
Elon Musk ha vuelto a poner fecha de caducidad al empleo tal y como lo entendemos hoy en día, y su pronóstico es mucho más radical que una simple reducción de jornada. Durante su intervención en la conferencia US-Saudi Investment Forum explicó que en diez o veinte años, el trabajo remunerado dejará de ser una necesidad de subsistencia para convertirse en una actividad totalmente opcional. Una realidad que choca mucho con su «propuesta» actual: jornada semanal de 120 horas.
Cambio de paradigma. Musk comparó el empleo del futuro con la jardinería o el cultivo de alimentos en casa. Explicó que, en la actualidad, cualquier persona puede ir al supermercado a comprar verduras de forma eficiente, pero aun así hay gente que decide cultivarlas en su propio jardín. Es un proceso más difícil y menos productivo, pero lo hacen por placer. Siguiendo esta analogía, trabajar se transformará en una actividad lúdica, similar a practicar deporte o jugar a videojuegos, desvinculada por completo de la supervivencia económica.
Una «era de la abundancia». Musk argumenta que el desarrollo exponencial de la inteligencia artificial y la robótica reducirá tanto el coste de producción de bienes y servicios que la escasez dejará de existir. En una realidad así, el dinero como herramienta de intercambio perdería su sentido actual y sería necesario que los gobiernos establecieran mecanismos regulatorios para repartir la prosperidad. Es un viejo argumento de defensa del IMV y de otras rentas básicas universales. Aun así, Musk habla de «Renta Alta Universal» (Universal High Income), no ingresos mínimos.
El CEO de Nvidia es más cauto. Jensen Huang, que también se encontraba presente en el acto, dio una versión más moderada: «Los trabajos de cada uno serán diferentes». «A medida que las tareas cotidianas se simplifiquen y seamos más productivos, habrá más tiempo para desarrollar ideas». Justo las ideas es lo que Jeff Bezos, CEO de Amazon, tiene claro que la IA no podrá sustituir.
La trayectoria de Musk defendiendo el fin del trabajo. La afirmación de que el trabajo será opcional no es algo de última hora: Musk lleva años defendiéndolo. Durante la Cumbre de Seguridad de la IA en Bletchley Park, donde le dijo al primer ministro británico Rishi Sunak que «llegará un momento en el que no se necesitará ningún trabajo». La tesis se apoya en el desarrollo de su robot humanoide, Optimus: según él, si las máquinas pueden realizar toda la mano de obra física e intelectual, el coste de los bienes y servicios colapsará hasta ser casi gratuito, permitiendo que todo el mundo viva en la abundancia sin necesidad de empleo.
Economistas como Samuel Solomon, de la Universidad de Temple, ya han advertido que el riesgo real de este escenario no es la falta de recursos, sino que esa riqueza se concentre exclusivamente en quienes poseen la tecnología, dejando fuera al resto de la población.
El contraste con la realidad actual. Lejos aún de esa utopía de ocio y jardinería, la realidad actual muestra una cara muy distinta. Un estudio conjunto del MIT y el Laboratorio Nacional Oak Ridge ha revelado que el 11,7% del mercado laboral estadounidense está expuesto a las capacidades actuales de la IA. No se trata de proyecciones a futuro, sino de tareas que el software existente hoy ya puede ejecutar.
Navegando a ciegas: indicadores como la tasa de desempleo o el PIB no están detectando, según el MIT, la vulnerabilidad estructural porque solo miden lo que ya ha pasado, no la capacidad instalada de automatización. Mientras Musk habla de un futuro donde elegiremos trabajar por gusto, los datos sugieren que millones de tareas están siendo absorbidas silenciosamente por la tecnología actual, sin que de momento haya mecanismos para continuar sobreviviendo con cierta calidad de vida.
De hecho, lo que el MIT sugiere son cambios políticos que ayuden a que los ciudadanos a readaptarse a las nuevas necesidades laborales, pero en ningún momento contempla que éstas se extingan, cómo sí hace Elon Musk.
Vía | Forbes
Imagen | Flickr (Gage Skidmore) y Elon Musk en X
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La noticia
«Trabajar será opcional»: mientras defiende 120 horas de jornada laboral , Elon Musk afirma que los robots nos jubilarán entre 10 y 20 años
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Genbeta
por
Antonio Sabán
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