Samsung tiene muy diferenciados sus productos plegables. En primer lugar tenemos el Z Fold, el modelo más premium y para el que Samsung reserva el mejor procesador, el mejor conjunto fotográfico y el precio más elevado. En segundo lugar tenemos el Z Flip, un plegable más asequible de tipo concha que, sin ser barato (1.209 euros no le sobran a todo el mundo), sí tiene aspiraciones de plegable de masas (más aún ahora con el Z Flip7 FE).
El Samsung Galaxy Z Flip7 ha sido el último en llegar. Lo ha hecho mejorando la receta que vimos en el modelo anterior, ampliando la diagonal de la pantalla externa y sumando un extra de batería sin aumentar el precio. ¿Y qué tal rinde? ¿Cómo se comporta en el día a día? Desde Xataka llevamos ya una semana probándolo y esta ha sido nuestra experiencia.
Índice de Contenidos (7)
Ficha técnica del Samsung Galazy Z Flip7
Samsung Galaxy Z Flip 7 |
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dimensiones y peso |
Plegado: 85,5 x 75,2 x 13,7 mm Desplegado: 166,7 x 75,2 x 6,5 mm Peso: 188 gramos |
pantalla INTERNA |
Dynamic AMOLED 2X Resolución FullHD+ (2.520 x 1.080 píxeles) Formato 21:9 Tasa de refresco: 1-120 Hz Brillo máximo: 2.600 nits |
PANTALLA EXTERNA |
Super AMOLED de 4,1 pulgadas Resolución 1.048 x 948 píxeles Tasa de refresco 60-120 Hz Brillo máximo: 2.600 nits |
PROCESADOR |
Samsung Exynos 2500 |
MEMORIA RAM |
12 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
256/512 GB |
CÁMARA TRASERA |
Angular de 50 MP, f/1.8. OIS Gran angular de 12 MP, f/2.2, FOV 123º |
CÁMARA DELANTERA |
10 MP f/2.2, FOV 85º |
BATERÍA |
4.300 mAh Carga rápida de 25W Carga inalámbrica rápida 2.0 Carga inalámbrica inversa |
SISTEMA OPERATIVO |
Android 16 con One UI 8 |
CONECTIVIDAD |
5G NSA/SA nanoSIM+eSIM WiFi 7 GPS Bluetooth 5.4 NFC |
OTROS |
Gorilla Glass Victus 2 Resistencia IP48 Samsung Knox Sensor de huellas lateral Samsung DeX Galaxy AI |
PRECIO |
Desde 1.209 euros |
Samsung Galaxy Z Flip7 256GB – Móvil con IA, Diseño Plegable, Pantalla Amplia, Cámara Selfie 50MP, Procesador 3nm, Memoria 12GB, Negro Oscuro, Garantía 3 Años + 1 año Extra (Versión Española)
Diseño, pantalla y sonido: un pliegue bien conseguido
Esta pantalla ya es otra cosa | Imagen: Xataka
Al César lo que es del César: Samsung sabe hacer móviles plegables. La compañía lleva tiempo explotando este formato y, con el paso de las generaciones, ha mejorado muchísimo la construcción. El terminal mantiene el diseño visto en el modelo anterior, con un chasis hecho de aluminio, laterales lisos de acabado cepillado y un grosor que si antes era reducido, ahora lo es un poquito más.
Samsung ha conseguido pasar de 6,9 a 6,7 milímetros cuando el terminal está desplegado. Esto, más allá del hito que supone en lo que a técnica se refiere, no se aprecia en la mano y la sensación es idéntica a la del modelo anterior. Lo que sí apreciamos son esos 1,6 milímetros de grosor que hemos perdido cuando el móvil está plegado. Se siente más compacto y, como el peso es el mismo (bueno, vale, un gramo menos que el Flip6), se percibe una mayor robustez.
Los plegables han pasado de ser enormes a tener un grosor de los más bajos del mercado | Imagen: Xataka
La realidad es que el acabado es muy bueno. El aluminio es muy suave y mantener el teléfono en la mano durante mucho rato no se hace incómodo, a pesar de los bordes lisos. Samsung, además, ha recortado ligeramente la relación de aspecto, pasando de 22:9 a 21:9. Es un poquito, algo, un pelín más ancho y se nota. Esos cuatro milímetros extra se notan en la ergonomía, aunque la realidad es que sigue siendo un móvil muy, muy alargado y es imposible alcanzar la parte superior de la pantalla con una sola mano.
