Evitar distracciones se ha convertido en mi nueva (y sana) obsesión. Desde configurar un fondo de pantalla feo para evitar tocar el iPhone hasta configurar a conciencia los modos de concentración. Y aunque todo es efectivo, siempre estoy dispuesto a ir más allá y lo último ha sido configurar una única pantalla minimalista.
Debo darle el crédito al diseñador Danyal Ansari, quien a través de una publicación en Threads me inspiró a ello. Llevo probándolo casi una semana y debo decir que funciona, aunque no sin sacrificios. El del dock es probablemente el que más me ha dolido. Si compensa o no es algo que dejo pensar a cada uno.
Menos es más
Menos aplicaciones y más concentración. Era mi objetivo y la formula para conseguirlo era clara: configurar un único panel en el que obtener todo lo que necesito de un vistazo. Desde el acceso a aplicaciones que uso con más frecuencia hasta widgets que me brinden información útil, tales como mi lista de recordatorios o el tiempo.
Eso sí, no había una única combinación que me sirviese siempre. Me gusta estar concentrado mientras trabajo sin distracciones de redes sociales, pero a la inversa me ocurre lo mismo. Si estoy en mi tiempo de ocio, no quiero saber nada de aplicaciones de trabajo.
Es por eso por lo que opté por crear dos pantallas minimalistas y vincular cada una de ellas a un modo de concentración. «Trabajo» y «Tiempo libre» fueron los nombres por los que opté. No me rompí mucho la cabeza para ello, lo reconozco, pero tampoco es que este detalle fuese el más relevante.
Empecemos por el inamovible dock
Lo importante estaba en elegir bien qué apps y widgets quería en cada modo. Los ejemplos que mostraba el citado diseñador eran muy bonitos estéticamente, con un color blanco predominante tanto en el fondo como en los widgets elegidos. Lo malo es que eso se consigue con widgets que a menudo vienen en apps de pago.
El ejemplo del diseñador Danyal Ansari es fantástico a efectos visuales y de minimalismo, pero los widgets que se necesitan son de pago
Decidí optar por opciones gratuitas que ya vienen en iOS. Y no tanto por tacañería (que también), sino porque al final no deja de ser un experimento y partía con la idea de probarlo primero y luego ya valorar si me merecía la pena comprar alguna app para tenerlo más cute. Y de paso, sabiendo que hablaría de ello en Applesfera, podría ofrecer una alternativa que pudiese usar todo el mundo.
El primer problema fue el dock. Llevo años prácticamente sin modificarlo, teniendo allí mis apps más usadas, aunque con un problema: algunas no quiero usarlas cuando trabajo o estoy en mi tiempo libre. Los modos de concentración permiten tener distintas pantallas de apps, aunque el dock siempre será igual.
Así que me tocó repensar qué apps quería ahí y opté por un término medio colocando cuatro apps que me sirvieran en ambas circunstancias:
- Apple Music porque me ayuda a concentrarme en el trabajo y también me sirve para evadirme en mi tiempo libre.
- Teléfono porque al final una llamada urgente la puedo realizar en cualquier momento.
- Safari porque me sirve tanto para búsquedas personales como laborales.
- Notas porque da igual que esté trabajando o en mi tiempo de ocio, siempre me viene bien anotar algo rápido.
Modo «Trabajo»
No hay mucho misterio en lo que configuré para este modo. Lo primero fue restringir notificaciones y acceso a apps «impropias» en horas laborales, tales como Instagram, YouTube o el resto de apps de streaming. Lo importante estaba en la elección de widgets y apps. Y eso era tan simple como evidente:
- Widget del Calendario con la vista mensual (me viene bien ver todo el mes para ver en qué cae cada día).
- Widget de Calendario con los próximos eventos (no vaya a ser que tenga reunión y me la pierda).
- Widget de Recordatorios (allí me apunto tareas de trabajo, así que tuve que seleccionar la lista).
- Aplicación de Slack (es la que uso para comunicarme con compañeros (aunque es en el Mac donde más la uso).
- Aplicación de Fotos (hago muchas capturas para artículos de Applesfera, así que me viene bien tener la galería a mano).
Todo esto aderezado con un fondo de pantalla de un fondo de pantalla que simula ser un cuaderno. No es el que mejor queda y me da cierto «TOC» no verlo alineado con los iconos, pero igualmente me gusta y al final tampoco lo considero lo más relevante.
Modo «Tiempo libre»
Para el modo de tiempo libre hice lo contrario: impedir notificaciones de apps relacionadas con el trabajo y poner más apps que uso en el tiempo libre. Fue una decisión complicada la de elegir solo unas pocas, tal como te contaré en las conclusiones, pero llegué a este término:
- Widget de Recordatorios (esta vez con una lista de mi menú de comidas diarias).
- Widget de Recordatorios (otro más, pero en este con
- Widget del Tiempo (lo consulto a menudo, pero reconozco que fue más una decisión estética).
- Aplicaciones varias (no hace falta explicación porque todos las conocemos: X, Instagram, WhatsApp, Telegram, Youtube, Pocket Casts , Cámara y Fotos).
Y como fondo dejé el que viene predeterminado con el iPhone 17 Pro Max. Supongo que en algún momento cambiaré a otro, pero siempre que estreno iPhone me gusta usar el «oficial» y de momento es el que tengo.
Y llega la hora de la verdad…
En lo personal, volveré al «viejo» estilo que tenía en mi iPhone para la faceta de tiempo libre
La gran pregunta es hasta qué punto es funcional esta configuración. Ya he hecho spoiler anteriormente afirmando que funciona. Y no mentía, ya que es cierto que gracias a estas configuraciones he logrado reducir mucho las distracciones. Pero no todo es positivo.
En mi ámbito profesional no tuve problema, pero en el apartado de tiempo libre eché de menos muchas apps. Al final la mayoría de las que tengo en el iPhone son precisamente para el ocio y aunque traté de ponerme las que más uso en su respectivo modo, al final no evitaba que echase en falta alguna más, ya que los iconos son limitados.
Tampoco puedo evitar hacer referencia al factor humano que hay detrás del uso del iPhone. Nosotros mismos somos nuestros peores enemigos a la hora de evitar distracciones. Y pese a lo bueno de estos modos, al final no hay impedimentos si queremos abrir Instagram en horas de trabajo o acceder a Slack un fin de semana para algo relacionado con trabajo. Las apps, aunque escondidas y teniéndolas que buscar a mano, siguen ahí.
Así que mi conclusión es clara: tanto minimalismo puede quedar bien a efectos visuales, pero es poco práctico. Mantendré sin duda el modo de concentración de trabajo como evolución del que ya tuve hace meses. Sin embargo, en el ámbito personal seguiré priorizando una pantalla cargada de apps y con restricciones activas para aplicaciones de trabajo.
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La noticia
Los modos de concentración no me bastan, así que he cambiado por completo la pantalla de inicio de mi iPhone para evitar distracciones. Funciona
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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