Si fuiste un niño con una PC de hace unos 30 años o más, lo más probable es que picaste botones hasta no más poder. Es que, en aquellos tiempos, las computadoras parecían un artefacto futurista con tantos interruptores, y su diseño no está ni cerca al de las actuales, como la PC portátil de Xbox. De cualquier manera, siempre hubo un botón que destacaba sobre los otros y que ocultaba un detalle interesante.
Uno de los aspectos más curiosos de las computadoras del pasado era el botón Turbo, que casi siempre lo hallabas en la parte frontal del gabinete. De pequeños y aplicando pensamiento lógico, uno pensaría que al apretarlo, nuestra PC correría más rápido, como si fuera automóvil de F1. Pero era una trampa y sucedía todo lo contrario.
Un mecanismo especial
Al apretar el Turbo, en vez de acelerar el equipo, su función principal era reducir la velocidad de procesamiento. Una vez prendido, sucedían dos cosas: se modificaba la frecuencia del reloj del procesador o se podía desactivar el caché, lo que que provocaba que la memoria principal funcionara más despacio. Pero, ¿por qué pasaba esto?
El Turbo tenía un propósito relacionado a las limitaciones tecnológicas de la época. Entre los años ochenta y noventa, muchos programas o videojuegos se diseñaban para funcionar a una velocidad específica. Cualquier cambio en la rapidez del equipo podía hacer que esos softwares se ejecutaran incorrectamente.
Naturalmente, la tecnología evolucionó y los procesadores empezaron a superar a las expectativas de velocidad. Ahí surgió un problema, ya que el software que iba demasiado rápido era imposible de controlar en equipos más modernos. Para solucionarlo, los fabricantes incorporaron el botón de Turbo que disminuía la velocidad de las máquinas, con el objetivo de que los programas antiguos funcionaran sin problemas.
No todos los gamers vivieron esa época en los noventa, pero cuando las PC con el botón de Turbo eran el estándar, jugar videojuegos era algo muy diferente. Desde los periféricos, como el mouse con la bolita debajo o los teclado enormes, hasta instalar el juego en CDs o los extintos disquetes, son prácticas que ya pertenecen al museo de la nostalgia.
El PC Gaming: un regalo del avance la tecnología
El orden de las cosas siguió su curso y el botón Turbo desapareció como parte de una tendencia en la que los procesadores más nuevos hicieron innecesaria la manipulación manual de la velocidad. Son justo estas innovaciones las que sirvieron como base del PC Gaming, con marcas como Nvidia o AMD ofreciendo lanzamientos regulares para mejorar la experiencia de jugar en una computadora.
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La noticia
Todos caímos en la trampa: el botón Turbo que volvía «más rápidas» las computadoras de los noventa, en realidad hacía lo opuesto
fue publicada originalmente en
3DJuegos LATAM
por
Irvin Escalona
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