¿En qué vamos a notar eso? En el sensor de huellas. Samsung lo sigue ubicando demasiado arriba. Y sí, entiendo que la idea es desbloquear el teléfono cuando está plegado (en ese caso, el sensor queda en una ubicación sen-sa-cio-nal) y, entonces, abrirlo, pero es un gesto que se debe interiorizar y que lleva cierto tiempo. Entiendo la lógica y es más, entiendo que no hay una ubicación perfecta, pero si hablamos de desbloquear el teléfono con la huella mientras está desplegado, imposible.
Los botones siguen estando demasiado arriba | Imagen: Xataka
Al plegar el teléfono es cuando vemos uno de los grandes cambios de esta generación: la pantalla, al fin, ocupa todo el frontal. Samsung estaba tardando en ponerse al día en este sentido y al fin lo ha hecho. Esta pantalla la podremos usar para contestar mensajes, utilizar apps (no de forma nativa, luego volvemos a esto), responder llamadas y hacer gestiones rápidas. Mención especial merece la implementación de Gemini.
Esta nueva pantalla llega con una pequeña debilidad: la cámara. Las lentes sobresalen ligeramente, por lo que es probable que durante los primeros días sientas que «están en medio», que «molestan» y que las tocas sin querer. Es normal. Una vez te hayas acostumbrado a su presencia (y hayas limpiado las huellas una, dos y tres veces), aprenderás a ignorarlas.
La pantalla externa, al fin, ocupa todo el frontal | Imagen: Xataka
La bisagra se siente de miedo. El cierre y la apertura ofrecen resistencia, pero es posible abrir y cerrar el móvil con una sola mano. El «cloc» con el que la pantalla se pliega solo podría definirse con el adjetivo «gustoso» y, minipunto para Samsung, el cierre es total. Si echamos la vista atrás, recordaremos que las primeras iteraciones dejaban una pequeña apertura en el pliegue. Eso es cosa del pasado. Ahora no hay espacio entre los dos módulos. El teléfono queda completamente plegado.
Se mantiene la resistencia IP48, por lo que es un teléfono que aguanta el agua y algo de polvo. Yo, en lo personal, sigo siendo reticente a exponer no este, sino cualquier teléfono plegable, a la arena de la playa o a una piscina. Quiero decir, aunque el móvil se siente robusto, no puedo quitarme de la cabeza esa sensación de que es más frágil que un teléfono convencional.
Detalle de la protección de la bisagra | Imagen: Xataka
¿Y qué hay de la arruga del pliegue? Pues siendo totalmente honesto, yo me he olvidado de ella. ¿Se nota? Se nota. Si la tocas, se nota. Menos que en la generación anterior, ojo, pero se sigue notando. ¿Se ve a simple vista? Se ve a simple vista, sobre todo si ponemos el móvil en ángulo. Ahora bien, si pones el móvil de frente y no «la buscas con la mirada», es como si no estuviera.
La arruga está en una zona fuera de la que usaremos a diario, por lo que tocarla no será frecuente. La apreciaremos más al ver contenido muy oscuro o muy claro. También es posible que, al tener sol fuerte de fondo, apreciemos ciertos reflejos. De todas maneras, aprendes a olvidarte de ella y puedo confirmar que en las fotos se ve muchísimo más exagerada que a simple vista.
Aunque Samsung ha hecho un buen trabajo para mantener el pliegue a raya, la realidad es que la arruga se sigue viendo y notando | Imagen: Xataka
Y ya que hablamos de la pantalla interna, profundicemos algo más. Este panel tiene una diagonal de 6,9 pulgadas con resolución FullHD+, tasa de refresco adaptativa de hasta 120 Hz y 2.600 nits de brillo máximo. Si resulta familiar, es normal: quitando el formato 21:9, el panel es prácticamente idéntico al del modelo anterior. Eso está, sencillamente, bien.
El panel se ve perfectamente, tiene buenos colores y unos reflejos y ángulos de visión mejorables. Samsung ha puesto el listón tan alto con el panel antirreflejos de los Galaxy S Ultra que se echa de menos en sus plegables. No es la mejor pantalla del mercado por motivos evidentes, pero es más que suficiente para jugar, ver contenido (sabiendo, eso sí, que vamos a tener unas bandas negras laterales enormes debido al formato 21:9) y navegar.
