Enoturismo con visión: Tucumán impulsa su ruta del vino de altura a través del emprendimiento innovador

La provincia de Tucumán se prepara para una temporada invernal 2025 que promete revolucionar el enoturismo. Más allá de la belleza de sus paisajes y la calidad de sus vinos de altura, la propuesta se centra en un modelo de emprendimiento e innovación que busca posicionar a la región como un referente nacional. Con una fuerte presencia en la Expo Rural de Palermo y una agenda cargada de experiencias únicas, Tucumán demuestra cómo la tradición vitivinícola puede ser un motor de desarrollo económico con un claro enfoque en el valor agregado y la conexión directa con el productor.

Tucumán está redefiniendo el enoturismo no solo como una experiencia turística, sino como un dinámico ecosistema de emprendimiento e innovación. Con una mirada puesta en el futuro y una importante presencia nacional en la Expo Rural de Palermo 2025, la provincia demuestra cómo la tradición vitivinícola puede ser un motor de desarrollo económico con un claro sello emprendedor.

La participación en la Expo Rural 2025, del 17 al 27 de julio en La Rural de Palermo, es una jugada maestra para posicionar la marca Tucumán. Contar con un stand propio y la presencia de seis destacadas bodegas –Altos La Ciénaga, Arcas de Tolombón, Bodega Comunitaria de Amaicha, Luna de Cuarzo, Río de Arena y Viñas del Chañar– ofrece una plataforma inigualable para establecer conexiones comerciales, explorar oportunidades de inversión y generar alianzas estratégicas a nivel nacional.

Como afirmó Domingo Amaya, presidente del Ente Tucumán Turismo, la Expo Rural es una «vidriera fundamental» para mostrar la propuesta enológica y turística de la provincia, destacando la singularidad de sus vinos, forjados por el suelo, el clima y el esfuerzo de su gente. Este enfoque no solo busca atraer turistas, sino también inversores y socios estratégicos que vean el potencial de crecimiento en este sector.

Esta es una jugada maestra para posicionar la marca Tucumán. Contar con un stand propio y la presencia de seis destacadas bodegas –Altos La Ciénaga, Arcas de Tolombón, Bodega Comunitaria de Amaicha, Luna de Cuarzo, Río de Arena y Viñas del Chañar– ofrece una plataforma inigualable para establecer conexiones comerciales, explorar oportunidades de inversión y generar alianzas estratégicas a nivel nacional.

Como afirmó Domingo Amaya, presidente del Ente Tucumán Turismo, la Expo Rural es una «vidriera fundamental» para mostrar la propuesta enológica y turística de la provincia, destacando la singularidad de sus vinos, forjados por el suelo, el clima y el esfuerzo de su gente. Este enfoque no solo busca atraer turistas, sino también inversores y socios estratégicos que vean el potencial de crecimiento en este sector.

El verdadero diferencial del evento radica en la calidez y autenticidad de sus bodegas, donde los propios dueños y emprendedores son quienes reciben a los visitantes. Esta conexión directa con el productor genera un vínculo genuino, un valor cada vez más buscado por los consumidores en la economía de experiencias. El apoyo gubernamental, visible en inversiones como la renovación de la Ruta 307, fortalece esta propuesta de valor.

Innovación y Tradición: Dos ejes del modelo emprendedor
La agenda de invierno 2025 destaca eventos que ejemplifican la simbiosis entre innovación y arraigo cultural:

La Fiesta Provincial del Vino Amaicheño, que se realizará el 19 y 20 de julio en la Bodega Comunitaria Los Amaichas. Este festival no solo celebra la producción local, sino que pone en valor un modelo de emprendimiento social único, siendo una de las tres bodegas en el mundo gestionadas por una comunidad indígena. Es un testimonio de cómo la visión empresarial puede arraigarse en la identidad cultural y generar impacto positivo.

El 1° de agosto, día de la Pachamama, en Bodega Luna de Cuarzo, fusionará una ancestral tradición con la oferta de enoturismo, atrayendo a un público interesado en la cultura y la sostenibilidad.

Además, la provincia está sumando propuestas diversificadas que enriquecen la experiencia y abren nuevas líneas de negocio. Talleres de bordado artesanal e innovador y de cerámica en la Bodega Comunitaria de Amaicha, así como experiencias de «Vino y estrellas» con observaciones astronómicas en Bodega Río de Arena, demuestran una visión estratégica para diversificar la oferta y atraer a diferentes segmentos de visitantes. Estas iniciativas son ejemplos claros de cómo los emprendedores locales están creando productos turísticos con alto valor agregado.

Tucumán está demostrando que el enoturismo puede ser un poderoso catalizador para el desarrollo económico, impulsado por una sólida visión emprendedora y una constante búsqueda de la innovación. La provincia no solo invita a conocer sus vinos, sino a descubrir un modelo de crecimiento que fusiona la riqueza cultural con la dinamización empresarial.

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