Peter Diamandis ha vuelto. El famoso médico e ingeniero especializado en longevidad ha vuelto a viralizar un consejo dietético simple: «si te gustan las naranjas, cómetelas enteras y no en zumo». Y, para sorpresa de todos los que seguimos con atención el mundillo, es buena idea.
Más allá del chascarrillo, lo de la longevidad se está volviendo serio. Muy serio de hecho. Desde que un micrófono abierto nos confirmo en septiembre que la longevidad se está convirtiendo en un tema crucial para los oligarcas del presente, es imposible no mirar a este comunidad de investigadores, influencers y empresarios de «otra manera».
Sin embargo, la realidad es obvia: la mayor parte de los consejos sobre cómo vivir más son una mezcla de cherrypicking, sensacionalismo científico y sentido común. En el fondo, en la medida en que la sociedad está cada vez más obsesionada con vivir más años, el ‘mercado’ para este tipo de ideas crece (para bien y para mal).
Y lo de Diamandis es un buen ejemplo. Como explicaban en El Confidencial, este empresario e investigador tiene una larguísima lista de ideas dietéticas: desde la retirada de lácteos por la respuesta inflamatoria del cuerpo a la caseína hasta evitar la carne roja por sus grasas saturadas (basando su alimentación de forma casi exclusiva en verduras y alimentos integrales).
Como vimos hace pocos días con otro consejo bienintencionado, este tipo de ideas tienen cierto sentido, sí. No obstante, todo heurístico tiene dos caras: ilumina cierta parte de la realidad y nos ayuda a gestionarla de forma más fácil. Pero oculta otras partes y dificulta seriamente ser conscientes de ellas.
Pero, vayamos a los zumos. Porque ese es el último consejo que se ha vitalizado es precisamente eso: que el debate nunca ha sido «fruta sí» o «fruta no». ¡Claro que hay que consumir fruta! El debate es cómo la consumimos y en zumo es, posiblemente, la peor de las formas.
Al exprimir las piezas de fruta, no solo reducimos la fibra sino que acabamos consumiendo otra cosa totalmente distinta: se empeora la saciedad y se mejora la absorción del azúcar.
Cuando hablamos de que la fruta es buena, lo que decimos es que necesitamos la fibra que contiene por sus efectos metabólicos y de saciedad.
¿En serio? Tanto es así que organismos como la AESAN insisten recurrentemente que el zumo no sustituye a la fruta entera. Y sí, sé que para muchos es un lugar común (y algo muy conocido), pero nunca está de más repetirlo: el consumo e fruta enraizamiento ha caído un 14% en los últimos años.
Ya sabemos que es buen consejo, peor también para la longevidad. Aquí, la verdad es que la evidencia es menos clara. Sobre todo, porque nunca basta con ‘dejar de recomendar algo’, hay que ir más allá y poner encima de la mesa opciones mejores.
Y sí, el agua siempre es una opción. Pero lamentablemente, no siempre es un sustituto para el consumo social que se le da a los zumos.
Imagen | Zlatko Duric
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La noticia
Resulta que un experto en longevidad ha dicho algo con sentido. Y el motivo son los zumos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Jiménez
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