La pantalla externa es una gozada | Imagen: Xataka
La pantalla externa, por su parte, gana en todos los aspectos: tamaño, resolución, tasa de refresco y brillo. Es una gozada usarla en cualquier contexto y precisamente por ello, porque está estupenda, da pena que Samsung siga limitándola tanto de serie. Empresas como Motorola ya permiten usan cualquier app en la pantalla externa, pero hacerlo en el Flip sigue suponiendo pasar por una función escondida en «Ajustes» > «Labs» (que no admite todas las apps) o por usar Good Lock y un módulo llamado MultiStar. Que no es un drama, pero esto tendría que estar apañado ya a estas alturas.
¿Por qué? Porque tiene todo el sentido del mundo usar apps como WhatsApp o Google Maps desde esta pantalla. Es una gozada ver indicaciones o mantener una conversación rápida sin tener que abrir el teléfono. No hablemos ya de usar Google Gemini como guía turístico o mini asistente virtual. ¿El problema? Que no todas las apps (ninguna, realmente) se adaptan bien a tener las cámaras en mitad de la pantalla. Samsung lo ha solucionado con un botoncito que cambia la interfaz de las apps virtualmente para que se puedan usar mejor.
Se puede usar cualquier app en la pantalla externa, aunque para ello hay que instalar Good Lock y el módulo MultiStar. Sin lugar a dudas, esto debería estar ya activado por defecto | Imagen: Xataka
Rematamos este apartado hablando del sonido. El resumen rápido es que no es su punto fuerte. A volúmenes altos, a partir del 70% concretamente, el sonido distorsiona una barbaridad, hasta el punto de ser desagradable. Entre el 50% y el 70% se escucha mucho mejor, pero nos ha decepcionado un poco. En llamadas no hay problema: el micrófono recoge bien nuestra voz y escucharemos bien a nuestro interlocutor. Para todo lo demás, se antoja necesario usar unos auriculares.
Rendimiento, software y autonomía: tareas pendientes
Aunque es más ancho, sigue siendo un teléfono bastante alargado | Imagen: Xataka
Pasamos así a hablar del interior. El año pasado, Samsung optó por montar el Snapdragon 8 Gen 3 for Galaxy en sus dos plegables estrella, pero este año la cosa se divide. El Snapdragon 8 Elite se queda en el Galaxy Z Fold, mientras que el Samsung Galaxy Z Flip7 monta un Exynos 2500. Todo se queda, por lo tanto, en casa. El lote se completa con 12 GB de memoria RAM LPPDR5x y hasta 512 GB de almacenamiento UFS 4.0.
Por ponerle cara al Exynos 2500, estamos ante un procesador que recuerda mucho al Snapdragon 8 Gen 3: tiene un núcleo a 3,3 GHz, dos a 2,75 GHz, cinco a 2,76 GHz y dos a 1,8 GHz. El núcleo más potente se mide de tú a tú con con el modelo de Qualcomm del año pasado, pero los otros núcleos se quedan por debajo. Si pensamos en el Snapdragon 8 Elite (dos núcleos a 4,32 GHz y seis a 3,53 Ghz), queda claramente por debajo.
¿Qué quiere decir eso? Que el Samsung Galaxy Z Flip7 es bastante menos potente que el Z Fold7 y que el Z Flip6 en términos brutos. ¿La realidad? Que salvo que vayas a usar el teléfono para jugar a juegos muy pesados, véase un ‘Genshin Impact’, un ‘Delta Force’ o un ‘Call of Duty: Mobile’, no lo vas a notar salvo que juegues durante bastante tiempo. Entonces sí es posible que el estrangulamiento térmico haga de las suyas.
En el día a día, el terminal se mueve con soltura y fluidez, por lo que la experiencia usando Instagram, TikTok, navegación, WhatsApp o YouTube es correcta. Por aquí los benchmarks, donde el Flip7 sale claramente perdiendo.
