadenar saltos, grinds sobre rieles, rebotes imposibles y carreras por paredes que convierten a la ciudad en un enorme parque de diversiones caótico.
Humor con conciencia
Otro aspecto que distingue a Sunset Overdrive es su sentido del humor. El protagonista rompe la cuarta pared, se burla de los clichés del género y lanza comentarios sarcásticos que hacen cómplice al jugador. Es un título que no se toma demasiado en serio, pero que al mismo tiempo logra ofrecer un reto sólido y bien diseñado.
Esa combinación de sátira y jugabilidad hace que el juego se sienta como un respiro dentro del panorama donde muchas veces se peca con el exceso de solemnidad. Aquí, en cambio, se celebra el caos y la irreverencia sin perder de vista la calidad de la experiencia.
Jugar Sunset Overdrive no es un ejercicio de simple nostalgia: más bien, es una invitación a descubrir cómo Insomniac ya estaba experimentando, hace más de diez años, con ideas que luego perfeccionaría en entregas más recientes. Su trabajo con el movimiento ágil y el combate estilizado anticipa parte de lo que hoy se celebra en su serie de Spider-Man.
Además, gracias a Xbox Game Pass, está al alcance de cualquier jugador que quiera darle una oportunidad sin mayor complicación. Y vale la pena hacerlo ahora, en el contexto de la espera por Wolverine, porque permite entender de dónde viene parte de la filosofía creativa del estudio.
–
La noticia
Los creadores de Wolverine tienen una joya escondida en el catálogo de Xbox Game Pass: un mundo abierto de locura desenfrenada
fue publicada originalmente en
3DJuegos LATAM
por
Ayax Bellido
.