La industria electrónica de Tierra del Fuego se encuentra paralizada tras el un paro total por tiempo indeterminado decretado por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). La medida de fuerza es una respuesta directa al reciente anuncio del gobierno nacional sobre la reducción de aranceles para la importación de productos electrónicos, la provincia austral considera un golpe letal para su régimen de promoción industrial y las fuentes de empleo.

El Congreso de Delegadas y Delegados de la UOM en Río Grande tomó la drástica decisión este miércoles, luego de que el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmara este martes la eliminación progresiva de aranceles para celulares y la reducción de impuestos internos para televisores y aires acondicionados, afectando directamente la competitividad de las empresas radicadas en la isla.
Unánime Rechazo Obrero
En un comunicado contundente, la UOM expresó su “rechazo al nuevo embate contra la industria nacional y los puestos de trabajo”. El gremio advirtió que la medida de fuerza estará acompañada de movilizaciones en el centro de Río Grande, buscando visibilizar la profunda preocupación de los trabajadores. “La situación actual afecta gravemente a la industria, los puestos de trabajo y el derecho soberano a continuar habitando esta provincia”, sentenciaron desde la organización sindical.
La UOM exige una “respuesta clara” tanto del gobierno provincial, liderado por Gustavo Melella, como de las empresas electrónicas instaladas en Tierra del Fuego. El paro general se mantendrá firme, aseguraron, hasta que se alcancen “una resolución favorable y concreta que garantice la continuidad del régimen de promoción industrial y de los derechos laborales”.
El Anuncio que Encendió la Chispa
El martes, el gobierno nacional detalló una reducción de los impuestos internos para celulares, televisores y aires acondicionados importados, del 19% al 9,5%. Paralelamente, anunció que esos mismos productos fabricados en Tierra del Fuego gozarán de un impuesto interno del 0%. Sin embargo, la eliminación gradual del arancel del 16% a los celulares importados es el punto central del conflicto, ya que debilita la protección arancelaria que históricamente ha beneficiado a la producción fueguina.
La Voz de la Provincia
El gobernador Gustavo Melella no ocultó su “profunda preocupación” ante las medidas nacionales. A través de sus redes sociales, calificó la eliminación de aranceles como un “golpe muy duro para la industria de Tierra del Fuego”, vinculando la decisión con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Melella defendió el régimen especial de la provincia como un motor de “desarrollo tecnológico de alta calidad”, “soberanía” y “generación de empleo”. Con un mensaje de resistencia, aseguró que “el pueblo fueguino, junto a sus trabajadores y el gobierno provincial, va a salir adelante. Vamos a redoblar los esfuerzos en defensa de nuestra industria ante este nuevo embate”.
«Nos genera profunda preocupación el anuncio del Gobierno Nacional de eliminar los aranceles a la importación de celulares y reducir los impuestos internos sobre televisores y aires acondicionados, una medida que representa un golpe muy duro para la industria de Tierra del Fuego». Publicó el mandatario en su cuenta de X
El Régimen en la Cuerda Floja
La Ley 19.640, que regula el régimen de promoción industrial en Tierra del Fuego, exime a las empresas radicadas allí del pago de diversos impuestos, buscando fomentar el desarrollo económico en esta región estratégica. La protección arancelaria es un pilar fundamental de este régimen, permitiendo a la producción local competir con los productos importados.
La baja de aranceles anunciada por el gobierno nacional altera este equilibrio, generando el temor de que los productos importados se vuelvan significativamente más baratos, poniendo en riesgo la viabilidad de las fábricas fueguinas y los miles de puestos de trabajo que dependen de ellas.

El paro total de la UOM es una señal clara de la determinación de los trabajadores y la provincia de defender su régimen industrial. La pulseada entre Tierra del Fuego y el gobierno nacional recién comienza, y sus consecuencias son aún inciertas.