Samsung Galaxy Z Flip7 |
samsung galaxy z fold7 |
OPPO FInd x8 pro |
SAMSUNG GALAXY S24 ULTRA |
IPHONE 16 PRO MAX |
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PROCESADOR |
Exynos 2500 |
Qualcomm Snapdragon 8 Elite |
MediaTek Dimensity 9400 |
Qualcomm Snapdragon 8 Gen 3 |
A18 Pro |
RAM |
12 GB |
16 GB |
16 GB |
12 GB |
8 GB |
GEEKBENCH 6 (SINGLE/MULTI) |
1.775/6.820 |
2.527/8.582 |
2.685 / 8.398 |
2.248 / 6.987 (6) |
3.106/7.799 |
3D MARK Wild Life Unlimited |
14.258 |
20.138 |
22.312 |
20.281 |
16.809 |
3D MARK Wild Life Stress Unlimited |
13.692/6.532 |
21.197/8.840 |
23.330 / 18.964 |
20.321/13.754 |
16.906/8.538 |
PCMARK WORK |
15.516 |
17.507 |
16.738 |
20.467 |
– |
Este dispositivo, además, tiene dos pegas. La primera es que se calienta mucho. Cierto es que estamos en verano y que vivo en Córdoba, pero que estando en interior la temperatura suba a 49ºC al descargar una aplicación o al ver anime en Crunchyroll es, cuanto menos, para echarle un vistazo. Y lo es porque se nota al tacto si tocamos la zona superior, que es donde se ubica el procesador.
Si buscamos un teléfono que cumpla con las tareas del día a día con soltura y fluidez, el Galaxy Z Flip7 es un buen candidato | Imagen: Xataka
La segunda pega es el módem. El dispositivo suele tener menos señal móvil en lugares en los que mi móvil personal, un OPPO Find X8 Pro, no tiene problemas. También me da la impresión de que la calidad de la conexión WiFi suele ser algo peor, y eso que tengo una red WiFi 6 de malla por toda la casa. No me ha generado ningún problema grave, pero es algo que me ha llamado la atención.
Dicho lo cual, vamos al software. Samsung se ha anotado un importante punto lanzando su Galaxy Z Flip7 con Android 16 (se estrenó en los Google Pixel hace apenas un mes) y One UI 8. Tiene un buen puñado de funciones interesantes que ya hemos comentado, pero lo que nos interesa es que Samsung promete siete años de actualizaciones mayores (es decir, hasta Android 23, en teoría) y que, al fin, es compatible con Samsung DeX.
El Galaxy Z Flip7 es, al fin, compatible con Samsung DeX | Imagen: Xataka
¿Eso qué quiere decir? Que podemos convertir nuestro móvil en un pequeño ordenador de sobremesa siempre y cuando tengamos un cable USB C – HDMI (que no viene incluido) o, en su defecto, una pantalla compatible para poder usarlo de forma inalámbrica. Muy útil en según qué contextos, lo extraño es que no hubiese llegado a los Flip hasta ahora.
Por lo demás, gran parte de las bondades del software no son tanto de Samsung, sino de la unión entre Samsung y Google. «Rodear para buscar» sigue haciendo acto de presencia y es una maravilla, Now Bar sigue sin terminar de ser relevante más allá del control de música y Now Brief, ese widget con información contextual, me sigue sabiendo a poco. Y en lo que a IA se refiere, sobra decir que Galaxy AI vuelve a estar al volante.
Interfaz del Samsung Galaxy Z Flip7 | Imagen: Xataka
Now Brief, ajustes y Galaxy AI en el Samsung Galaxy Z Flip7 | Imagen: Xataka
Samsung nos ofrece todo un abanico de opciones de edición y productividad. Entre las más destacadas están las traducciones de llamadas de voz, la transcripción automática de grabaciones y la edición generativa de imágenes (me sigue pareciendo magia negra lo bien que elimina a la gente del fondo de las fotos) y, como novedad, la eliminación del ruido de fondo de los vídeos. Y solo puedo decir una cosa: ¿¡Cómo?!
Si la eliminación de objetos de las fotos es magia negra, la eliminación del ruido de los vídeos es magia arcana de alto nivel solo al alcance de los más sabios elfos. Es una barbaridad cómo funciona y los resultados que consigue. A continuación se pueden ver unas pruebas rápidas.
Vídeo original
Vídeo editado
Vídeo original
Vídeo editado
El sistema no es perfecto, pero el resultado es espectacular. Minipunto para Samsung. Todo lo relacionado con edición es un ejemplo de IA generativa bien aplicada, algo que Samsung ya empieza a tener dominado. La cosa, claro, es que el uso de esta tecnología no pasa de lo puntual. La clave es tenerla a mano, porque es cuando no la tienes cuando realmente la echas de menos. Galaxy AI, en particular, evita tener que descargar apps freemium para cosas como eliminar gente de una foto o hacer retoques rápidos.
