En un contexto económico adverso y desafiante, Tucumán busca ofrecerle al sector productivo medidas estratégicas para reactivar el sector industrial y evitar la creciente tendencia a la reducción de jornadas laborales y despidos. Si bien el foco principal es la contención de la caída productiva y la defensa de la mano de obra local, estas acciones podrían sentar las bases para un futuro impulso tecnológico en la región, especialmente en la industria 4.0 y la digitalización de procesos.

El gobernador Osvaldo Jaldo y el ministro de Economía, Daniel Abad, han ratificado el diálogo con la Unión Industrial de Tucumán, un actor clave que ha manifestado su preocupación por despidos y la paralización productiva. Ante esta coyuntura, la provincia destina una significativa suma de $35.000 millones anuales para contener la caída productiva, ofreciendo exenciones tributarias a empresas que sostienen el empleo. Esta inyección de capital y el alivio fiscal, aunque orientados a la subsistencia, podrían ser un catalizador para que las empresas inviertan en modernización y adopten tecnologías que optimicen sus procesos y aumenten su competitividad.
Qué desafíos y oportunidades generan estas políticas al sector tecnológico
El ministro Abad ha sido explícito al señalar que la «problemática tiene aristas nacionales, como la apertura de la economía y la baja de aranceles, que afectan la competitividad local». Esta presión externa, si bien compleja, podría ser el incentivo necesario para que las PyMEs y agroindustrias tucumanas –sectores «muy intensivos en mano de obra»– busquen soluciones en la eficiencia y la automatización. La implementación de tecnologías de la industria 4.0, como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) para la optimización de la producción, y la robótica para tareas repetitivas, podría ser la clave para que estas empresas mantengan su competitividad en un mercado globalizado.
La provincia, al «seguir el diálogo y buscar que la Nación compense estas dificultades», abre un canal para futuras inversiones en infraestructura digital y programas de capacitación en nuevas tecnologías que beneficiarían directamente al sector industrial.
De qué trata PROCREAR, el megaproyecto habitacional con potencial de integración tecnológico
Un punto crucial de la estrategia provincial es la continuidad del megaproyecto habitacional PROCREAR. Tras el retiro de la Nación, el gobierno de Tucumán decidió hacerse cargo, invirtiendo para evitar un «desastre social y económico». El gobernador Jaldo destacó que se trata del «megaproyecto habitacional más grande del país», con 22 empresas involucradas y un impacto en 7.000 empleos directos.
Si bien la construcción tradicional no es directamente tecnológica, la envergadura de este proyecto podría ser un terreno fértil para la implementación de tecnologías de construcción inteligente (smart building), el uso de drones para monitoreo de obras, o la aplicación de software de gestión de proyectos que optimicen los tiempos y recursos. La coordinación de tantas empresas y trabajadores en un proyecto de esta magnitud, podría ser un caso de estudio para la aplicación de soluciones digitales colaborativas.
El futuro de Tucumán más allá de la contención
La iniciativa de Tucumán de «reactivar la obra pública con fondos provinciales» y sostener la actividad industrial es un esfuerzo encomiable en un escenario económico adverso. Más allá de la urgencia de mantener la producción y el empleo, estas acciones abren una ventana de oportunidad para que la provincia se posicione como un polo de innovación. Al incentivar la permanencia de las empresas, se les brinda la estabilidad necesaria para que consideren la inversión en tecnologías de punta que les permitan no solo sobrevivir, sino prosperar en la era digital.

El desafío para Tucumán será no solo sostener su industria, sino también guiarla hacia la transformación digital, fomentando la adopción de nuevas herramientas y procesos que la hagan más resiliente, eficiente y, en última instancia, más competitiva en el panorama nacional e internacional. El sector tecnológico debería seguir de cerca estos desarrollos, ya que Tucumán podría convertirse en un ejemplo de cómo la reactivación industrial, impulsada por la autonomía provincial, puede ser el trampolín para un futuro más tecnológico y productivo.