El Gobierno se enfrenta al difícil reto impuesto desde Europa de modernizar y acercar la administración pública a los estándares europeos de excelencia. Por ello, el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, ha presentado la propuesta para un nuevo modelo de oposición a los opuestos de altos funcionarios del Estado.
Esta reforma, afectará principalmente a los futuros funcionarios de los subgrupos A1 y A2, es decir, aquellos con funciones de alta especialización como jueces, inspectores de Hacienda o arquitectos superiores, quienes ya debían acreditar un título universitario específico para el puesto. Con el nuevo marco, además de esa titulación, deberán superar un curso de posgrado de dos años para optar a una plaza pública.
Una oposición con dos exámenes. El ministro Óscar López explicó que esta transformación se basa en un sistema «que cumple con el máximo rigor y con los estándares europeos», al tiempo que busca «mejorar la selección y el talento que accede a la Administración». El objetivo, según explica el Ministerio en su propuesta, es captar «a los mejores» mediante un camino formativo intensivo, en línea con los programas que existen en Francia o Alemania.
Este nuevo sistema obligará a los nuevos aspirantes a pasar primero por una prueba de aptitud, que servirá de filtro para preseleccionar a los candidatos. Quienes superen este primer examem, accederán a una escuela nacional de formación para funcionarios, un centro de nueva creación donde se impartirá un programa de formación de posgrado de dos años.
Ese programa formativo será obligatorio antes de presentarse al examen definitivo que, ahora sí, permitirá la obtención de una plaza pública para el grupo específico para el que se ha estado formando, equivalente al actual sistema de oposiciones.
No todos pasarán. No obstante, los candidatos que pasarán el primer examen serán más de los que finalmente podrán acceder a una plaza, contando que algunos de los que superen el primer examen no superarán el segundo. Por ello quienes cursen y finalicen con éxito los dos años de posgrado, y no obtengan la plaza, recibirán un título de posgrado con carácter oficial.
Según la secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, con este título oficial equiparable a un máster universitario, se compensaría la inversión de los dos años de formación en la escuela de funcionarios.
Nuevo esquema formativo para los funcionarios de alto rango
Créditos académicos según el grupo. Otra de las novedades importantes de la propuesta del Ministerio es la de crear un sistema formativo que sigue el modelo europeo basado en créditos ECTS (Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos).
De ese modo, los cuerpos de más alto rango del subgrupo A1 deberán cursar 120 créditos formativos ECTS, mientras que los del grupo A2 requerirán 90 créditos que se impartirán en las escuelas de funcionarios. Para el grupo B se necesitará 60 ECTS.
Por su parte, los candidatos a plazas del grupo C1 y C2 tienen otras novedades. La primera es que necesitarán completar un itinerario formativo con 30 y 10 créditos respectivamente, pero en estos últimos casos, la formación necesaria se impartirá una vez se les ha asignado la plaza. De este modo, cada funcionario recibirá su formación ya desde el interior de la administración pública, manteniendo las plazas activas y adaptando su formación a las funciones concretas del puesto.
El modelo francés. La nueva estructura académica que ha propuesto el Ministerio toma su inspiración del modelo francés de la École nationale d’administration (ENA), creada en 1945, y de la cual han salido cuatro de los últimos presidentes de Francia, incluido el actual presidente Emmanuel Macron que la ha reformado.
Para poner en marcha esta nueva escuela nacional, el Ministerio ha anunciado una red de alianzas entre las escuelas e institutos de la administración del Estado con las escuelas e institutos del espacio administrativo europeo y de las universidades del espacio europeo de educación superior. Además, el sistema estará vinculado al régimen de becas del Estado, con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades independientemente del nivel socioeconómico del aspirante.
Reacciones en contra. Las asociaciones sindicales de funcionarios y agrupación sectoriales ya han mostrado sus dudas con respecto al nuevo sistema de oposiciones. Desde la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), alertan que este modelo, al permitir conocer la identidad de los aspirantes que acceden al segundo examen tras el curso, «entraña un gravísimo peligro para el futuro de la Función Pública».
Por su parte, Miguel Borra, presidente del sindicato CSIF, asegurabaa Público que el nuevo modelo «no va a solucionar los graves problemas de las administraciones y sus profesionales», advirtiendo que el 60% de los empleados públicos se jubilará en la próxima década y que actualmente un 30% de las plantillas es temporal.
También denuncian que este nuevo sistema puede generar más retrasos en los procesos de selección que ya provocan que «cada año caduquen miles de plazas por la inactividad de las administraciones», deslizaba Borra.
Imagen | Pexels (Tima Miroshnichenko)
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La noticia
Si pensabas que hacerte funcionario iba a ser sencillo, el Gobierno tiene algo que decirte: necesitarás un máster de dos años
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Xataka
por
Rubén Andrés
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