No obstante, aunque Samsung se está esforzando en que la experiencia gire alrededor de la IA, la realidad es que no es así. La IA es una ayuda, un asistente, y puede ser útil para ciertos contextos como traducir un mensaje a un idioma, hacer una edición rápida, etc., pero de momento siguen sin estar presente a diario. Y cuando lo está, que es a la hora de buscar información, es mucho más útil y rápido usar Google Gemini.
Qué fácil es acostumbrarse a usar Google Gemini en una pantalla como esta | Imagen: Xataka
Por lo demás, OneUI ofrece fluidez, una interfaz agradable e intuitiva e infinitas opciones de personalización y ajustes. También sigue teniendo algo de bloatware, a saber las apps de Facebook, Netflix y toda la suite de herramientas de Microsoft, pero nada que no se pueda desinstalar o desactivar.
Samsung también sabe exprimir el formato plegable con algunas apps con el modo FlexWindow. Algunas apps, como YouTube, la cámara o la galería, se adaptan cuando plegamos el móvil, de manera que podemos acceder a más controles o convertir el móvil en un trípode improvisado. Son pequeñas utilidades que están ahí y que, sin ser una revolución, resultan útiles en algunas ocasiones.
La carga rápida sigue siendo una tarea pendiente en el Flip7 | Imagen: Xataka
Rematamos este apartado hablando de la batería. A pesar de que el grosor se ha reducido, Samsung ha conseguido aumentar la capacidad de 4.000 a 4.300 mAh. El rendimiento es bueno. No el mejor, pero bueno, como lo era en el modelo anterior. Las cifras son, de hecho, muy similares. Si le apretamos, llegaremos a la noche con el móvil exhausto. Si hacemos un uso normal, sí podemos llegar a la tarde del segundo día sin demasiados problemas.
Autonomía en el Samsung Galaxy Z Flip7 | Capturas: Xataka
Por norma general, el terminal nos ha ofrecido una seis horas y media de pantalla activa haciendo un uso más o menos moderado (poco juego, mucho streaming, redes sociales, apps de uso cotidiano). El problema viene con la carga. El Samsung Galaxy Z Flip7 sigue teniendo la misma carga que el modelo anterior: 25W por cable.
No es una cifra aceptable para un móvil de estas características, gama y precio. A estas alturas de la película y viendo lo que ofrece la competencia, Samsung se ha quedado claramente atrás. El Galaxy Z Flip7 tarda en cargarse más de hora y media por cable, no hablemos ya de carga inalámbrica. Si hay un aspecto en el que se debe mejorar de cara a la próxima generación, es este.
Fotografía: me suenas
La cámara externa hace de cámara interna gracias al formato plegable | Imagen: Xataka
Las cámaras del Samsung Galaxy Z Flip7 son prácticamente idénticas a las del modelo anterior. Tienen un campo de visión ligeramente superior y autoenfoque Dual Pixel, pero el resultado final va a depender más del procesado que hace el Exynos 2500 que de los propios sensores en sí. El resumen es el siguiente:
- Cámara principal de 50 megapíxeles, apertura f/1.8, Dual Pixel AF, OIS, zoom digital de dos aumentos.
- Cámara gran angular de 12 megapíxeles, apertura f/2.2 , AF, campo de visión de 123º.
- Cámara interna de 10 megapíxeles, apertura f/2.2, AF, campo de visión de 85º.
Un aspecto que puede llevar a confusiones es que Samsung dice que el sensor principal tiene «zoom 2x de calidad óptica». Eso no quiere decir que tenga zoom óptico, para lo cual es necesario tener un telefoto o un periscopio dedicado. El zoom es, en todos los casos, digital. Con mejores o peores resultados, pero digital.
Fotografías con el Samsung Galaxy Z Flip7
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x1) | Imagen: Xataka
El sensor principal se comporta correctamente. No está a la altura de las mejores cámaras de la gama alta, pero el resultado es más que correcto. El rango dinámico está bien, levantando sin exagerar las sombras y evitando las luces excesivamente altas. La nitidez de los objetos lejanos es aceptable, aunque se nota que la resolución final de la fotografía es de 12 megapíxeles.
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x2) | Imagen: Xataka
La cámara nos permite acercarnos digitalmente (no tenemos zoom óptico, recordemos) y el resultado es sorprendentemente bueno. La cámara no solo conserva los colores y la iluminación (normal, por otro lado, al fin y al cabo es el mismo sensor), sino que la nitidez es bastante alta. Buen trabajo de Samsung hasta ahora, porque a partir de aquí la cosa empieza a decaer.
