Botes de 100 mililitros en una bolsa transparente de hasta un litro de capacidad. Ese es el límite que todos, absolutamente todos, tenemos impuesto si queremos llevar líquidos en el equipaje de mano al viajar en avión. Pero esa medida, que data del año 2006, parecer esta cerca de ser eliminada en la Unión Europa. ¿El motivo? Los nuevos escáneres 3D que, poco a poco, empiezan a poblar los aeropuertos comunitarios.
Pero empecemos por el principio.
¿Por qué 100 ml? Para entender el por qué de este límite tenemos que remontarnos al año 2006. Los atentados del 11-S del año 2001 provocaron, entre otras cosas, un endurecimiento importante en las medidas de seguridad aeroportuarias. Con este trágico suceso reciente, en el año 2006 la CIA y el MI5 frustraron un intento de atentado que pretendía hacer estallar varios aviones en pleno vuelo usando dos explosivos líquidos ocultos en biberones: peróxido de acetona y triperóxido de hexametilendiamina.
A partir de entonces, las autoridades decidieron limitar la capacidad máxima de los botes a 100 mililitros. La cifra no es baladí. Según explicó Kip Hawley, ex director de la TSA (Transportation Security Administration), algunos explosivos necesitan tener «un diámetro crítico para lograr una explosión que cause daños». El tamaño del envase es, por lo tanto, una medida de seguridad en sí misma en tanto que los escañares de rayos X convencionales no pueden detectar de forma fiable los explosivos líquidos.
Imagen | Roberto Arias
Sí, un atacante podría dedicarse a mezclar el líquido de varias botellas pequeñas en una más grande en pleno vuelo, pero los explosivos líquidos son muy inestables, por lo que mezclarlos a bordo puede acabar bastante mal para el atacante. Las explosiones de peróxido de acetona son un 80% más potentes que las del TNT, pero es un compuesto mucho más complicado de manipular, hasta el punto de que un golpe más fuerte de la cuenta puede provocar una explosión.
Los escáneres nuevos. La llegada de los escáneres C3, sin embargo, tiene el potencial para cambiar las reglas del juego. Estos escáneres emplean tomografía computerizada para generar imágenes tridimensionales del equipaje, de manera que el operario puede ver el contenido sin necesidad de que el pasajero abra la maleta o la mochila.
Sí, pero no. Estos escáneres han ido, poco a poco, llegando a los aeropuertos europeos. De hecho, hasta septiembre de 2024, algunos aeropuertos permitían pasar el control de seguridad con líquidos superiores a más de 100 ml. No obstante, el año pasado la Unión Europea activó una restricción temporal debido as un problema técnico en los escáneres. Primero en los Hi-Scan 6040 CTiX y, finalmente, en todos los demás. Por eso ahora mismo, aunque pases por un escáner nuevo, los líquidos siguen limitados a la capacidad que nos acompaña desde 2006.
Fuera límites, pero con calma. Según han informado desde Bruselas, la Unión Europea pretende volver a eliminar este límite cuanto antes. Solo falta la aprobación de la Conferencia Europea de Aviación Civil (CEAC) que, de acuerdo al diario italiano Corriere, podría llegar tan pronto como hoy o el lunes. Ahora bien, la realidad es la que es: son pocos los aeropuertos que disponen de estos escáneres. Según el Airports Council International Europe, a fecha de julio de 2024 solo había alrededor de 350 escáneres en 13 países.
¿Qué quiere decir eso? Que la medida no se eliminará de todos los aeropuertos. «Solo afectará a aquellos aeropuertos que actualmente tienen en uso este equipo de última generación de escáneres», señalan desde la Comisión. ¿Cuándo sucederá? Cuánto antes y de forma inminente, esperan desde Europa, aunque no hay una fecha concreta.
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Si algo nos iguala a todos los mortales es el límite de 100 ml en el equipaje de mano del avión. Eso está a punto de acabarse
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Jose García
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