De acuerdo a lo publicado por Bloomberg, Mate Rimac, CEO de Bugatti tras la fusión de Rimac con Porsche, quiere hacerse con el mando absoluto de una de las marcas más prestigiosas del mundo de los superdeportivos de lujo. Esta podría ser una oportunidad de oro para que Porsche, que tiene problemas más serios de los que preocuparse, pueda soltar lastre deshaciéndose de la marca de coches de lujo.
Cómo se reparte el pastel de Bugatti. Ahora mismo, Rimac Group ya controla el 55% de la empresa, frente al 45% en poder de Porsche. Según las informaciones publicadas por Bloomberg, Rimac estaría tanteando comprarles su trozo del pastel de Bugatti por más de 1.100 millones de euros. «No es ningún secreto que estamos en conversaciones», aseguraba el CEO de Bugatti durante una entrevista en Singapur.
Para lanzar la oferta de compra, Mate Rimac ha buscado el apoyo de inversores internacionales y, si todo sale como esperan, el traspaso de acciones podría cerrarse en 2026 y la marca quedaría enteramente en manos del empresario croata.
¿Por qué quiere quedarse con Bugatti? Según confirmaba el propio Rimac, está cansado de tener que negociar cada decisión que se toma en Bugatti con los responsables de Porsche, y prefiere marcar el rumbo a su manera.
«Solo quiero poder tomar decisiones a largo plazo, hacer inversiones a largo plazo y actuar de manera diferente sin tener que explicarme a 50 personas. Cuando negocias con una corporación, hay tantos factores. Son familias, muchas familias. Es un tema emocional».
Porsche se lo está pensando. Aunque Bugatti parece haber encontrado su camino con los últimos lanzamientos, Porsche no se encuentra en su mejor momento, acuciado por unas ventas que no dejan de caer en China y maniobrando para evitar los aranceles de EEUU.
Los alemanes han invertido mucho en electrificar sus coches, pero las ventas no terminan de despegar tanto como esperaban, así que han tenido que redirigir su estrategia y seguir apostando por motores de gasolina en varios modelos. Para una marca como Porsche, vender ahora su parte de Bugatti sería una manera fácil de recuperar parte de su inversión y quitarse de encima la presión de tener que decidir a dos bandas.
Bugatti seguirá sonando a gasolina. Mate Rimac parece tener claro que para marca de superdeportivos eléctricos ya tiene a Rimac, por lo que ha confirmado que los coches que salgan a la venta bajo el sello Bugatti seguirán siendo de combustión interna. «Todos los clientes esperaban que Bugatti se volviera completamente eléctrica y digital bajo mi liderazgo. Y obtuvieron justo lo contrario. No habrá vehículos totalmente eléctricos en Bugatti en el futuro próximo», aseguraba Rimac en una entrevista para Business Times.
El CEO de Bugatti está convencido de que los millonarios que compra estos supercoches no quieren quedarse solo con «el silencio de un motor eléctrico», añadiendo que «aún con la fuerza de la marca Bugatti y el diseño del Tourbillon, si fuera eléctrico, tendríamos dificultades para venderlo. Los clientes prefieren motores de combustión pura, pero las soluciones híbridas ofrecen ventajas de rendimiento, facilidades regulatorias y menos requisitos en ciertos países».
Rimac no es el único que piensa que el comprador de supercoches es muy reticente a los motores eléctricos. Desde Lamborghini también tienen sus reservas a la hora de dar el paso definitivo a la electrificación. «Tenemos que convencer a los clientes», aseguraba uno de los portavoces de la marca de Sant’Agata Bolognese.
Imagen | Porsche, Bugatti
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Porsche ha tenido un mal año en China: vender Bugatti a Rimac sería la forma más elegante de soltar lastre
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Rubén Andrés
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