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x4) | Imagen: Xataka
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x10) | Imagen: Xataka
Al abusar del zoom es cuando empezamos a notarle las costuras a la, en realidad, modesta cámara del Galaxy Z Flip7. Aunque a simple vista la imagen es aceptable, al hacer un poco de zoom notaremos un excesivo procesado y un efecto acuarela que se hace evidente, sobre todo, en las zonas de alto contraste. Esto es algo que notaremos, en particular, en las texturas más definidas y en los carteles con texto claro sobre fondo oscuro.
Imagen tomada con el sensor gran angular (12 MP, zoom x0,6) | Imagen: Xataka
El gran angular tiene los mismos males que prácticamente todos los grandes angulares de la industria: la imagen es muy pintona, pero la nitidez de las texturas de fondo es muy escasa. Ahora bien, a favor de Samsung hay que decir que la colorimetría con respecto al sensor principal se mantiene y que la distorsión de los bordes, aunque visible, está bien compensada.
Imagen tomada con el sensor principal (50 MP, zoom x1) | Imagen: Xataka
Sobra decir que, si así lo queremos, podemos activar el modo de 50 megapíxeles para sacar fotos a máxima resolución. El resultado en términos de HDR, colores e iluminación es clavado al modo de 12 megapíxeles, pero ganamos mucho en nitidez, sobre todo en los objetos más lejanos y en las texturas. La diferencia es evidente, sobre todo si ponemos la misma foto tomada en las dos resoluciones frente a frente.
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x1) | Imagen: Xataka
Imagen tomada con el sensor principal (50 MP, zoom x1) | Imagen: Xataka
Aquí podemos comprobar cómo al sacar la foto a 50 megapíxeles la calidad de las texturas, la definición de los bordes y el nivel de detalle en general es mucho más alto. ¿Cuándo compensa usar este modo? Cuando tengamos claro que vamos a ampliar en edición o cuando nos interese que un detalle concreto de la imagen se vea nítido. La diferencia, no obstante, la apreciaremos si ampliamos la imagen en una pantalla grande. Si la vamos a subir a Instagram, lo mismo nos dan 12 que 50 megapíxeles.
Imágenes tomadas con el sensor delantero (10 MP) | Imagen: Xataka
¿Y qué hay del selfie? Pues tenemos dos opciones: usar la cámara delantera, la que se encuentra en la pantalla plegable, o plegar el teléfono y usar las cámaras principales. En el modo convencional, es decir, usando la cámara delantera de toda la vida, los resultados son realmente buenos. Buenos colores, buen HDR, buenas luces altas, buenas sombras y buena claridad.
Un selfie a la altura que, por otro lado, tiene sentido siendo un móvil pensado para quien está pensado. Además, me gusta que Samsung haya corregido el exceso de claridad que criticamos en el análisis del Samsung Galaxy Z Flip6. El resultado es bastante mejor ahora.
Selfies tomados usando el modo Flex. De arriba a abajo: gran angular, angular, zoom x2, zoom x4 y zoom x10 | Imagen: Xataka
Espero que haya sido agradable ver todo mi careto y lo sucias que tenía las gafas en la pantalla de tu móvil. En fin, a lo que voy. La gracia del Z Flip7 es que podemos usar la cámara principal para sacarnos selfies. Eso nos da un extra de versatilidad gracias al gran angular y un extra de nitidez gracias al sensor principal. El resultado es sensiblemente superior al que obtenemos con la cámara delantera, hasta el punto de que, si este fuese mi móvil personal, apenas usaría la cámara delantera para sacar fotos.
Un detalle que Samsung ha implementado y que las cosas como son, minipunto para los coreanos, es que cuando cambiamos de cámara usando el modo Flex (es decir, pasamos del angular al gran angular y viceversa), un círculo blanco rodea la lente para que sepamos a dónde mirar.
Retratos obtenidos con el Samsung Galaxy Z Flip7. De arriba a abajo: cámara delantera (10 MP, zoom x0,6), cámara delantera (10 MP, zoom x1), cámara trasera (12 MP, zoom x1) y cámara trasera (12 MP, zoom x2) | Imagen: Xataka
Ups, otra vez mi careto in your face. Lo siento. Samsung también ha hecho un trabajo muy bueno con los retratos. Ha mejorado el recorte con respecto a la generación pasada y el resultado, tanto con la cámara delantera como con la cámara trasera en modo Flex es correcto. El problema es que, por mucho que esta técnica mejor, el bokeh se sigue apreciando demasiado artificial.
