La inteligencia artificial está modelando el presente a un ritmo tan frenético que apenas podemos darnos cuenta de que aquello que hasta hace solo unos años era imprescindible, en un futuro muy cercano será totalmente accesorio. Según confirmaba en una reciente entrevista Ben Mann, cofundador de Anthropic, la formación académica y el aprendizaje de habilidades es uno de esos pilares que está cambiando.
Conocimientos y habilidades. Benjamin Mann es uno de los «seis de Anthropic» un grupo de ingenieros que abandonaron OpenAI para crear su propio modelo de IA. Ahora son uno de los principales competidores de su «alma mater» empresarial. En una reciente entrevista en el podcast de Lenny Rachitsky, el cofundador dejó claro que prefería que sus hijos fueran felices y mantuvieran su curiosidad, a que pasaran buena parte de su juventud adquiriendo conocimientos.
«Hace 10 o 20 años, tal vez sí estaría intentando prepararla para que fuera la mejor en la escuela y apuntarla a todas las actividades extracurriculares y todo eso. Pero en este momento, no creo que nada de eso importe. Solo quiero que sea feliz, considerada, curiosa y amable», aseguraba Mann al hablar sobre la formación académica de sus hijos.
Los títulos están sobrevalorados. Pese a haber abandonado OpenAI, Mann se llevó consigo una idea común en muchos directivos e ingenieros de OpenAI: en un futuro próximo marcado por la IA, los títulos universitarios no son garantía de nada.
Las declaraciones de Mann van en la misma línea de las que, hace solo unos días, hacía Mark Chen, jefe de investigación de OpenAI. El directivo aseguraba que«Cada vez es menos necesario tener un doctorado en IA», incluso cuando se trataba de acceder a empleos en primera línea de desarrollo de la IA.
De nuevo, las preguntas son la clave. Mann señaló que prefería que sus hijos mantuvieran un perfil abierto a la experimentación, empático y con altas dosis de curiosidad a que estudiaran en un colegio de élite con programas solo basados en conocimientos. Justo las mismas habilidades que Chen destacaba en los perfiles que buscaba para incorporar a su equipo.
Sam Altman, CEO de OpenAI, lo resumía de una forma mucho más específica: «Determinar qué preguntas hacer será más importante que conocer la respuesta». Según Altman, en un contexto en el que la IA ya puede asumir la parte ejecutiva de tareas como programar o diseñar la formación académica pasará a un segundo plano, la parte más decisiva será cómo exprimir al máximo esa tecnología con personas que sepan hacer las preguntas adecuadas.
La IA como brazo ejecutor. Los actores principales del desarrollo de la IA parecen haber llegado al consenso de que la IA, al menos a corto plazo, tendrá el papel de brazo ejecutor de las decisiones humanas. Tal y como aseguraba Jensen Huang durante una entrevista, ese cambio de roles hará que conocimientos como la programación sean cada vez menos relevantes para el mundo laboral.
Como mencionaba Mann, este planteamiento es totalmente opuesto al establecido hasta ahora, en el que la formación académica ya la adquisición de conocimientos era un pilar fundamental para desarrollar una carrera laboral de éxito. El fundador de Anthropic ni siquiera contempla esa posibilidad para la educación de sus hijos, consciente de que desarrollaran su carrera en un mercado laboral condicionado por la IA. En ese escenario, lo verdaderamente diferencial será aportar algo que la IA todavía no puede ofrecer: creatividad y curiosidad.
Imagen | Unsplash (Siora Photography), Lenny Rachitsky
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La noticia
Ben Mann, cofundador de Anthropic: «Hace 20 años habría apuntado a mi hija a los colegios top, ahora creo que eso ya no importa»
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Xataka
por
Rubén Andrés
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