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x1) | Imagen: Xataka
Cuando cae la noche, cae también la calidad de la fotografía en general. Las texturas se notan mucho más lavadas fruto del proceso que lleva a cabo el Exynos 2500 para eliminar el ruido. No hay el más mínimo grano, algo que, aunque no lo parezca, juega en contra de la nitidez de la imagen y provoca que las texturas queden lavadas. No obstante, Samsung ha conseguido que los colores se vean bien y que las luces altas no salgan quemadas.
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x2) | Imagen: Xataka
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x4) | Imagen: Xataka
Imagen tomada con el sensor principal (12 MP, zoom x10) | Imagen: Xataka
En cuanto a los niveles predeterminados de zoom, mejor dejarlos tranquilos por la noche. Aunque el zoom x2 es aceptable, todos los aumentos tienen en común un efecto acuarela excesivamente pronunciado y un procesado muy agresivo que, de nuevo, elimina todo rastro de grano a costa de lavar muchísimo las texturas.
Imagen tomada con el sensor gran angular (12 MP, zoom x0,6) | Imagen: Xataka
El gran angular, sin embargo, sí consigue mantener el tipo. Con bastante éxito, cabe destacar. No es la cámara a usar en condiciones de poca luz, pero sí consigue sacar fotos pintonas. Ahora bien, no esperemos el mejor nivel de detalle en los objetos lejanos porque no lo vamos a conseguir.
Imagen tomada con el sensor principal (50 MP, zoom x1) | Imagen: Xataka
El modo de 50 megapíxeles es muy útil de noche. La foto tarda un pelín más en procesarse, pero ganamos un interesante extra de nitidez en las texturas y una imagen menos lavada. La diferencia no es tan evidente como de día, pero sí se aprecia una mejora sustancial. Siempre y cuando no ampliamos, porque si lo hacemos…
Imagen tomada con el sensor principal (50 MP, zoom x5) | Imagen: Xataka
Algo pasa cuando hacemos zoom con el modo de 50 megapíxeles. No solo de noche, sino también de día. La cámara hace un procesado extraño y tiende a reducir sensiblemente la saturación de los colores, por no hablar de que las texturas quedan totalmente empastadas. Es un fallo extraño y algo me dice que es derivado del software.
Arriba: sensor principal (12 MP, zoom x10). Abajo: sensor principal (50 MP, zoom x5) | Imagen: Xataka
Aquí podemos verlo también de día. El Samsung Galaxy Z Flip7 genera artefactos cuando hacemos zoom con el modo de 50 megapíxeles. No solo reduce los colores y apaga la foto, sino que en zonas de contraste o con diferentes texturas, el procesado no termina de funcionar y genera resultados extraños. Fíjate en el cartel del colegio y en cómo, al disparar en 50 megapíxeles, aparece difuminado.
Imágenes tomadas con el sensor delantero (10 MP) | Imagen: Xataka
El selfie de noche mantiene el tipo, pero se aprecia una pérdida de nitidez notable. El resultado es correcto, ojo, pero de día nos ha dejado con tan buen sabor de boca que da pena que de noche no esté a la misma altura. ¿Parte positiva? Luces correctas y sombras no más levantadas de la cuenta.
Selfies tomados usando el modo Flex. De arriba a abajo: gran angular y angular | Imagen: Xataka
De noche cobra todavía más sentido si cabe aprovechar el modo Flex. Nos da un extra de nitidez muy apreciable y la iluminación es bastante mejor, sobre todo cuando usamos el gran angular. Y un apunte: aunque todas las fotos tomadas con el modo Flex mostradas en este texto son cuadradas, se pueden tomar en 4:3 o 16:9 si así lo configuramos. Por defecto viene en formato Full 1:1 y por eso las hemos dejado así, pero se puede configurar en horizontal o vertical sin ningún problema.
La misma foto tomada de noche y de día. De arriba a abajo: gran angular, angular, zoom x2, zoom x4 y zoom 10 | Imagen: Xataka
En resumidas cuentas, la cámara del Samsung Galaxy Z Flip7 nos ha parecido correcta, pero mejorable. La cámara, aún habiendo mejorado ligeramente con respecto a la generación anterior, sigue sin ser la más completa ni la que mejores resultados ofrece en ningún apartado. Es, digamos, suficiente, pero a estas alturas quizá esperábamos un pequeño paso adelante.
Vídeo
Imagen | Xataka
A Samsung le ha jugado una mala pasada el HDR en su cámara de vídeo. El resultado es demasiado exagerado, hasta el punto de provocar luces altas quemadas y sombras excesivamente levantadas. Esto es algo que se aprecia a simple vista cuando hay mucho contraste en la escena, véase el segundo vídeo bajo estas líneas.
Cuando hay menos contraste, el HDR se comporta bastante mejor (primer vídeo), pero se sigue apreciando un brillo extraño que no corresponde a la escena. Si se puede evitar, mi recomendación es desactivar el HDR. La estabilización es correcta, aunque nada que ver con la que ofrecen los mejores móviles del mercado o, sin ir más lejos, el Galaxy S25 Ultra. Lo mismo con la nitidez, que es aceptable, pero bastante mejorable.
Bajo estas líneas puedes ver la función zoom suave, que permite acercar y alejar la cámara a un ritmo constante y sin saltos exagerados. Eso sobre el papel. La realidad es que el avance de pasos en el zoom se nota y que la estabilización no es suficiente para lo que Samsung quiere conseguir. Esta función tendría mucho más sentido si el terminal tuviera algún telefoto, pero no es el caso.
De noche, el resultado es pobre. Es la forma más directa de decirlo. El vídeo de noche no está a la altura de lo esperado, con una cantidad de ruido excesivamente alta, colores más fríos y con un tinte más verdoso de la cuenta. La estabilización juega malas pasadas cuando escasea la luz, provocando saltos en el vídeo incluso caminando despacio.
Samsung Galaxy Z Flip7, la opinión y nota de Xataka
Samsung sabe hacer plegables. Sabe cómo construirlos y cómo exprimirlos a base de software. Eso lo tiene perfectamente dominado y el Galaxy Z Flip7 es la prueba. Es un terminal bien acabado, agradable de usar, con una pantalla que cada vez se siente mejor y una autonomía que, sin ser la mejor del mercado, poco a poco va mejorando. El problema es que, siendo un terminal bueno y recomendable para quien busque un plegable, el formato Flip empieza a pedir más.
No podemos olvidar que es un móvil de 1.209 euros de base, por lo que compite con la gama alta más premium de todos los fabricantes. Y en ese sentido, no está a la altura que debería. No tiene ni la mejor pantalla, ni el mejor procesador, ni el mejor rendimiento, ni la mejor cámara ni la mejor autonomía. Ser plegable ya no es suficiente, y menos con la competencia apretando como está apretando.
Imagen | Xataka
Que no se me malinterprete, el Samsung Galaxy Z Flip7 es un buen móvil y, en el mundo de los plegables, uno de los mayores exponentes. Pocas marcas saben hacer lo que Samsung en materia de software y experiencia. El problema es que el formato empieza a pedir más: más potencia, mejores cámaras y, sobre todo, una mejor carga.
Quien busque en el Samsung Galaxy Z Flip7 el mejor móvil Android no lo encontrará. Ahora bien, quien busque uno de los mejores móviles plegables, un software muy bueno y que, sobre el papel, se actualizará durante mucho tiempo, sí encontrará en el nuevo plegable de Samsung una buena propuesta.
8,7
9,25
9
8
8
9,25
8,5
A favor
- La autonomía vuelve a mejorar y es capaz de ofrecer un día de uso más o menos intensivo.
- La pantalla externa al fin está a la altura de las expectativas.
- Samsung ha puesto el listón altísimo con el software, lanzando el móvil con Android 16 y prometiendo siete años de actalizaciones.
En contra
- El Exynos 2500 no compite en potencia bruta con los mejores procesadores del mercado.
- Se calienta mucho y con relativa rapidez incluso en tareas ligeras.
- La carga sigue siendo lenta: 25W en un móvil de más de 1.000 euros…
Samsung Galaxy Z Flip7 256GB – Móvil con IA, Diseño Plegable, Pantalla Amplia, Cámara Selfie 50MP, Procesador 3nm, Memoria 12GB, Negro Oscuro, Garantía 3 Años + 1 año Extra (Versión Española)
Imágenes | Xataka
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La noticia
Samsung Galaxy Z Flip7, análisis: la pantalla externa es la gran protagonista en un plegable que ya pide un salto hacia delante
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Jose García
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